El bebe de mi jefe -
Capitulo 86
Capitulo 86:
“Espero ser tu favorita”, me guiñó el ojo haciéndome reír.
“Gracias, Amalia”, musité.
“Sé lo importante que eres en la vida de Athom, y me alegra que me hayas aceptado”
“¡Cómo no hacerlo?»
Cuestionó con una risita divertida.
“Eres una buena chica, Ruby”
Le sonreí y cuando estaba por responder algo, mi celular comenzó a vibrar en el bolsillo trasero de mis jeans.
Me disculpé con Amalia y me alejé de toda la familia de Athom para refugiarme en la terraza y poder contestar con tranquilidad.
Sonreí al ver que se trataba de una videollamada por parte de mi madre y le contesté de inmediato, arreglando mi cabello al ver mi imagen en la pantalla.
“¡Hola, mi niña!» saludó de manera efusiva, moviendo su mano en señal de saludo.
“¿Qué tal el viaje? ¿Dónde estás?», preguntó de inmediato.
“Hola madre”, respondí a su saludo con emoción.
“Te extraño»
Solté sin responder a sus preguntas.
“¡Yo también!»
Chilló haciendo un puchero con sus labios.
“¿Cuándo vendrás a vernos?»
Cuestionó interesada.
“Pronto, pronto»
Asentí con la cabeza.
“¿Qué tal si voy este fin de semana?»
Cuestioné.
“Así puedo ver a papá también. Trajimos muchos regalos», añadí.
“¡Claro, eso es genial!», dijo emocionada y luego se acercó más a la pantalla, con complicidad.
“¿Estás con el se%y jefecito?
“¡Mamá!»
Reproché y luego no me aguanté la risa y me carcajeé.
“Eres una chismosa”.
“Lo sé, hija»
Negó con la cabeza y luego ladeó su rostro al sonreír.
“Ya, cuéntame…”
Suplicó haciendo ojitos de inocente.
“Athom y yo somos novios oficialmente»
Le conté con una enorme sonrisa, la cual me sorprendió muchísimo, pues en la pantalla me veía con vitalidad, como si estuviera en el mejor punto de mi vida.
Mi piel brillaba, al igual que mis ojos y mi cabello, lo que me indicaba que realmente mi cuerpo reflejaba mi felicidad interior.
“¡Ay, Dios mío!»
Chilló mamá tapando su boca en señal de asombro.
Luego se abanicó con la misma mano, intentando calmar su euforia, lo que me hizo reír nuevamente, pues sin duda, mi madre siempre había sido mi mejor amiga y mayor confidente.
“Por eso es que te ves tan radiante, cariño”.
“Me siento muy feliz, mamá»
Reconocí en un suspiro cargado de amor.
“Athom es todo un caballero, es educado, cariñoso, detallista…”
“Me alegro que estés feliz, Ruby», dijo mamá con los ojos cristalizados.
“Sabes bien que tu felicidad es la mía»
Asentí de inmediato, pues siempre lo había tenido muy claro.
“¡Vendrás con él? ¡Ya quiero conocerlo!”
“Es probable”, contesté con una sonrisa torcida.
“Estoy segura que te encantará, pues es un hombre genial”.
“No lo dudo, hija»
Sonrió ampliamente y luego me lanzó un beso.
“Hablamos después, mi niña. Te mando un abrazo enorme”.
“Te amo, madre”, dije.
Finalicé la llamada y guardé mi celular, para después dedicarme a mirar el paisaje que me otorgaba la terraza de Athom.
El viento pegó de lleno en mi rostro y yo cerré los ojos para poder sentirlo, inhalando con profundidad y llenando mis pulmones de aire fresco.
De pronto, sonreí y me sentí completa, pues mi vida había dado un giro enorme en los últimos meses, demostrándome que siempre llegaba algo mejor, y que luego de la tormenta, realmente salía el sol.
Estamos llegando al final de esta linda historia…
POV Ruby…
“¡¿Qué haces, mi amor?», preguntó Athom llegando hasta mí y dejando un casto beso sobre mi coronilla.
Me volteé para verlo y le sonreí, mientras dejaba mi laptop a un lado.
“Estoy buscando trabajo en internet, pero hasta ahora ninguno me convence… solo veo puestos de mesera, y no pagan lo que realmente vale el trabajo», me encogí de hombros y él alzó una ceja en mi dirección, como si no entendiera mi punto.
“Mis ahorros no durarán por siempre, amor, y debo pagar el arriendo de mi departamento, comer, movilizarme, entre otros gastos”, le expliqué.
“Siempre puedes volver a Intelligent”, dijo él con una sonrisa torcida.
Me puse de pie y enganché mis brazos en su cuello.
“Te aseguro que te pagaré lo justo”.
“Creo que estamos bien así», ladeé mi rostro y sonreí.
“Ya sabes lo que dicen, que no hay que mezclar placer y negocios”.
“Y qué cantidad de placer», susurró cerca de mi rostro para después depositar un suave beso sobre mis labios.
“Te quiero, mi amor», susurré.
Athom suspiró profundamente y luego me miró con aquellos hermosos ojos azules que tanto me encantaban.
“Yo también te quiero, mi amor», respondió.
“Y me gustaría ayudarte en la búsqueda de un nuevo trabajo»
Asintió con la cabeza y yo estaba por negarme.
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