Divorcio en peligro, el CEO perdió la memoria -
Capítulo 59
Capítulo 59:
“Tienes mucho potencial solo debes explotarlo en los lugares indicados Después de este proyecto te puedo presentar a algunos clientes que estarán encantados de trabajar contigo”, Dorian acariciaba el borde de la cadera de ella.
“¿En serio?”, Elena lo miró por encima del hombro.
“Si preciosa. En este mundo todo se trata de conexiones y de tener habilidad. No podemos desperdiciar tu potencial”.
“Gracias”, ella le agradeció sin esperar que él se moviera rápido y la hiciera desplazarse entre sus muslos para ponerla en una posición más cómoda donde él pudo adueñarse de sus labios.
La jornada había sido tan divertida que Elena no tenía ninguna queja, más bien, estaba ansiosa por repetir la experiencia. Deseaba que ya fuera el próximo día seguir trabajando. Compartir su opinión para la realización del proyecto era gratificante.
Ahora se encontraba en la entrada de la empresa esperando el auto que los llevaría de regreso a la mansión, León tenía mucho trabajo pendiente por lo que no podría aun salir. Doria parecía realmente cansado y mientras se rascaba la nuca movía su cabeza de un lado a otro.
“¿Quieres un masaje cuando regresemos a la casa?”, le ofreció ella al ver al notar la expresión de su rostro.
Dorian sonrío ligeramente mirando de reojo a la mujer y agarrando su mano, entrelazando los dedos con ella. No supo el por qué, pero al momento encontró alivio en su malestar.
“Eso es algo que nunca rechazaría y más si me lo das tú”, dijo con la idea en la mente, principalmente su era con él acostado en la cama la cama desnudo, con ella sobre él y sus manos tocando todo su cuerpo, en los puntos necesarios.
Ella el momento entendió su referencia al escuchar el tono de su voz y el brillo de sus ojos.
“Lo que estás pensando no va a ocurrir, solo dije que te iba a dar un masaje”, ella desvió rápido la mirada.
Dorian bufó levemente.
“Lo que tú digas preciosa”, Dorian no se rendiría, al final tenía su forma de salirse con la suya.
En eso León salió corriendo de la empresa en dirección a ellos.
“Ceo, tenemos un problema grave”, estaba agitado y por la forma en que estaba le mostró a Dorian que algo bueno no era.
Su secretario era un hombre bien medido que no entraba en pánico tan fácilmente.
“Acabo de dejar todas las malditas cosas que estaban pendientes listas para poder descansar esta noche. He trabajado con un animal, ¿Qué pudo haber pasado?”, soltó Dorian no muy agradable después que se le rompiera la burbuja de felicidad que tendría esa noche.
León se tensó ante el tono que Dorian le soltó. Se notaba que estaba incómodo con la intervención.
“Dorian”, Elena apretó su mano pues normalmente no solía hablar así de tosco.
El hombre apretó los labios e hizo un movimiento de la cabeza a modo de disculpa.
“Disculpe no era mi intención interrumpirlo, pero esto es algo que tiene que tener urgente. Es un correo de uno de los accionistas más influyentes”, aun así, León conocía las prioridades.
Dorian sabía que León era una persona muy perceptiva y que se venía corriendo con alguna información era porque había que atenderla en ese momento. Se sobó su rostro y soltó un gran suspiro.
Quería regresar a la casa junto con Elena, ambos estaban cansados del agitado, pero al parecer tendría que esperar un poco más. Dorian no soltó la mano de Elena e iban a subir de nuevo cuando el auto con uno de sus choferes llegó y se detuvo delante de ellos.
Él iba a dejar que Elena 5 quedara con él, en esos momentos estaba muy alerta con todo su alrededor, pero dado que el auto ya estaba allí mejor era enviarla a casa primero.
“Prometo que no voy a desviarme o salir una vez llegue”, le dijo ella al descubrir la incomodidad que lo recorría.
Dorian la recorrió y apretó aún más la mano de ella.
“En este caso me llamas en cuanto llegues. Si no me llamas te juro que salgo corriendo para allá, no me importa si estoy hablando con el presidente de la república”, se inclinó y le dio un beso en los labios
Ella asintió con la cabeza y hasta que no estuvo sentada en el asiento del auto y este comenzaba a perderse al doblar la esquina, Dorian no entró de nuevo a la empresa.
