El bebe de mi jefe
Capitulo 57

Capitulo 57:

Una chica joven se nos acercó y sonrió con cortesía para tomar nuestro pedido.

Luego de un corto acuerdo, Ruby y yo optamos por pedir asado de res con salsa blanca y una tabla de cóctel, además de un vino merlot de la reserva de los Jones, la cual la chica aseguraba era de excelente calidad.

“Nunca había comido algo así…”, g!mió Ruby al probar un camarón de la tabla que nos habían traído.

“Está delicioso”.

“Es cierto”, le guiñé un ojo y llevé la copa de vino a mis labios, deleitándome con sus suaves notas.

“Podría robarme un par de botellas de este vino…”, susurré en tono cómplice, haciendo que Ruby se riera con diversión y negara con la cabeza.

“De haberlo sabido antes, traía una bolsa más grande”.

Se encogió de hombros y me reí nuevamente.

Disfruté de aquella comida en la compañía de Ruby, y cuando llegó el plato de fondo aproveché el momento y le dediqué toda mi atención a aquella hermosa mujer que tenía enfrente.

“¿Cómo te has sentido en tu nuevo hogar?”, pregunté de manera casual.

“¡Excelente!”, dijo con ánimo y llevó la copa de vino a sus labios, cerrando los ojos al beber el contenido.

Diablos, esta mujer me llevaría a la perdición, pues era tan hermosa y sensual, que estaba por volverme loco al solo verla sin poder hacer lo que quería hace tanto tiempo.

“Zafiro es una excelente roomie”, sonrió de medio lado.

“Me alegro que estés mejor, pues desde que dejaste a tu ex novio te ves mejor, como si aquel imbécil te hubiera estado chupando las ganas de vivir”, comenté.

Sus ojos verdes se agrandaron ante mis palabras y luego dejó salir una risotada.

“Pues sí, es cierto”.

Se encogió de hombros.

“Estoy mucho mejor sin él, creo que siempre he merecido más que un amor a medias”.

“Estoy de acuerdo con eso”.

Asentí de inmediato.

“Mereces un amor que te haga bien, con el que puedas ser mejor cada día y que te consienta”.

Ruby me examinó y alzó una ceja en mi dirección, como si quisiera decir algo, pero luego negó con la cabeza, en señal de arrepentimiento con sus propias palabras.

“Espero que hayan disfrutado de la comida”, dijo Ether Jones al subirse al escenario y tomar su micrófono.

“Es momento de obsequiarles a cada una de ustedes algo muy especial”, murmuró con cierto misterio y entonces levantó una de sus manos y volvieron a aparecer los garzones, quienes retiraron las sobras de comida y dejaron sobre cada mesa una bandeja plateada con su respectiva tapa.

“Adelante, pueden ver el interior, prometo que no se trata de una bomba”, bromeó.

Levanté la tapa de la bandeja y me encontré con un pequeño pastel individual que decía:

[¡Felicidades por tu talento y constante trabajo!]

Nuevamente una ola de aplausos inundó el auditorio y sonreí al ver que además, sobre el pastel había una fotografía mía, en la cual me veía muy profesional.

“Está precioso, Athom”, dijo Ruby sonriendo al ver el pastel frente a mí y rápidamente tomó su celular desde el interior de su pequeña bolsa y apuntó su cámara hacia mí, por lo que sonreí.

“Para el recuerdo”

Sonrió al mostrarme aquella fotografía en la que aparecía sonriendo como un niño en navidad.

“Bueno, bueno…”.

Volvió a hablar Jones, llamando la atención de todos.

“Ha llegado el momento de dar a conocer a los premiados de este año”, dijo con una sonrisa.

Tomó un sobre que le entregó una de las ayudantes y entonces lo abrió con una sonrisa.

“Este año es especial, pues sólo tenemos un ganador, lo que solo significa que deben esforzarse un poco más el año que viene”.

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal al escuchar aquello, pues no, no era posible…

“Quiero darle un enorme aplauso a Athom Patel, heredero de Intelligent, compañía fundada hace años por su padre, Finn Patel”.

Todo el auditorio se quedó en completo silencio ante las palabras de aquel magnánimo hombre, Ruby me dio un codazo que me hizo reaccionar y solo entonces me puse de pie y caminé hasta el escenario, donde Ether Jones esperaba por mí.

“Felicidades, hijo”, dijo al darme un abrazo que logró hacerme dar cuenta de que esto era real y estaba ocurriendo.

Correspondí a su abrazo y luego tomé el micrófono que me estaba ofreciendo.

Miré hacia el público, pero aunque muchas personas me estaban mirando, a mí solo me importaba una sola, quien ya estaba apuntando con su celular para grabar todo.

Sonreí de medio lado y entonces aquel discurso que había planeado al recibir el correo que me indicaba que este año sería uno de los empresarios premiados se fue al carajo.

“Decir que estoy sorprendido es poco al lado de todo lo que estoy sintiendo en estos momentos”, dije con seguridad y luego sonreí de medio lado al imaginar la cara de orgullo de mi padre al enterarse de esto.

“Soy un afortunado, pues de no ser porque mi padre un día decidió esforzarse y fundar Intelligent, yo no estaría aquí”.

Reconocí con nostalgia.

“Aún así, creo firmemente que su imperio está en buenas manos, pues desde que me hice cargo del negocio he dado todo de mí para que funcione como lo hace el día de hoy”.

Mis manos comenzaron a sudar, pues me sentía ansioso al querer decir tantas cosas.

“Colegas, amigos, los invito a apostar por el desarrollo tecnológico del país, pues les aseguro que el futuro es hoy. Si deciden arriesgarse, los estaré esperando para hacer negocios”, dije al reírme con lo último.

Un aplauso sólido se instaló en el auditorio y pude ver las sonrisas marcadas en los rostros de aquellos hombres mayores.

“Debo reconocer que este año el premio se otorgó porque aquí el joven Patel ha logrado aumentar en creces los ingresos de la empresa que heredó de su padre”, dijo aquel hombre mayor.

“Athom, estás haciendo un excelente trabajo en Intelligent”.

“Gracias por el reconocimiento, Señor Jones”, dije con sinceridad, pues sus palabras no hacían más que enorgullecerme de mi trabajo.

Nos dimos un abrazo más y luego aquel hombre me entregó un sobre. Miré de reojo hacia el público y le sonreí a Ruby, quien se encontraba secando sus lágrimas.

Diablos, en estos momentos lo único que deseaba era correr hasta ella para besarla hasta el cansancio, y aquel sentimiento no hacía más que crecer en mi mente.

Me bajé del escenario y me acerqué rápidamente hasta ella para rodearla en un apretado abrazo, mientras ella se colgaba de mi cuello y se reía.

“Estoy orgullosa de ti”, musitó finalmente haciéndome sentir una fiesta de mariposas en el estómago frente a sus palabras.

“¡Sabes que sin ti esto no sería posible?”, pregunté.

Tomé un poco de distancia de ella y la miré a los ojos, aún sin despegarme del todo de su cuerpo.

“Eres quien está detrás de mí, agendando citas, enviando correos, arreglando horarios y organizando”.

Ruby negó con la cabeza y sonrió de medio lado.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar