Capítulo 15:

‘Soy yo… no temas’, dijo mentalmente.

La voz tan anhelada en mi mente me llenó de calma, como miel espesa, y exhalé con alivio y algo más. Volví a sentir esa euforia por estar cerca de él, pero me preguntaba por qué aún no había percibido su olor o sentido su proximidad. Se suponía que debíamos ser capaces de sentir a nuestros compañeros cuando estaban cerca.

“¿Dónde te encuentras?”, murmuro torpemente mientras salgo, mirando con cautela, quitando el musgo seco de mi cabello y enderezándome para escanear el bosque a mi alrededor.

“Manteniendo mi distancia, en la dirección del viento, por aquí”, me dijo verbalmente, atrayéndome hacia él solo con su voz.

Eso explicaba el por qué no lo había sentido ni olido al acercarse. Estaba lo suficientemente cerca como para hacerme saltar, y giré en la dirección de donde provenía su voz.

Lo vi, saltando de una roca que sobresalía del claro, a una de menor tamaño, permanecí en mi lugar, mientras se colocaba una camiseta sobre esos esculpidos abdominales bronceados y arrojaba una mochila a un costado de él.

Debía de haber llevado ropa con él, y tenía que admitir, que estaba un poco decepcionada al querer devorarlo con la mirada significativamente.

Mi cuerpo ardía con la desenfrenada lujuria que sentía hacia ese hombre, sólo por tenerlo a quince metros de distancia. Mis revolucionadas hormonas me han hecho soñar con hacer todo tipo de cosas desnuda con él, que una virgen ni siquiera debería saber hacer.

Hago un movimiento hacia él, pero levanta la palma de su mano y me frunce el ceño, haciendo que me detenga en seco. Debía prestar atención a esa dominante advertencia.

“Quédate ahí. Mantente alejada, lo mejor para ambos será mantener la distancia”, advierte.

Parecía extremadamente cauteloso, su voz un poco ronca e insegura.

“¿Por qué? ¿Piensas que te haré algo?”, repliqué molesta, estúpidamente herida y reaccionando como si me hubiesen ofendido profundamente.

Una gran decepción me carcomía por dentro, porque todo lo que realmente quería hacer era correr a sus brazos y continuar lo que fue interrumpido días atrás. Necesitaba sentir su piel sobre la mía y odiaba el hecho de que no fuera mutuo.

“No eres tú, se trata de mí, Se me están complicando las cosas y luego de lo que pasó en la casa de la manada, lo más seguro es que te mantengas, al menos, a diez metros de mí en todo momento”, responde.

Redondeó sus anchos hombros cuando los encogió, lo que llamó mi atención, dejando claro que no confiaba en sí mismo.

Supuse que se refería al beso y al impulso de marcarme que le siguió segundos después. Quizás estoy equivocada y el, al igual que yo, tiene la misma loca necesidad loca. Debía estar de acuerdo, la proximidad me hacía querer tocarlo aún más, pero diez metros era una exageración.

“Entonces, ¿Por qué me has traído hasta aquí si no tienes la intención de acercarte a mí?”, cuestioné.

Giré sobre mis talones y me dirigí al tronco una vez más, en un intento de reprimir algo de ese repentino sentimiento de agresión, solo que esta vez me subo a la parte superior de la débil madera vieja y me siento, dejando caer mis piernas por el costado para estar más cómoda.

Por dentro estaba molesta, como un niño pequeño al que han castigado, y enfoco mi vista en las gotas de nieve que se abren paso a través de la única rendija de luz del sol que tocaba el suelo, en lugar de mirarlo.

Mi orgullo está herido y, tan estúpido como pueda sonar aquello, estoy molesta con él por eso. Ese deseo sólo podía ser curado con el contacto.

“Te debía algún tipo de explicación por interrumpir nuestro enlace. Por mantenerme alejado después de que nosotros… necesitaba hacer esto de forma correcta”, confiesa.

La voz de Colton me volvía loca. Era profunda sensualidad masculina mezclada con un toque ronco y casi imponente.

Siempre ha tenido una linda voz, esa insinuación de acento colombiano en lo más profundo, que ahora más que nunca, me hacía sentir cosas locas en mi interior y disminuía un poco mi irritabilidad. Aunque no del todo.

“Tu padre dejó bastante claro el por qué no. No necesito que me lo repitas”, exploto

Me siento un poco irritada, e instantáneamente me golpea una ola de tristeza, quizás arrepentimiento, mientras me cubre, y me doy cuenta de que se trata de sus sentimientos. Levanto la vista y me doy cuenta que se ha aproximado un poco, y supongo que debido a eso ahora soy capaz de percibir lo que siente.

