El destino de la huerfana -
Capítulo 14
Capítulo 14:
“Te echo de menos, mamá. Los extraños a todos”, dije con tristeza.
Contemplo el parecido a ella, me trago las lágrimas y luego saco la imagen de mi madre de mi cabeza, es lo que he estado haciendo a lo largo de los años para soportar el dolor, pero ahora con la finalidad de prepararme para salir de aquí sin ser vista.
La única forma en la que lidié con la perdida de mi familia fue no pensar demasiado en ello. Nunca aprendí otra forma de hacerlo. Vuelvo a centrar mi atención en lo que tengo que hacer.
Nunca antes me había escapado del orfanato, ni he necesitado hacerlo, pero tengo un plan de ruta y creo que se cómo pasar desapercibida, nadie se percatara de mi ausencia durante una hora o dos. No es como si este lugar hubiese sido siempre una prisión, y no tenemos guardias que nos vigilen.
Escribo rápido una nota para Vanka, en caso de que le interese, pero lo dudo; le digo que voy a llevar un libro a un lugar apartado del jardín para esconderme y leer, y sé que no se molestará en comprobarlo, a ella no le importa si vivo o muero la mayoría de los días, así que es probable que no le importe que no esté en mi habitación ahora que ya no tengo que asistir a clases.
La escuela terminó para mí el día de mi transformación, y debería haber seguido mi camino hacia una nueva vida, como Vanka está planeando la suya antes de que termine el mes.
Ella ha estado haciendo arreglos para irse, pronto esta habitación será solo mía. Esa será la única ventaja de estar atrapada aquí por una eternidad.
Aquí ya no vienen nuevos huérfanos, ni lo han estado haciendo durante una década. Los recién nacidos tienen familias y, a menos que otra guerra elimine a muchos más de nosotros dudo que el orfanato tenga nuevos rechazados pronto.
Me pongo mis zapatillas de deporte, una sudadera azul sobre una camiseta ajustada, un par de jeans y salgo de mi dormitorio hacia el pasillo desierto.
Lo hago durante horas de clase, por lo que la mayoría de los chicos están en las habitaciones del ala izquierda ahora mismo, aprendiendo todo sobre nuestras tradiciones e historia con algo de academia.
En su mayor parte hemos sido educados para vivir entre humanos, para encajar y existir en su mundo, así que aprendemos las mismas tonterías que ellos, y también como ocultar lo que somos.
Supongo que fui afortunada cuando la guerra nos confinó aquí, en nuestra propia escuela, ya que no he tenido la necesidad de relacionarme con los no lobos desde entonces.
Los que quedamos sin familia fuimos sacados de nuestras escuelas humanas en medio de rumores de un virus mortal, que estaba plagando a las familias en las faldas de las montañas, lo que significó que ningún funcionario viniera a tocar nuestras puertas.
A algunos de los alfas de la población en general se les permitió conservar sus lugares en el mundo real como si nada hubiera pasado a la familia Santo se le concedió lo mismo, debido a su propia protección y linaje.
Tampoco pienso volver allí pronto, ahora que mi cambio ha alterado drásticamente el curso de mi camino.
Corro hasta el final del pasillo y bajo por las escaleras de servicio hasta la cocina No es que contemos con ello, pero esta casa solía pertenecer al alfa de la manada Romaine, ninguno de ellos regresó de las grandes guerras, y la casa fue reutilizada para nuestro uso. Su riqueza está comprometida con la causa de reparar nuestra sociedad.
Probablemente porque era la manada más pequeña de todas, Vivian casi en la soledad y lejos del resto de los pueblos en una ubicación privilegiada. La casa y sus terrenos están lo suficientemente apartados como para confinar en un rincón a los rechazados para olvidarnos y dejarnos a nuestra suerte.
Supongo que es por eso que Colton eligió el bosque del oeste, es de fácil acceso desde aquí y está cerca para que yo pueda llegar sin hacer mucho esfuerzo.
Sin embargo, le llevará más tiempo llegar allí desde donde está ya que su manada vive en el lado sur de la montaña. A casi siete millas de aquí. Si no se le puede ver saliendo, tendrá que ir a pie sin usar su camioneta; la única opción para él es convertirse.
Podemos recorrer terreno más rápido como nosotros mismos, y me pregunto si debería llevarle algún tipo de ropa. No es que verlo desnudo sea algo malo, pero podría desviar mi atención de lo que él quiere decir.
Sacudo la cabeza ante mi propia estupidez, el probablemente ya pensó en eso y está llevando algún tipo de bolsa con un atuendo para cambiarse de nuevo, si es que tiene intención de hacerlo, claro. La vez se mantenga en su forma y me hable de esa manera.
“No seas estúpida, él dijo cara a cara, ¡Ya que usar nuestro enlace mental empeorará esto!”, grita furioso.
