El bebe de mi jefe -
Capitulo 54
Capitulo 54:
“Ya veo, primito…”, musité al mirarlo con diversión.
“Me trajiste como tapadera para poder espiar a tu amada».
“Solo tenía curiosidad…” susurró.
En un acto rápido le quité la carta de las manos y él arrugó las cejas en respuesta.
“¡No seas tonto, no quiero que me vea!»
“Entonces no actúes como un idiota».
Giré los ojos con fastidio.
“Actúa como si esto no fuera más que una casualidad…”
Me encogí de hombros y Alex sonrió de medio lado.
“Mírate, todo un experto acosador”.
Se rió suavemente Alex.
“Ya te imagino espiando a Ruby escondido por las esquinas de Intelligent”.
“Buenas noches, ¿Qué desean para comer?”, preguntó una de las garzonas al acercarse a nosotros.
Hicimos nuestro pedido y luego de que la amable chica se fuera, miré a mi primo con curiosidad.
“¡En serio te importa ella?”, cuestioné.
Alexander me miró fijamente y tragó saliva con dificultad.
“No lo sé, Athom…”
Negó con la cabeza.
“No tengo claridad de nada en este momento, solo fui un maldito impulsivo al escuchar que vendría aquí con ese imbécil y quise venir a presentarme para verlo con mis propios ojos”.
“Estás celoso y marcando terreno”.
Puntualicé y él giró los ojos evidenciando con aquello que sí lo estaba.
“No hay nada de malo, hombre”, lo animé.
“Es más, sentir celos solo significa que ella sí te importa”.
“Mejor hablemos de ti”.
Me guiñó un ojo y afirmó su espalda en el respaldo de la silla.
“¿Qué tal ese frío corazón?
“Me gusta Ruby”.
Solté inmediatamente.
Álex aplaudió emocionado, en un acto reflejo, logrando con eso captar la atención de algunas personas a nuestro alrededor, incluida la de aquella rubia que tanto le interesaba, pues sus intensos ojos azules no dejaban de mirar hacia aquel punto tras de mí.
“Hazte un favor y disimula un poco”, dije llamando su atención.
Sus ojos volvieron a enfocarme a mí y simplemente sonrió, como si nada estuviera pasando.
“Ya sabía que lo reconocerías algún día, Athom”.
Asintió con la cabeza.
“Te felicito, pues Ruby es una linda mujer, y estoy seguro que ama a mi sobrino con locura”.
“Aún así, creo que me queda un largo camino para que ella note que me gusta de ese modo”, murmuré con frustración.
“Pues parece que todos lo notan menos ella. No sé cómo dejarle claro que la quiero más allá que como amiga”.
“Te daré un consejo”.
Me señaló con su dedo índice.
“Deja de preocuparte, y mejor ocúpate. Regala flores, invítala a salir, dile que te parece hermosa, y todo lo que sea necesario para captar su atención”.
Lo miré con interés, pues Alexander podría ser un loco espontáneo, pero siempre que me daba un consejo serio, resultaba tener razón, como en este caso.
“Tienes razón, Álex”, concedí y luego sonreí.
“A veces la tengo”, dijo al encogerse de hombros.
Entonces, una idea cruzó por mi mente y decidí que si el sábado Ruby me acompañaría a aquel evento, debía aprovechar de demostrarle cuánto me interesaba, pero no como amigo y hacerla sentir especial, pues sabía que con su ex novio las cosas habían terminado mal, por lo que era mi misión hacerla sentir como en un cuento de hadas.
Tomé mi celular y entonces busqué el número de Josh para enviarle un mensaje urgente.
“Hola, Josh. ¿Cuál es el color favorito de Ruby?”
Envié el mensaje y sonreí al ver que a los pocos segundos ya me había dejado en visto.
“El rojo, jefe”, respondió haciéndome sonreír, pues por algún motivo, lo había supuesto, pero quería estar seguro para la sorpresa que tenía en mente.
POV Ruby…
Esperé paciente a que mamá me contestara la llamada, pues me sentía muy nerviosa y necesitaba sacar todo eso afuera, ya que dentro de unas horas se llevaría a cabo la premiación de Athom y no me sentía lista para aquello.
“¡Hola, cariño!”
Saludó ella emocionada al coger la llamada.
“Hola, madre”.
Contesté con una sonrisa en los labios.
“¿Cómo estás?”
“Muy bien, pues acabo de ir por las compras de la semana”, comentó.
“¿Y tú, hija?
“Estoy en mi departamento, algo nerviosa…”
Solté sin aguantar más, pues después de todo mamá siempre había sido mi cómplice y mejor amiga.
“Dentro de unas horas iré como acompañante de mi jefe a un evento donde lo premiarán”
“¿¡Qué!?”, preguntó conmocionada.
“¿Serás su acompañante? ¡Diablos, Ruby! Eso va para serio”.
Señaló haciéndome reír.
“Ay, madre”
Negué con la cabeza.
“No sé qué signifique su invitación, pero me tiene muy nerviosa el hecho de ir, pues ahí solo van personas reconocidas e importantes, y yo solo soy…”
“No, Ruby Smith”
Me interrumpió.
“Deja de desmerecerte, pues si aquel hombre te invitó es porque valora tu compañía y teniendo muchas otras oportunidades te eligió a ti”.
“Lo sé, mamá…”
Reconocí con una sonrisa.
“¡Ya sabes qué ropa te pondrás?”
Cuestionó emocionada.
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