El bebe de mi jefe -
Capitulo 81
Capitulo 81:
“¿Lo extrañas, ¿No es así?”
“Claro que lo extraño”
Asentí en respuesta y suspiré.
“Incluso, me siento un poco culpable al dejarlo solo”
Bajé la mirada al reconocer aquello y Ruby solo acarició mi mejilla con cariño.
“No te sientas mal, cariño, pues no lo has dejado solo, sino con su abuela, quien lo adora y cuida como un tesoro”
Negó con la cabeza y su mirada me reconfortó un poco.
“Además, cuando él sea más grande, podremos llevarlo a conocer todo el mundo si así quieres”
Sonrió ampliamente y un cosquilleo se instaló en mi estómago al escucharla decir aquello, pues solo me hacía ver que Ruby sí se proyectaba conmigo en esto que estábamos formando poco a poco, y que además, consideraba a Asher parte de todos esos proyectos.
“Eres la mujer perfecta para mí”
Reconocí haciéndola sonrojar.
“Amo que seas cursi, Athom Patel”
Se alzó sobre sus pies y plantó un beso juguetón sobre mi boca.
La tomé por la cintura y la alcé en el aire haciéndola soltar un pequeño grito de asombro.
Ruby enroscó sus piernas alrededor de mi cintura y yo caminé con ella a cuestas hasta recostarla sobre la cama y quedarme sobre ella, cubriendo su pequeño cuerpo.
La besé con pasión, encendiendo el fuego entre nuestros cuerpos, y poco a poco deleitándome con sus atenciones.
Diablos, por más que probaba sus labios, no me aburría de aquello, muy por el contrario, cada vez quería más. Acaricié sus costados con cautela, deslizando mis dedos por sobre su piel y sonriendo cuando noté como su suave piel se erizaba bajo mi tacto. Ruby g!mió mi nombre sobre mi boca, enloqueciéndome con aquello.
Amaba su cuerpo…
Sus besos…
Su voz…
Su cabello…
Sus ojos…
Todo de ella.
Realmente, quería que ella estuviera para siempre a mi lado, pues ya no podía imaginar mi vida sin su compañía.
“Athom…”
Repitió sobre mis labios.
Abrí los ojos y la miré directamente a aquella mirada que tanto amaba.
“Debes llamar a Asher”
Me recordó con una sonrisa tímida.
“Solo estaba probando la entrada”, dije divertido.
“Luego vendré por el plato fuerte”
Le aseguré poniéndome de pie y me reí al ver como ella me miraba con el deseo ardiendo en su mirada.
Tomé mi celular y esperé a que Ruby se sentara sobre la cama para hacer la videollamada.
Cuando mamá contestó sonreí al ver a Asher recostado sobre su pecho.
“¡Hola, bellos!”
Saludó mamá con emoción.
“¿Qué tal el viaje?”, preguntó.
“Llegamos hace poco al hotel”, respondió Ruby de inmediato.
“Es hermoso aquí…”
Comentó con aire soñador mientras yo no podía quitarle los ojos de encima, pues me parecía la mujer más hermosa y se%y que había visto en toda mi vida.
“Ya lo creo comentó mi madre”.
“Pues les cuento que Asher ya cayó rendido al sueño y se ha portado excelente. Hoy fuimos a visitar a Ángel y mañana saldrá con su abuelo, quien lo llevará al parque de diversiones para niños”.
“Gracias por cuidarlo, mamá”, le dije con sinceridad, pues ahora me sentía mucho más tranquilo al verlo dormir.
“Te has ganado un par de chocolates”, le guiñé un ojo haciéndola reír.
“¡No olvides que me debes la vida!”, respondió divertida.
Conversamos con ella unos minutos más, hasta que papá apareció en pantalla para comentarme que Ariel, mi nuevo asistente, había resultado ser un chico muy eficiente, lo que también me hacía sentir más tranquilo al estar lejos. Luego de eso, nos despedimos e hice a un lado mi celular.
Me volteé para ver a la pelirroja a mi lado y ella no dejaba de morder su labio inferior, reprimiendo una carcajada. La miré con diversión, pues ya sabía a qué se debía aquello.
“¿Reconocerás en algún punto que me enviaste a Ariel a propósito?”, pregunté.
Ella abrió la boca fingiendo asombro y luego negó con la cabeza.
Casi le hubiera creído, pero ya había aprendido a conocerla bien, y justo ahora me estaba mirando con aquellos ojos de cachorro abandonado, a los que por supuesto no podía resistirme.
“Ariel tenía una buena hoja de vida”
Se encogió de hombros y yo me reí a carcajadas, contagiándola con mi buen humor.
“Que suerte que no se trataba de una mujer, entonces”
Bromeé y ella me guiñó un ojo en respuesta.
“Mucha suerte”, dijo divertida.
“¡Así que eres una celosa encubierta?”, pregunté al acercarme de manera juguetona a su rostro.
“Puede ser…”, musitó coqueta.
Lamí mis labios al ver su boca tan cerca de la mía, y entonces me lancé sobre ella, quedando encima. Sonreí al verla reír con total desplante, lo que me hizo sentir un hombre afortunado, pues sin duda, me había ganado la lotería al conseguir una mujer como Ruby.
“¿Vendrás por el plato fuerte?”, preguntó luego de unos segundos, enroscando sus piernas en mi cintura y provocando con eso que nuestras partes más íntimas quedaran a escasos centímetros.
“Sí, he llegado por él”
Le guiñé un ojo y luego la besé una vez más, tal como me gustaba, de manera lenta, pero profunda.
POV Ruby…
Desperté con el cuerpo completamente adolorido, pues anoche luego de haber llegado a Moscú, Athom y yo nos habíamos dedicado gran parte de la noche a disfrutar de nuestros cuerpos.
No podía negarlo, pues el se%o con él era perfecto, y me hacía sentir espléndida, como nunca antes.
Me removí en aquella enorme cama y tanteé a mi lado para buscar a Athom, pero no lo sentí. Abrí los ojos lentamente y noté que él no estaba por ningún lado.
“¿Athom?”, pregunté subiendo un poco el tono de voz.
No recibí respuesta alguna, por lo que me levanté de la cama y caminé hasta el baño de la habitación. Escuché el sonido del agua correr, por lo que supe que estaba dentro.
Una sonrisa maliciosa se formó en mis labios y sin pensarlo mucho me quité la camisa de Athom que traía encima y entré en el baño completamente desnuda.
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