El bebe de mi jefe
Capitulo 68

Capitulo 68:

“Quiero dos platos de Pad Thai, por favor, y además, un vino blanco de la reserva nacional”, le solicité con amabilidad.

“En seguida vengo con sus platos”, respondió el muchacho con cordialidad antes de marcharse y volver a dejarnos a solas.

“¡Qué se siente estar desempleada?” pregunté entonces, pues en teoría, Ruby había dejado la oficina desde ayer, lo que me tenía muy triste, pues estaba muy acostumbrado a verla a diario, y el saber que había perdido ese privilegio me desanimaba mucho.

“La verdad…”

Se encogió de hombros con una sonrisa.

“Siento que soy libre, pues mi ex jefe era un ogro muy pesado”

Bromeó haciéndome reír a carcajadas.

“¡Qué mal!”

Negué con la cabeza al morder mi labio inferior.

“Cuéntame, ¿Cómo era aquel hombre?”

Cuestioné juguetón.

“A decir verdad, es un hombre muy atractivo”, dijo ella sonriendo de oreja a oreja.

Sentí aquellas mariposas invadir mi estómago ante sus palabras, pues se podía decir que esto era lo primero que Ruby decía en un sentido más íntimo en relación a mí.

“¿Te gustaba?”

Alcé una ceja hacia ella y un delicado rubor se acentuó en sus mejillas, haciéndola ver más adorable aún.

“Tu rostro me lo dice todo”

Le guiñé un ojo a la vez que volvía a reír.

Diablos…

¿Cómo era posible sentirme de este modo estando con Ruby?

¡Era una locura!

Desde que me había fijado en ella como algo más que una amiga, me sentía otra persona, como si la felicidad y alegría hubieran caído sobre mí.

“Tal vez sí me gustaba”

Se encogió de hombros y yo abrí la boca con asombro ante aquella confesión a medias, pues la esperanza estaba creciendo como maleza en mi corazón.

“Seguro tú le gustabas a él también, pues eres muy hermosa”, dije siguiendo con aquel juego en donde hablábamos de nosotros mismos, pero hacíamos como que no.

“Dicen que sí le gustaba, tal vez por eso me acosaba”

Se encogió de hombros y sonrió con malicia.

Negué con la cabeza a la vez que me atreví a tomar una de sus manos por sobre la mesa. Al sentir el contacto de su suave y tersa piel contra la mía, un escalofrío recorrió mi espina dorsal.

“Debo confesar que cada día me encantas más”, solté sin anestesia.

Los ojos verdes de Ruby brillaron con emoción y mordió su labio inferior sin decir nada, pero su lenguaje corporal lo hizo por ella, y lo que interpreté solo avivó más la llama de amor que sentía por esa mujer.

“Aquí tienen su comida”

Anunció el garzón al llegar a nuestra mesa.

Solté la mano de Ruby y dejé que el chico acomodara todo para que pudiéramos disfrutar de aquella comida, mientras Asher continuaba durmiendo plácidamente.

“Gracias”, dije hacia el muchacho antes de que se fuera y luego le sonreí a Ruby, quien se veía nerviosa.

“Disfruta de la comida, seguro te encantará”

La animé y ella asintió con la cabeza para después probar su plato y deleitarse con el sabor al g$mir de manera inconsciente.

Diablos, aquellos g$midos estaban por volverme loco, pero hice como si nada y me dediqué el resto de la tarde a disfrutar de la comida tailandesa y de la compañía de Ruby, mientras pensaba en cómo hacer para sorprenderla aún más en nuestro próximo encuentro.

POV Athom…

“¡Cómo va tu plan de conquista, hijo?»

Sonreí hacia mi padre y me encogí de hombros, pues las imágenes de ayer habían invadido mi cabeza, recordándome la hermosa sonrisa de Ruby mientras comíamos aquella deliciosa comida tailandesa luego de haber llevado a Asher al parque de diversiones infantil que tanto amaba.

“Creo que va bien, padre”

Asentí con la cabeza hacia él.

«Solo estoy buscando más ideas para hacer juntos”

Alexander, quien estaba sentado a mi lado, soltó una risita y luego me miró con interés.

“¿Realmente estás enamorado, eh?»

Cuestionó.

«Joder, jamás pensé que te vería de este modo”

“Supongo que a todos nos llega el amor en algún punto”, murmuré.

“Eso es cierto»

Coincidió papá, tomando su lata de cerveza para llevarla a sus labios y darle un sorbo.

Estábamos en casa de Amalia, disfrutando de una tarde familiar, y mientras Asher jugaba con Ángel, yo aprovechaba para ponerme al día con papá y Alexander.

“¿Cómo vas con Wang?», pregunté a mi primo.

Aquel rubio hizo una mueca con los labios y luego se encogió de hombros al restarle importancia.

“No diré nada al respecto”, dijo sin más.

Mi padre y yo intercambiamos una curiosa mirada, pero no insistimos en el tema, sabíamos que cuando Alex quisiera hablar sobre el tema con nosotros, lo haría, pero era mejor no presionarlo.

“¡Hola, familia!»

Me volteé para observar a mi Tío Oliver, quien se acercó a nosotros con su lata de cerveza en mano y una enorme sonrisa plantada en el rostro.

«Hace mucho tiempo no te veía, tío”, dije mientras me levantaba de mi asiento y palmeaba su espalda a modo de saludo.

“El trabajo me tiene consumido, sobrino”, dijo a modo de excusa.

Lo miré saludar a papá y luego a su hijo, quien le hizo un espacio a su lado para que pueda sentarse junto a nosotros.

“¿Sigues en tu plan de conquista, Athom?», preguntó mi tío con emoción.

“Me han contado que encontraste al amor de tu vida”

«Sí, así es»

Reconocí sin pena, pues lo cierto era que quería que así fuera, que Ruby se convirtiera en el amor de mi vida.

“Recuerdo cuando le ayudé a tu padre a conquistar a tu madre”, dijo con nostalgia al mirar con complicidad a mi padre, quien solo sonrió hacia su cuñado y mejor amigo de toda la vida.

“Y la verdad no fue nada sencillo, pues Aurora no era capaz de reconocer que estaba locamente enamorada de Finn”

“Entonces, si saben tanto, podrían darme una ayuda»

Me encogí de hombros con una sonrisa tímida en los labios, pues la verdad es que estaba perdido, no sabía qué hacer para sorprender a Ruby, y llevarla a cenar me parecía muy básico, ella merecía un panorama mucho mejor y más interesante.

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