De igual forma y aunque sabía que ella no iría a otro lugar que no fuera su mansión, ese día… se encontraba realmente incómodo. Tenía un mal presentimiento, por lo que resolvería ese asunto lo antes posible para reunirse con su esposa.
Cuando Elena llegó a la casa, Rafael la estaba esperando. Acababa de colgar y de informándole que ya estaba dentro de la propiedad para así dejar más tranquilo a Dorian y pudiera enfocarse en su trabajo.
“Buenas noches ¿El presidente no venía con usted?”, la saludó el mayordomo con una leve sonrisa viendo como Elena se sentaba en el sofá de la sala.
“A último momento tuvo algunas cosas que hacer, no creo que se demore mucho. Yo lo esperaré su habitación así que hasta que no llegue. No hace falta poner la cena todavía”, dijo ella aceptando el té que se le puso delante.
Rafael asintió sin decir más nada más.
“¿Ocurre algo?”, ella le preguntó dado que aunque el mayordomo no era muy conversador si solía hablar un poco más que ahora. Tomó un sorbo del té que estaba algo caliente y se quejó haciendo una mueca en su rostro.
“¿No es de su agrado el té?”, el mayordomo se puso delante de ella.
Elena lo sintió un poco amargo. Rafael conocía su gusto por esa bebida y dado que había vivido 3 años en aquella casa nunca había fallaba con el sabor como ahora.
“Solo el sabor es un poco difere…”, pero no puedo terminar la frase pues comenzó a sentirse mareada.
Lo atribuyó a que llevaba trabajando todo el día y de su estado. Se apretó el entrecejo para aliviar los síntomas.
“¿Se encuentra bien?”, escuchó la voz de Rafael qué le pareció que venía desde muy lejos.
Ella hizo un sonido con la garganta, pero nada más lejos de la realidad, en vez de mejorarse el mareo comenzó a hacerse más grande hasta le estaba entrando soñolencia.
“Creo que voy a subir, necesito recostarme”, dijo ella intentando levantarse.
Pero antes de que pudiera incorporarse por completo sintió que había perdido esfuerzo sus piernas.
“Creo que va a tener que necesitar ayuda”, para ese momento el tono de la voz de Rafael resulta un poco extraño y el corazón de Elena comenzó a martillear en su pecho.
Ella entrecerró los ojos en dirección a él. Y la a sonrisa que encontró en su rostro no le agradó nada, pero no pudo seguir o escapar de allí pues su mundo comenzó a desvanecerse hasta perder toda la fuerza de su cuerpo y todo se volviera negro.
Dorian había llamado a Elena en cuando había terminado en la empresa sin tener respuesta por parte de ella.
Se imaginó que se había acostado a dormir por la hora y no insistió mucho para no despertarla. Él también estaba cansado y deseaba llegar a recostarse. Aun así, se encontraba algo incómodo y había una sensación rara dentro de él.
Esperaba que solo estuviera un poco paranoico con toda la situación que los rodeaba en esos momentos.
Una vez que llegó encontró que había tranquilidad exuberante en la mansión, tampoco fue recibido por el mayordomo cuando se acercó a la entrada junto con León detrás de él.
Algo extraño, aunque esto había sucedido anteriormente cuando llegaba bastante tarde y ya eran bien pasadas las 12 de la noche.
Dejó a León en la planta baja organizando unos papeles en su estudio antes de retirarse a su casa y él subió en dirección a su habitación quitándose la chaqueta y abrió la puerta lentamente para no despertar a su esposa que debía dormir dentro.
Para su sorpresa la cama estaba intacta, no había rastro por ningún lado de la presencia de Elena. Se preguntó si se había acostado en su propia habitación.
Salió en dirección a la de ella y la abrió, no sabía por qué pero la mala sensación de su interior se había intensificado al llegar a la casa y todos sus miedos tuvieron validez al encontrar la cama de aquel lugar inmutable y no había vestigio de que alguien hubiera entrado allí.
El rostro de Dorian se ensombreció notablemente.
“Elena”, la llamó sin respuesta. Tampoco estaba en el baño pues la puerta estaba abierta. Eso no era bueno.
“Buenas noches, Ceo”, una de las empleadas que limpiaba a esa hora lo saludó cuando pasó caminando rápido por el pasillo.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar