El arte del sexo -
Capítulo 38
Capítulo 38:
Y mientras bajaba su falda camina hasta la salida, iba muy cabreada, pero con ella misma por dejarse envolver de esa manera. ¿Acaso no se quería un poco? Como era posible que se dejara seducir por ese tipo cuando había follado con otra empleada el día anterior.
– Que maldito… -musita llamando el ascensor.
En eso recuerda las pantaletas, y decide regresar a por ellas rápidamente. Estaba segura de que le servirían de algo.
[…]
Michele se queda con la boca abierta mientras seguía sentado en el sofá con una gran erección entre sus muslos, ¿de qué demonios se había perdido? Mira hacia la puerta abierta y frunce el ceño.
– Pero que carajos con esta mujer…
Lo rechazaba una y otra vez luego de estar bien calientes, ¿a qué demonios estaba jugando? Se pregunta poniéndose en pie.
Novelas corregidas, por NovelasFree.org.com.
El CEO abandona la oficina rápidamente para ir detrás de Daviana, pero al salir se percata que justamente las puertas del ascensor se cierran.
– ¡Mierda!
Se devuelve a por las llaves del coche y sale expulsado de la oficina, intentaría alcanzarla en la recepción.
Daviana sale del ascensor para encaminarse hasta la salida con un poco de prisa, ahora le tocaba tomar un taxi puesto que tanto su jefe como el hijo le restaron bastante tiempo de su salida.
Unos segundos después Michele sale por las puertas de las escaleras de emergencias caminando directo hasta la recepción después de no ver a Daviana por ninguna parte.
– Mi secretaria, ¿la han visto salir? -pregunta al vigilante con expresión nada amistosa.
– Sí señor, acaba de pasar por aquí en estos momentos, se dirigió a la salida -le responde el vigilante.
El CEO encaminó sus pasos hasta la salida del edificio esperando encontrarla afuera, para cuando entreabre un poco la puerta la ve, hace amago de salir, pero entonces escucha que recibe una llamada.
Detalla como saca su móvil y contesta de manera inmediata.
– ¡Si! -él no logra escuchar absolutamente nada de la conversación, sin embargo, se queda un poco más para saber lo que ella tenía que decir -. ¿Ahora? -su voz sonó algo preocupada -. Estaré allí cuanto antes.
Michele frunce el ceño para luego verla bajar los escalones de la entrada a toda prisa, la castaña esperaba un taxi o a alguien, y eso le llamo mucho la atención. Regresa sobre sus pasos y de inmediato se dirige hasta el estacionamiento del edificio.
Al llegar al mismo y cuando nadie lo ve corre hacia su coche, se sube para luego ponerlo en marcha. Al abandonar su empresa, el CEO se fija que ella se había subido a un coche el cual comenzó a seguir de cerca.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar