El bebe de mi jefe -
Capitulo 90
Capitulo 90:
Repuso Athom tomando su celular como un loco y enfocando el rostro de Asher, quien lo miraba como si a su padre le hubiera salido un tercer ojo.
“Hijo, dilo otra vez»
Pidió con un tono de voz infantil.
Mis padres observaron la escena con curiosidad y de inmediato entendieron que era la primera vez que Asher pronunciaba aquella palabra por sí mismo, sin una repetición de por medio.
“¡Papá, papá, papá!», gritó Asher muy emocionado mientras yo aplaudía como idiota, pues este era sin duda uno de los momentos más lindos que había presenciado.
Athom se acercó a Asher y lo cargó contra su pecho mientras llenaba su pequeño rostro de besos.
Mamá me dio una mirada de reojo y pude leer en sus ojos que me decía claramente que este hombre era el correcto, y que por fin había encontrado al indicado.
Y yo intenté decirle que lo sabía, que era feliz con él y también con el pequeño Asher.
Estaba terminando de cerrar mi última caja de ropa con una sonrisa en los labios, pues sabía que al salir hoy por la puerta de este departamento, no habría marcha atrás y comenzaría una nueva vida al lado de un hombre genial que se había ganado mi corazón a punta de detalles y atenciones.
El timbre sonó y arrugué las cejas con confusión, pues no estaba esperando a nadie.
Caminé hacia la puerta y al abrirla me encontré con Josh, quien tenía el rostro pálido y parecía querer vomitar en cualquier momento.
Me eché a un lado para dejarlo pasar y él miró todo a su alrededor con confusión.
“¿Dónde están tus muebles, Ruby?», preguntó.
Sonreí con inocencia y mi amigo abrió los ojos de par en par, cayendo en cuenta de lo que estaba ocurriendo.
“¡Dios mío! ¿Te vas a mudar con Athom?”
“¡Sorpresa!»
Abrí mis brazos hacia los lados y los dejé caer a mis costados.
“Pensaba llamarte por la tarde para que vayas a mi nuevo hogar, pero ya estás aquí», sonreí de medio lado y mi amigo asintió con la cabeza dibujando una sonrisa en sus labios.
“Eso es genial, amiga”, dijo.
“Me alegro de que las cosas estén marchando bien entre ustedes”
“Y tú has contribuido en esto, no creas que me he olvidado”, dije al caminar para sentarme sobre el suelo vacío del comedor.
Le hice una seña a Josh para que se dejara caer a mi lado y así lo hizo.
“Lamento no tener sillas», me encogí de hombros y él solo se rió con diversión.
“No te preocupes», respondió y miró a todos lados con curiosidad.
“¿Dónde está Zafiro?»
“En casa de Athom”, dije con una sonrisa.
“Asher no quiere separarse de ella”
“Debo decirte algo, pero primero…”
Susurró, tomando su celular.
“Pediré algo de comer, pues luego debo volver a la oficina. Estoy en mi hora de colación”
“¡Puedes pedir pizza de pepperoni?», pregunté juntando mis manos en señal de súplica y Josh solo asintió con la cabeza mientras movía los dedos sobre su móvil.
“Llegará en media hora”, dijo luego de un momento, dejando su celular a un lado.
Se acomodó mejor, en posición de indio, con las piernas cruzadas, y después suspiró como si tuviera un enorme peso sobre sus hombros.
“Dime, ¿Qué ocurre?», pregunté finalmente al verlo nervioso.
“Tuve se%o con tu reemplazo”, soltó.
Abrí los ojos de par en par y lo observé midiéndole su lenguaje corporal, pero no encontré indicios de que estuviera bromeando con eso, por lo que ladeé mi cabeza hacia él.
“¡¿Cuándo?! ¿Cómo? ¿Dónde?», pregunté sin esconder mi curiosidad.
Josh desvió la mirada y luego simplemente arrugó las cejas.
“Creo que las he cagado, Ruby”, dijo sin responder a mis preguntas.
“Si Marco se entera, lo nuestro se irá a la m!erda”
Me mordí la lengua antes de decir algo malo sobre aquel imbécil que parecía solo querer jugar con el corazón de mi buen amigo.
“¿Y qué es lo que tienen ustedes?», pregunté sin querer ofenderlo.
Sus ojos me miraron con tristeza, pues en el fondo yo sabía la respuesta a aquella pregunta.
“No tienes nada con Marco, porque él no se ha atrevido a gritarle al mundo entero que le gustas, Josh. No quiero ser dura contigo, pero creo que eres un hombre libre y con derecho a hacer lo que quiera, pues no te mereces ser el sucio secreto de Marco”
“Lo sé, lo sé…”, suspiró.
“Es solo que me he enamorado de Marco… y Ariel solo sucedió, no fue planeado… simplemente estaba ahí, con aquella mirada coqueta y me dejé llevar”, se encogió de hombros y se mostró muy confundido. “No sé cómo mirarlo ahora, pues lamentablemente es mi compañero de trabajo y tendré que verlo a diario”
“¿Te gusta Ariel?», pregunté directamente.
“Es atractivo”, respondió sonriendo de medio lado.
“Además, es divertido”
“Entonces tienes una oportunidad ahí»
Sonreí con ilusión y Josh simplemente se encogió de hombros.
“No quiero ilusionarme con eso… ¡Aburrido!»
Lo molesté haciéndolo reír.
“Mejor cuéntame, ¿Sigues sin encontrar trabajo, holgazana?», bromeó.
Mordí mi labio inferior y negué con la cabeza.
“De hecho, estoy preparando un proyecto…”, dije con algo de misterio.
“Voy a crear mi propia empresa, una guardería para niños”
“¡Eso es maravilloso, Ruby!»
Chilló mi amigo con emoción y yo asentí con la cabeza para después contarle sobre todas las ideas que tenía en la cabeza, y además, de la ayuda que me había ofrecido Athom para poder conseguir mi propósito.
POV Athom…
“Ariel, ven a mi oficina, por favor”, dije al ver de lejos a mi nuevo asistente personal y luego volví a entrar en mi despacho.
Me senté en aquella silla que consideraba como mi trono personal y luego encendí mi computadora, dispuesto a ponerme al día con los negocios pendientes.
“¡Me necesita, jefe?», preguntó con timidez al sentarse en la silla frente a mí. Asentí con la cabeza y le sonreí con cordialidad.
“Necesito un resumen de los negocios que hemos cerrado en el último mes, y de los que están pendientes, pues debo reconocer que con mi viaje fuera del país, me encuentro algo perdido…” reconocí.
Ariel asintió de inmediato y tomó su tableta.
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