El bebe de mi jefe
Capitulo 88

Capitulo 88:

“Sí, en media hora debo de irme”, dijo haciendo una mueca con los labios.

“Mi madre dice que no puede venir a cuidar a Asher, así que me lo llevaré a la oficina”.

“¿Y por qué no me quedo yo con él?», ofrecí.

“¿Cómo es que tú dijiste hace un momento? ¡Claro! No sé si pueda aceptar eso…”

Me reí ante sus palabras y negué con la cabeza.

“No seas malo, Athom. Sabes que amo a tu hijo y que no tengo problema en quedarme con él”.

“¿Y tendrías problema en vivir con nosotros?»

Volvió a tocar el tema y yo mordí mi labio inferior, pues no podía hacerme la tonta, aquella idea me ilusionaba muchísimo, ya que últimamente casi me la pasaba a diario aquí junto a Athom y Asher, y de no ser por Zafiro, no pisaría mi departamento.

“¡Está bien!», dije sin pensarlo mucho.

Noté cómo los ojos de mi novio se abrían de par en par.

“Acepto, Athom Patel. Viviré con ustedes desde ahora”.

“¿Lo dices en serio?», preguntó.

“No me digas que ya te arrepentiste»

Hice una mueca con los labios y entonces Athom me empujó hasta caer sobre mí en el sofá y me miró con una enorme sonrisa, y aquella mirada azul cargada de brillo.

“Jamás me arrepentiría de eso, Ruby»

Señaló al apoyar ambas manos a los costados de mi cabeza.

“Estoy seguro de que lo nuestro es para siempre”

Un cosquilleo se instaló en mi estómago y entonces supe que estaba tomando la decisión correcta, aunque pareciera una locura, en mi corazón se sentía como una opción válida y correcta.

“Tendrás que ayudarme con la mudanza”, le dije.

“Que te quede claro que te ayudaré en eso y en todo lo que necesites de ahora en adelante, mi amor», dijo al besar mi frente.

“Todo lo mío es tuyo, Ruby”.

Me acerqué a sus labios y lo besé, reposando mis manos en sus mejillas y disfrutando de sentirlo cerca.

Definitivamente no sabía qué había hecho para merecer a este hombre, pero lo que sí sabía es que le agradecía al destino el habernos puesto en el mismo camino, porque tenía la certeza de que Athom Patel era el gran amor de mi vida, con el que viviría el resto de mis días sobre la tierra.

Athom recorrió mi cavidad con su lengua y mordió suavemente mi labio inferior, provocando una ola de calor en mi parte más íntima.

Gemí contra sus labios y acerqué aún más su rostro al mío, hasta que fuimos interrumpidos por aquella tierna voz.

“Ruby…”

De un salto nos acomodamos en el sofá, poniendo distancia entre ambos y yo me acerqué a Asher, quien nos miraba con curiosidad, y lo tomé entre mis brazos mientras lo alejaba de ahí, pues Athom no dejaba de reírse como un idiota.

“Bueno, te cuento que desde ahora viviremos todos juntos», le dije a Asher quien no hizo más que dejar un beso en mi mejilla, como si realmente supiera de lo que yo le estaba hablando.

“También te quiero, pequeño», le devolví el beso en la mejilla, haciéndolo reír.

Si así iba a ser mi vida de ahora en adelante, sin duda sería la mujer más feliz del mundo.

Los amo tanto, son tan tiernos…

POV Ruby…

“¡Entonces dices que no corro el riesgo de que tu padre me patee el culo?»

Cuestionó Athom una vez más, haciéndome reír.

“No, estoy segura de que solo querrá hacerse el sobreprotector un momento, pero te aseguro que luego te va a amar”, dije convencida.

Athom asintió con la cabeza y luego nos bajamos de su automóvil.

Me encargué de sacar a Asher desde su silla de niños en los asientos traseros y cuando lo tuve en mis brazos, caminamos hasta la entrada de aquella casa que me había visto crecer.

Athom tocó la puerta con sus nudillos, mostrándose muy nervioso, lo que me pareció tierno, pero no dije nada, pues yo también me sentía algo nerviosa.

No le había dicho a mamá que vendría también con el pequeño Asher, y cuando ella abrió la puerta y vio al pequeño en mis brazos, sus ojos se iluminaron.

“Buenos días, mamá», saludé.

“Pasen, por favor», dijo con una sonrisa en los labios.

Entré a la casa y besé su mejilla a modo de saludo, para después voltearme hacia Athom, quien parecía no estar respirando con normalidad.

“Mamá, te presento a Athom, mi novio”, dije.

Mi madre extendió su mano hacia el ojiazul y él simplemente la estrechó, sonriendo con nerviosismo.

“Es un placer conocerte, Athom”, musitó mamá.

“Ya Ruby me ha hablado mucho de ti”.

“Gracias por recibirme a mí y a mi hijo en su casa, señora Smith”, dijo como todo un caballero.

“No te preocupes, es un gusto tenerlos aquí en mi casa”, respondió mamá, quien de inmediato se volteó a verme y entonces se acercó a Asher para dejar un beso sobre su mejilla.

“Hola, bebé”.

“Bebé»

Repitió Asher y pude notar que mi madre logró derretirse con aquello.

“¡Pero si eres adorable, Asher!», musitó mamá haciéndome reír, pues su mirada solo me confirmaba que el día en que yo decidiera tener un bebé, ella sería la más feliz.

“¿Dónde está papá?», pregunté al no verlo por ningún lado.

Mi madre nos hizo una seña para caminar tras ella, y nos llevó hasta el comedor, en donde pude ver que la mesa ya estaba dispuesta para almorzar.

“Fue a comprar un refresco”, dijo mamá restándole importancia.

“Debe estar por llegar”.

Miré de reojo a Athom y se mostraba totalmente cohibido, como si no supiera qué decir o cómo comportarse, por lo que me acerqué a él y le entregué a Asher, quien de inmediato abrazó a su padre por el cuello.

Athom se relajó ante el contacto del pequeño y me tomé el atrevimiento de besar su mejilla. Sus ojos azules me enfocaron y entonces sonrió un poco más relajado.

“¡Cariño, he vuelto!»

Escuché la voz de mi padre y entonces mamá fue hasta la puerta para encontrarlo.

“Tranquilo, mi amor…”, murmuré en voz baja hacia Athom y él solo asintió con la cabeza.

“Ven, amor, te presento a Athom, el novio de Ruby”, dijo mamá jalando el brazo de mi padre, quien traía una botella de refresco entre sus manos.

“Y este pequeño hermoso es Asher”.

“Buenas tardes, caballero»

Saludó papá en un tono de voz duro.

Giré mis ojos con fastidio y luego simplemente me reí al ver que Athom se había quedado de piedra a mi lado.

“¿Es que me tienes miedo, hombre?”

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