El bebe de mi jefe
Capitulo 69

Capitulo 69:

Después de todo, yo le había pedido su autorización para conquistarla, por lo que debía jugar mis mejores cartas en el proceso.

“¿Para qué está la familia si no es para ayudarse?», preguntó papá con una sonrisa torcida.

“Hay algo que nunca pasa de moda», dijo mi tío con una sonrisa al suspirar y ver de reojo a mi padre, y entonces Álex se rió con diversión.

“¿¡Enviar nudes!?», preguntó Alexander con diversión, pero solo se ganó una mala mirada por mi parte.

“Imbécil»

Giré los ojos, pues mi querido primo muchas veces podía resultar ser un imbécil.

“¡Ya, solo era una broma!», bufó y yo golpeé su brazo en respuesta haciéndolo reír.

“Pues la cita iría así…”

Comenzó a decir Tío Oliver con emoción y lo escuché con atención.

“Hay un lugar hermoso, natural y poco concurrido, el cual puedes utilizar para darle una gran sorpresa a tu chica”

“¿Te refieres a…?»

Cuestionó mi padre con los ojos bien abiertos y sin terminar su pregunta.

“Sí, me refiero justo a ese lugar»

Asintió con la cabeza. Ladeé mi rostro sintiendo curiosidad ante tanto misterio que ambos se traían.

“¿Es muy cliché que Athom tenga una cita en el mismo lugar que sus padres hace muchos años atrás?», preguntó papá con una ceja alzada hacia mi tío, quien se encogió de hombros.

“Digamos que le puede traer buena suerte… ¿Ya lo dirán o qué?», preguntó Alex rodando los ojos, pues él también se encontraba muy atento a la propuesta que nuestros padres estaban por hacerme, ya que de seguro por si en algún momento necesitaba declararse a la periodista Wang.

“¡Ya, ya!», dijo tío Oliver sonriendo y mirándome con diversión.

“Solo necesitas muchas velas», advirtió antes de contarme a detalle su idea.

Luego de la tarde familiar, Asher y yo habíamos vuelto a nuestra casa agotados, por lo que después de darle un baño, nos fuimos directo a la cama.

Mañana sería otro día de trabajo, y el no tener a Ruby como mi secretaria solo estaba generando estragos en mi organización diaria, por lo que necesitaba un reemplazo con urgencia.

Tomé mi celular y de inmediato sentí la necesidad de saber cómo estaría aquella pelirroja, por lo que sonreí a la cámara, apuntando mi rostro y el de Asher, quien estaba a mi lado con los ojos a punto de cerrarse por completo.

Le envié la fotografía a Ruby con un:

[Te extrañamos y te queremos mucho[

Solo para que no se olvide de nosotros y esperé paciente por su respuesta.

“Ay, Asher…”

Susurré al ver cómo mi pequeño bebé comenzaba a caer rendido ante el cansancio.

«Solo espero lograr conquistar a Ruby…”

Mi celular vibró en mi mano y de inmediato desbloqueé la pantalla para descubrir que se trataba de su respuesta.

Mi sonrisa aumentó al ver una fotografía de ella y Zafiro acostadas.

M!erda.

Ruby era hermosa.

La idea que papá y Tío Oliver me habían dado era maravillosa, por lo que solo esperaba poder llevarla a cabo, y para eso necesitaba comenzar a organizar todo para el fin de semana que venía.

«Te ves hermosa, como siempre”, le contesté antes de perder el hilo de la conversación.

Su respuesta no tardó en llegar, y me sentí como un idiota enamorado al ver cómo aquella mujer que por mucho tiempo no había visto, ahora me tenía suspirando como loco.

«También los quiero, ¡Nos vemos pronto!»

Entonces, marqué el número telefónico de Josh, pues nuevamente me encontraba necesitando de su ayuda con este plan.

“¿Jefe?»

Cuestionó al contestar mi llamada.

“¿Ocurre algo?

“Hola, Josh»

Saludé fingiendo estar relajado, pero lo cierto es que traía la ansiedad a tope, intentando organizar todas las ideas de mi mente para que la siguiente cita con Ruby fuera inolvidable.

“Nada malo, creo”, dije de inmediato.

“¡Me asustó!»

Chilló mientras se reía.

“¿Si se da cuenta que es pasada la medianoche?”

Miré la hora en el reloj de pared y efectivamente era pasada la medianoche.

Diablos.

Justo en ese momento me estaba comportando como un jefe que no respetaba los tiempos de descanso de sus trabajadores.

“Lo siento, Josh”, dije con pesar.

“La verdad es que llamaba por algo personal… pero tienes razón, es muy tarde y lo mejor será que lo veamos después”

“Si se trata de Ruby, no hay problema”, respondió de inmediato.

“¿Sabes? Me alegra verla tan feliz, por lo que estoy dispuesto a ayudarlo si se trata de consentirla, pues mi amiga se lo merece. Suficiente sufrió con aquel cucaracho…”

Me reí ante sus palabras, pues aunque no conocía tanto a Josh, en este último tiempo había descubierto que él era un chico muy alegre y que siempre decía cosas divertidas.

También, me alegraba que ayudara a Ruby, pues sin duda, ambos eran muy buenos amigos.

“En efecto, se trata de Ruby»

Confirmé haciéndolo soltar un pequeño grito marcado con emoción.

«Soy todo oídos”, dijo de inmediato Josh.

«Me gusta este juego…”

Susurró con algo de misterio.

«¿Qué juego, Josh?»

Cuestioné divertido, mordiendo mi labio inferior para no largarme a reír.

«¡Es ser su informante secreto, jefe!», respondió con obviedad, probando que no aguanté más la risa.

«¡Está bien!», dije luego de dejar de reírme.

«Verás, quiero hacerle un regalo a Ruby, y tengo algunas ideas, pero…”

«¿Debe ser especial, supongo?», preguntó, pareciendo todo un profesional con lo que le estaba planteando.

«Claro, quiero que sea algo significativo y especial”, concordé.

«Puedo ayudarlo, pero…”

Vaciló un momento.

«Dime, Josh…”, susurré no muy convencido.

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