Me reprendo, culpando a la falta de sueño por mi atontamiento, mientras me deslizo por la cocina sin ser vista, y finalmente llego a la puerta del porche trasero en tiempo récord. Acostumbrarme a mi nueva velocidad cuando no quiero ser vista es la práctica perfecta.
He dejado de chocarme con cosas y de tropezarme con mis propios pies en el modo de híper velocidad, pero aún no sé cómo no quedarme sin aliento. Me quedo sin él luego de una carrera corta.
El jardín está vacío, pero la mayoría de las aulas dan al patio, así que me aseguro de permanecer en la sombra contra la pared para luego deslizarme hasta la parte oculta del jardín, detrás de las dependencias.
Con un solo salto paso sobre la pared de ladrillos de ocho pies, y soy libre de correr hacia el bosque sin que nadie me vea escapar. Ha sido más fácil de lo que pensaba. Por otra parte, nadie espera que desafíe las reglas para ir tras Colton Santo.
Nunca había actuado así antes, pero ahora él solo tiene que decir una palabra y voy tras mi alfa sin pensarlo; esa es otra molesta característica de estar emparejado. Él manda y yo obedezco. Es un poco patético.
Comienzo a correr en la dirección en la que debo ir, deteniéndome y escondiéndome detrás de los árboles cada vez que veo algún movimiento, percibo un sonido o un aroma. Mis sentidos están al máximo de su capacidad, y ello me vuelve más paranoica mientras trato de avanzar sin dejar rastro a través del denso bosque.
El corazón me late con tanta fuerza en el pecho que estoy segura de que cualquiera que esté cerca podrá oírlo. Intento calmarme pero es en vano. Nunca he sido alguien que tome riesgos ni he tenido la valentía de hacer algo imprudente, como desafiar a Juan Santo. Debo estar loca.
Sé que si me atrapan, me llevarán con Juan por romper las reglas que me establecieron. Él podrá estar preocupado por la vida de su hijo, pero no le mortifica causarle un poco de dolor, y yo no soy partidaria de recibir una paliza en público.
Colton es más fuerte que yo e incluso si siente mi dolor, su padre lo usará para darnos una lección a ambos. No dudo que ese bastardo de frío corazón lo haga por esa razón. Él nunca me ha gustado.
Siento que he corrido por al menos cinco millas antes de detenerme para tomar el aliento que tanto necesitaba, podía sentir una aplastante agonía mientras jadeaba intensamente, mis extremidades comenzaron a doler y arder debido al uso excesivo y a la falta de familiaridad con la velocidad a la que corría.
De la misma manera en que hay personas que no están en forma, debemos desarrollar nuestra fortaleza para que nuestro lado humano pueda ponerse al día, y aún no he llegado a desarrollar ese tipo de resistencia. Mis piernas y músculos palpitan, al punto de sentir como si mis tendones estuvieran siendo desgarrados.
Me derrumbo detrás de un montículo cubierto de maleza para tratar de recuperar algo de equilibrio. Para que mis pulmones no colapsen y se recuperen antes de arrastrarme y continuar el resto del camino a velocidad humana ahora que he recuperado el tiempo.
En lo profundo del bosque, siguiendo el erosionado camino que utilizan los animales hacia la caverna que conozco bien, me siento un poco más ligera y menos deprimida.
Cada niño ha estado en ese lugar al menos una vez en su vida, mucho antes de que el vampiro atacara. Ese solía ser el lugar ideal para pasar el rato, jugar y nadar en el lago cercano y el camino hacía imposible que te perdieras.
Los animales utilizaban uno de los desvíos hacia el abrevadero una vez que llegabas hasta la sombría profundidad de un bosque tan denso que se encontraba permanentemente en oscuridad, aún en los días más brillantes.
Sé que debido a eso eligió ese lugar. Debe haber visto en mis recuerdos que lo frecuentaba mucho con mi hermano Jasper, cuando éramos niños. Él sabe que me he dado cuenta. Ya nadie viene por aquí, les provoca mucho miedo, a pesar de que todos los niños conocen el camino y saben exactamente cómo llegar allí.
El miedo a los vampiros aún nos persigue, incluso ahora, después de tantos años de tranquilidad. Todavía están por ahí en algún lugar y las áreas aisladas y sombrías como esta, podrían ser el lugar ideal para que cazaran.
Di un salto cuando una pequeña rama se rompió a mi izquierda, giré mi cabeza en dirección al origen del sonido, mis ojos frenéticos tratando de ver qué se avecinaba.
Me escabullo dentro de un gran tronco hueco para ocultarme y observar a mí alrededor, con el corazón y la respiración acelerada.
Todos los sentidos se mantuvieron en alerta.
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