Durante nuestra separación, no fui capaz de sentir mucho excepto mi propia miseria, por lo que creo que eso es lo único positivo de estar separados. Ahora estaba cargando con nuestras emociones.

“Necesito explicar mis razones. No hago ciegamente lo que él me dice… Puedo pensar por mí mismo. Te pido por favor que no seas así. Estoy tratando de hacer algo para que avancemos”, dijo Colton.

Él también se sienta sobre una roca, no muy lejos de mí, e imita mi postura, dejando caer las piernas sobre el borde mientras nos sentamos uno frente al otro en el claro, en lo que parece ser un gran abismo entre nosotros.

Todas mis esperanzas de un reencuentro pasional y lujurioso murieron considerablemente, lo cual me deprimió aún más.

“Bien, explícate, y déjame volver a mi excitante soledad y reclusión. Por encontrarme contigo aquí me estoy perdiendo por completo las aventuras del día”, digo sarcásticamente con un toque de amargura, lo cual me sorprende incluso a mí.

Me estremezco por lo desagradable y fría que llego a sonar, sin embargo, es debido a la frustración por la situación en la que nos encontramos.

Al darme cuenta de que mis heridos sentimientos comienzan a superarme, trato de controlarlos y le dirijo una fugaz mirada cautelosa. Por el rabillo del ojo veo que está frunciendo el ceño, luego miro hacia sus pies balanceándose, me duele aún más ver el arrepentimiento en su rostro debido a mi hostilidad.

“Hago lo que es mejor para el futuro de la manada… para todos ellos. Incluida tú. Me importa lo que nos pase a todos. Mi padre está en lo correcto, mi compañera debe ser digna de liderar a mi lado algún día. Necesitamos una Luna fuerte, con sangre pura”, dice.

“Una guerrera que puede levantarse en la batalla si es necesario, y ambos sabemos que tú no eres ella. Los vampiros no se mantendrán tranquilos por siempre, podrían levantarse en mi reinado, o puede que incluso antes.”, también dice.

“Debo pensar en nuestra especie y no en lo que mi alma ansía. Lo mejor es la distancia y, con el tiempo, tal vez aprendamos a vivir sin que esto nos consuma como ahora. Debemos ser prácticos y pensar en la responsabilidad que tengo, en lo que soy”, continúa diciendo.

“Es un gran peso que he llevado toda mi vida… que no necesitas compartir conmigo. Necesito a alguien como Carmen, con fuertes dones y sed de sangre para cuando llegue el momento. Ella es una guerrera… tú eres una niña de la tierra. Tu familia estaba integrada por cultivadores, recolectores… no cazadores. No por asesinos. Esa es la verdad”, dice con una actitud de disculpa.

No me salen las palabras luego de que las suyas ahogaran mi garganta hasta casi cerrarla, mis ojos se llenan de un cálido líquido que desdibuja todo lo que tengo delante.

Me siento herida por algo de lo que soy consciente, por ser de sangre débil y estar lejos de parecerme a un líder, sin embargo, aún duele escucharlo decir aquello directamente.

Nunca había estado más avergonzada de mi linaje que en ese momento. Los punzantes latidos causaban sufrimiento a mi corazón y mi interior se retorció ante el agudo dolor mientras verbalizaba lo que en el fondo sabía que vendría, pero tenía demasiado miedo para creerlo.

“Me estás rechazando como tu compañera”, señalo con voz ronca, luchando conmigo misma para sacar las palabras, a través de los fragmentos de vidrio atrapados en mi garganta, a la vez que muero poco a poco por dentro.

Era casi insólito que tu pareja te rechazara después de la imprimación… en verdad, no creo que haya sucedido anteriormente. Nadie desafiaba al destino de esta manera.

Debería de haber supuesto que podría pasarme a mí, después de todo, quiero decir, ni siquiera un lobo normal querría encadenarse a una rechazada como compañera. Ese tipo de vergüenza era capaz de afectar a una familia durante generaciones. Y era difícil de olvidar.

Sabía que sería de esa manera, si me detuviera y realmente observara el panorama general, pero de algún modo, se sentía diferente que lo dijera él en lugar del Alfa Juan.

Supongo que tenía una pequeña llama de esperanza de que Colton sintiera nuestro vínculo lo suficientemente fuerte como yo e iría en contra de las órdenes de su padre.

Tan estúpido como suena eso, quise creer que era digna de alguien, y tal vez el destino pensaba lo mismo. Siempre he sido consciente de la importancia de su posición entre ambos. Es por eso que entre nosotros, ha pasado su vida actuando como si fuera de la realeza y evitando por completo a los de mi especie.

Esto no debería ser una sorpresa.

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