El arte del sexo
Capítulo 84

Capítulo 84:

– En ese caso vamos a dormir.

Él abraza con un poco más de fuerza su cuerpo lo que conforta su alma, era tan cálido estar abrazada con un hombre por el cual sentía tantas cosas. Sin embargo, estaba muerta del miedo, enamorarse de alguien que no le correspondía era muy difícil.

Por otro lado, mantener relaciones sexuales con esa persona y sentir lo que sentía sí que la iba a meter en muchos problemas. Daviana cierra los ojos y suelta el aliento, su corazón estaba latiendo muy rápido, presentía que podía ser descubierta en cualquier momento.

Michele abre los ojos lentamente al sentir que el corazón de Daviana latía muy rápido, era evidente que estaba muy nerviosa, pero no encontraba razón, ya la había visto completamente desnuda.

El CEO frunce el ceño, no deseaba pensar que estaba incomoda por dormir con él desnuda.

Era absurdo. O quizás, estaba forzándola.

– Daviana, ¿te sientes incomoda durmiendo conmigo de esta manera? -ella ensancha la mirada ya que se siente expuesta -. Si deseas puedes ponerte algo de ropa.

Más capítulos corregidos, por NovelasFree.org.com.

La joven baja la mirada y se lo piensa un poco, pero la calidez que sentía entre los brazos de ese hombre era increíble y no deseaba alejarse de él, aunque estuviera desnuda.

– Estoy bien -musita tranquila.

– De acuerdo.

Michele abraza su cuerpo estrechándola su espalda contra su pecho, respira el aroma de su cabello y empieza a adormilarse.

Daviana se tranquilizó y relajo su cuerpo, cerró los ojos y se dejó envolver con el aroma de Michele. Sabía que estaba haciendo mal al permitir dejar correr sus emociones cuando estaba en compañía de Michele, sería un problema al momento que les tocará separarse.

Aplana los labios y niega mentalmente, necesitaba desechar esos sentimientos antes de que se convirtiera en algo mucho más complicado al menos para ella. Lo mejor era dormir y tratar de olvidar esos pensamientos, lo único que podía hacer era disfrutar ese tiempo.

Pero sabía que cuando llegara el momento de dejarlo todo, sería ella la única que sufriría esa separación. Sin embargo, todo era parte de un aprendizaje, o al menos eso creyó.

Al día siguiente llamaron a Daviana de la clínica para informarle que su hermano iba a pasar a quirófano esa mañana, la castaña se llenó de nervios al saber que Arthur pasaría a cirugía.

– Cálmate, te llevare a la clínica -Michele intenta tranquilizarla -. Toma tus cosas y salgamos de una vez.

– Pero ¿y el trabajo?

– Yo soy tu jefe, ¿acaso te estoy obligando a ir a la oficina?

Daviana pestañea asombrada ante su comentario.

– Vamos de una vez…

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar