Capítulo 113:

“El rey, era un mentiroso, culpó a las criaturas oscuras por la muerte de los suyos, y avivo la ira de las manadas, para buscar venganza por el derramamiento de esa sangre inocente, mientras él salía impune”, continúa diciendo.

“¿Mató a la niña y a su mamá?”, solté indignada, incapaz de contener mi enojo, inhalando con fuerza y abriendo un ojo para mirarla de reojo.

Ella pasó suavemente su mano por mi cara y me cerró los ojos una vez más con las delicadas yemas de sus dedos, haciendo que me volviera a callar, y continúo. Me esforcé por mantener los ojos cerrados esta vez, con la emoción burbujeando en mis venas.

“Ahora, el caminante oscuro, no era una criatura cualquiera… sino lo que llaman un original, como lo era el alfa de los lobos. Un ancestral; seres que fueron los primeros en la línea de nuestra especie y crearon muchas sangres pura”, comenta.

“La madre de Danya había yacido con el Rey de los Vampiros, probablemente el motivo por el que su hijo nació y se desarrolló, ya que los antiguos son los más puros de nuestra especie. Su corazón roto y la necesidad de vengar a su amor, y a su hija, lo llevaron a la locura, y juró vengar su muerte matando a todos los lobos que consideraba responsables”, dice.

“Los reyes, se encontraron en batalla, y los que una vez fueron aliados y tenían uniones pacíficas se convirtieron en un derramamiento de sangre y muerte, el cual se derramó por todas las tierras hasta que ambos bandos se vieron obligados a buscar refugio en partes del mundo donde el otro no se adentraba”, expresa.

“Aquellos mestizos que nacieron en los años siguientes, donde las uniones se hicieron en secreto entre aquellos que no querían más guerras, fueron perseguidos y masacrados por ambas razas acusados de traición”, cuenta también.

“Las uniones entre ambas razas estaban prohibidas. Así que aquellos que nacieron de la luz y la oscuridad, huyeron y se escondieron. Siempre guardaron su secreto sobre quiénes eran en realidad, de cualquier forma, que pudieron. Danya no fue la última de su tipo”, termina Sierra de decir.

Suspiro profundamente, dejando escapar un pequeño ruido, pero Sierra se asegura de que mantenga los ojos cerrados.

Me imagino a una chica muy linda, con cabello blanco: me entristezco y siento pequeñas punzadas en el corazón porque murió de una manera muy cruel, Me asombra que un lobo pueda ser como yo, pero también como una de esas criaturas con las que mamá está peleando allá afuera.

Me pregunto si hay algo de cierto en esta historia. Sería triste que todas estas guerras se debieran a que un hombre malo mató a una niñita, y solo porque tenía miedo de que ella le quitara la corona. Qué hombre tan tonto.

“Las historias que cuentan son curiosas, ya que cambian y crecen, y los detalles se olvidan o se exageran; y pronto esa historia de hace muchos años se pierde entre los lobos, pues los visionarios tienen demasiado miedo de corregir a los narradores”, dice Sierra.

“Los brujos nos convertimos en enemigos, porque teníamos la verdad y la visión, y los alfas eliminaron partes de nuestra historia y decapitaron a los brujos que se atrevieron a hablar. Las guerras continuaron, década tras década, durante cientos de años, hasta que ya ningún lobo o vampiro supo por qué llegamos a odiarnos unos a otros con tanta intensidad”, dice también.

“Sin embargo, los brujos aún pronunciaban los secretos. Todo iba a ser así para siempre, hasta que un visionario, un vidente, vio algo que lo cambió todo, y sacrificó su vida para comunicar una profecía a cualquiera que lo escuchara”, continúa diciendo.

“Ninguno de los bandos confía en los motivos de los brujos, pero siempre hemos sido los pacificadores y los sanadores entre todos ustedes. Nuestros corazones estaban abiertos para amarlos a todos, y solo deseábamos ayudar y curar a los enfermos, pero este odio ha empujado a algunos de los míos a una terrible oscuridad que usa sus dones para hacer el mal. Ya no tratamos de corregir los errores de tu gente”, termina Sierra.

Sierra vuelve a quitarme las manos de los ojos, aunque yo los mantengo cerrados. Estoy serena y espero sus palabras.

Otra vez enrolla mi cabello en sus dedos.

“Esta vidente vio el final de todo en la forma de un lobo blanco, en cuyas venas corre la sangre de un vampiro; es un descendiente directo de ambas líneas de sangre, ambas antiguas. La profecía era clara; solo una mujer podría tener los dones necesarios. Ella se levantaría y guiaría a su pueblo… no hacia la guerra, el odio y la muerte, no, esa no era la profecía”, dice.

“Ella debía unir y reparar los lazos entre los dos, porque sería una guerrera, pero su verdadero don sería el amor dentro de ella. Su poder se utilizará para restablecer el equilibrio. Ella no va a acabar con los vampiros… va a encontrar algo entre ellos que le muestre cómo cerrar la grieta. Ellos poseen algo que ella necesita. Ella es un bálsamo curativo”, comenta.

