El bebe de mi jefe
Capitulo 72

Capitulo 72:

Cuando la tuve frente a mí, y con una de nuestras manos aún enlazadas, la atraje más a mi cuerpo y la rodeé con fuerza contra mi pecho, impregnándome de aquel aroma que tanto amaba.

Estaba completamente perdido por aquella mujer, y solo esperaba poder ganarme su corazón, pues estaba seguro que ella era el amor de mi vida, y aquello me asustaba demasiado, pero no quería seguir fingiendo que no era así.

“¿Te gusta el lugar?”, pregunté en un susurro contra su oído.

”Es hermoso, Athom…”

Susurró ella y luego tomó distancia para mirarme al rostro y sonreír. Sus ojos se veían brillantes, como si todo aquello realmente la ilusionara.

Detallé cada pequeña parte de su hermoso rostro y me sentí afortunado por estar teniendo la oportunidad de conquistar a aquella bella mujer.

El atardecer ya estaba sobre nosotros, provocando que su cabello contrastara a la perfección con el paisaje que teníamos en aquel sitio.

Tiré de ella hacia el sitio que había acomodado y una vez nos sentamos sobre la manta de cuadros, apunté el acantilado frente a nosotros.

“Wow…”

Susurró ella al ver el lindo paisaje que teníamos a nuestra disposición.

Sonreí con satisfacción al ver su rostro sorprendido y luego tomé las copas que tenía encima, para servir la champaña.

“Hagamos un brindis”, propuse.

Ella volvió su mirada hacia mí y asintió con la cabeza a la vez que le extendía una de las copas.

“¿Por qué estamos brindando?”, preguntó con curiosidad.

“Por nosotros…”

Me encogí de hombros restándole importancia.

“Por haberme enamorado de ti de este modo, en el cual siento que si sigo guardándome estas palabras explotaré a causa de la ansiedad”, solté sin filtro alguno.

“Brindo porque has despertado en mí una versión que no sabía que existía, esta en donde soy un tonto enamorado que hace todo por verte sonreír”.

“Athom…”

Susurró ella luego de unos segundos, con los ojos cristalizados.

La observé tragar saliva con dificultad y luego asintió con la cabeza.

“Gracias por todo esto… la verdad es que debo confesar que todo tu plan ha resultado”, dijo haciéndome verla con cautela.

¿Estaba escuchando bien?

¡M!erda, m!erda, m!erda!

“¿A qué te refieres?”, pregunté para confirmar.

Comencé a sentir como mi corazón estaba a punto de estallar a causa de la emoción, pero me obligué a mí mismo a escuchar con atención lo que ella tenía para decir.

POV Ruby…

“Me refiero a que no debes seguir esforzándote, pues creo que lo has logrado, el entrar en mi corazón y hacerme sentir que no quiero a nadie más que no seas tú”, solté sin dudarlo.

Desde el momento en que lo vi de pie en medio de toda esta preparación terminé por convencerme, y es que Athom Patel había logrado conquistarme desde hace mucho tiempo atrás, pero mi terco corazón no había querido reconocer el hecho de que nuevamente sería entregado en bandeja a un hombre, la diferencia es que esta vez tenía esperanza de que no saldría dañado, y que Athom lo cuidaría con su propia vida.

“Creo que necesito que lo repitas, Ruby…”, respondió él sin dejar de mirarme fijamente.

Sonreí de medio lado y aquellas mariposas hicieron una fiesta en mi estómago al ver cómo su mirada se iluminaba con mis palabras.

“Athom, estoy segura de sentir millones de cosas por ti, de que has logrado conquistarme por completo y que no quiero a nadie más que no seas tú”

Repetí lo último una vez más, pues así lo sentía, y en mi corazón sabía que Athom sería para siempre, pues era mi príncipe azul, tal como lo había mencionado Josh.

“Me costó poder asumirlo y abrir los ojos, lo sé”

Reconocí con una risita nerviosa.

“Pero ahora que estoy segura de lo que te digo, no volveré atrás con mis sentimientos”

Aquellos ojos azules me observaron a detalle, inspeccionando cada una de mis facciones y luego solo chocó su copa contra la mía, haciéndome arrugar las cejas con confusión.

“Salud, entonces”, dijo y luego bebió todo el contenido de aquella copa de un solo trago.

“Debes beber o el brindis se arruina”

Soltó a la vez que reía.

Le hice caso y bebí el contenido de mi copa, para después dejarla a un lado y ser atrapada de manera sorpresiva por sus labios sobre los míos.

¿Esto estaba sucediendo realmente?

¡Diablos, Ruby, reacciona!

Tomé su rostro entre mis manos y me dediqué a disfrutar de aquel beso que poco a poco me estaba robando el aliento.

Abrí mi boca dejándome a su entera disposición y su lengua recorrió mi cavidad con cautela, como si estuviera pidiendo permiso.

Nos besamos con calma, pero con decisión, y luego de unos segundos, él se separó de mí para mirarme a los ojos.

El atardecer sobre nosotros me hacía sentir que estábamos en un lugar mágico, pues Athom se veía más feliz que nunca, y yo me sentía como en las nubes.

“Ruby, estoy completamente enamorado de ti”, musitó haciéndome suspirar como una maldita adolescente.

“Te quiero, Athom”

Reconocí con una sonrisa.

“Mejor será que comamos, o esto se arruinará”, dijo soltándome de su agarre y entonces nos dedicamos a disfrutar de aquella tabla que tenía diferentes tipos de comidas.

“No sabía que cocinaras tan bien”

Comenté al probar un trozo de carne asada que estaba delicioso.

“Esto es delicioso”

“No puedo llevarme el crédito por la comida”

Negó con la cabeza y sonrió con diversión.

“Mamá se encargó de esto”

“Wow…”

Susurré con sorpresa.

“Entonces veo que tuviste varios ayudantes”

Alcé una ceja hacia él, haciéndolo encogerse de hombros.

Pasamos los siguientes minutos comiendo y riéndonos por cosas triviales, hasta que la comida se acabó y Athom me entregó una manta acolchada para cubrirme del frío nocturno que comenzaba a caer sobre nosotros.

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