Sierra exhala un suspiro profundo; la fatiga se apodera de su voz y una sensación de desesperanza apaga su tono.

“Un nuevo rey, quien poseía la sangre del antiguo, estaba surgiendo entre la gente. Él no estaba dispuesto a renunciar al trono. Una locura por conseguir el poder infectó su mente y comenzó a purgar las tierras de cualquier lobo blanco que encontrara en el campo de batalla”, narra Sierra.

“No había muchos, ya que los defectos de nuestra especie hacen que su nacimiento sea casi imposible. Desobedeció las leyes y mató a los suyos; y para ocultar sus secretos mató a todos los que estaban vinculados a ellos y borró cualquier rastro de las manadas”, continúa narrando.

“Verás, perder a los de nuestra especie en la batalla no plantea dudas, y él nunca permitiría que un lobo blanco se sublevara. Tanta era su hambre de poder, que se casó con una loba bruja y ocultó su identidad porque pensó que ella lo haría ascender como el elegido”, termina de narrar.

Me pregunto si nuestro alfa Santo es ese rey. Si Sierra es la bruja mágica de la historia, entonces tal vez Juan Santo es el rey malvado. Qué tonto. Juan no es un mal hombre, mi mamá fue a la guerra con él, y ahora él es el rey de nuestro pueblo.

“Hubo alguien que destacó y comenzó a abrir un mejor camino. Hizo que las batallas fueran en nuestro favor, pero con demasiada frecuencia ella dejaba vivir a los vampiros y mostraba misericordia”, empieza Sierra.

“Creía que podía terminar con esto si se le permitía reunirse con el Rey del Aquelarre de la oscuridad, Ella dijo que tenía una manera de hacerlo, de lograr un futuro de paz. El rey alfa estaba furioso, pero la bruja Luna sentía afecto por la loba blanca y le rogó que la dejara en paz”, comenta.

“El rey sabía que la loba blanca era demasiado fuerte para él y que su compañera bruja intentaría intervenir, así que le permitió viajar sola para encontrar al líder de los vampiros para solucionar las peleas. Pero, mientras tanto, atacó a su familia y a su pareja, y también acabó con ella. Usó el vínculo a su favor”, continúa diciendo.

“Pensó que había reducido a polvo la profecía de una vez por todas, y que no había más rastros de lobos blancos en nuestra especie. Había devastación en el aire, y una loba bruja destrozada y con el corazón roto. El rey, sin embargo, recordó a una niña que sobrevivió y aún no se convertía y mostraba de qué color era; era una niña que podría tener los dones de su madre híbrida”, explica.

“Pero la pareja del rey… es una bruja, que tiene un vínculo con él, pero no apoya sus acciones. Esa loba era como su hermana, y la adoraba como si tuviera su misma sangre, y tenía el corazón roto por lo que él hizo. La deslealtad hacia su pueblo, el asesinato de los suyos y la traición del vínculo que tenía con ella fue lo que más la lastimó”, explica también.

“Esa bruja sabía que él vendría por el resto de la manada de la loba blanca y terminaría con cualquier posibilidad de que otro se sublevara. Ella eligió a su gente y no a su vínculo, eligió su amor por la hija de la loba blanca, y eso me trajo a ti”, suelta Sierra.

Sierra deja de acariciar mi cara y sus palabras me hacen saltar. Su maravillosa historia me ha atrapado tanto que me sorprendo cuando dice esto.

“¿Por qué yo? ¿Qué voy a hacer?”, cuestiono.

Trato de no abrir los ojos, como ella dijo, y los cierro lo más fuerte que puedo mientras me mantengo quieta. Se me acelera el corazón de nuevo debido al asombro y la emoción que me causó esta increíble historia.

“Eres la última loba blanca, Alora, así que no podía no hacer nada y dejar que también murieras. Tenía que venir a protegerte con los dones que escondí durante tantos años No tengas miedo un día, cuando regrese, sabrás qué hacer mi hijo, Colton, es un chico bueno y dulce, y debo dejarlo por un tiempo, aunque me duela hacerlo”, dice.

“Te necesitará cuando llegue el momento y el destino te llevará hacia él lo he visto el destino así lo ha querido. Vi que el emparejamiento de mi hijo y la hija de mi querida Marina solucionarán los aprietos en los que nos encontramos. Nuestros hijos unirán a las tres especies, y juntos traerán el balance que la naturaleza quiere para nuestra gente”, cuenta Sierra.

“La baya que te di hará que duermas, y todo lo que sabes, desde el momento en que aparecí hasta que te despiertes en la mañana, se habrá ido. Hasta que los tres nos toquemos y te quite las ataduras que estoy a punto de ponerte”, continúa explicando.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar