Capítulo 51:

Necesitaba desahogarse y quizás Irene fuera aquella llave que le ayudaría a descubrir algunas cosas que necesitaba saber.

“La verdad, y aunque Dorian y yo ya hemos casado tres años apenas hemos tenido interacción entre los dos, era como si me rechazara completamente. Vivimos en la misma mansión, pero casi nunca nos veíamos, solo después que tuvo el accidente es que me está tratando como si fuera su esposa antes apenas sí me miraba y pocas veces interactuábamos a menos que fuera en la cama o algún hecho importante”, relata.

Había comenzado con una palabra, pero no se había detenido hasta dar el resumen total de todo

“Cariño, no soy la más indicada, pero de algo sí te puedo decir sí Dorian te mantuvo alejada de su familia por todo este tiempo y de él mismo fue por tu propia seguridad. Créeme, él te quiero, y ha hecho más sacrificio de los que te puedes imaginar”, por el rostro de Irene no pasó asombro, más bien, parecía bastante tranquila.

Elena apretó sus manos hasta que sus nudillos se pusieron blancos.

“¿Cómo puedes estar segura de eso? no tienes idea de todo lo que viví en estos últimos tres años”, su voz salió apretada.

“Van a tener que sentarse a hablar del tema, te pido que le des un poco de tiempo, ahora no es el momento de que te explique todo, tu vida incluso ahora corre peligro”, dice.

Eso estremeció a Elena incluso esa mujer sabía mucho más que ella

“¿Por qué corro peligro?”, preguntó con el corazón martilleándole el pecho.

En ese momento de la puerta fue abierta y un hombre alto vestido de negro y con rasgos familiares a Dorian apareció con una expresión sombría que cambió rápidamente a una sonrisa que de lejos se notó que era falsa.

“No te detengas. Yo también estoy interesado en saber por qué su vida está en peligro. Es la mejor parte de la historia”, Dorian miraba muy fijamente el vestido que tenía en sus manos.

Entre sus dedos acariciaba la textura para decir cuál era la más adecuada, era un hombre exigente aun si la ropa era barata. A su lado Jaby tenía una sonrisa de satisfacción ante la atención y tiempo que le estaba dedicando el hombre a la simple tarea de comprar.

“Te pusiste muy en serio escoger ropa para tu esposa, llevas mucho rato mirando todos los productos del pueblo a ver qué le compras”.

“Quiero que Elena se ponga lo mejor y si tengo los recursos para dárselos no voy a escatimar. No por gusto luche el puesto de Ceo de todo el imperio de mi familia”, Dorian dijo de forma seria.

“Bueno, has lo que quieras”, el hombre alzó los hombros con desinterés.

Aunque no era el mejor para hablar, él también tenía varias bolsas de su lado. No era único que no había escatimado con las compras para su esposa.

Después de revisar varias prendas usted Dorian ya había escogido cinco vestidos de diversos colores y estampados, guardándolos en una bolsa al final y después de pagarlos.

Al final no se había decidido cuál era el que le quería dar por lo que había comprado todos y que Elena se los pusiera como deseara.

Después de eso decidieron volver a la casa para desayunar y darles las sorpresas a sus esposas solo que Dorian no previó ver en los límites del pueblo tres autos muy familiares.

Podría hacer cualquier tipo de autos de lujo pero la insignia que tenían en la parte de adelante en un emblema completamente dorado era única y muy familiar para Dorian.

Demonios. ¿Qué hacía su padre en aquel lugar? Apretó los dientes con molestia y le dio su bolsa Javi con fuerza y apuro.

“Cuida de esto, tengo que volver rápidamente a la casa”.

“¿Qué ocurre?”, el hombre parecía confundido ante el cambio repentino del carácter de Dorian

“Mi padre está aquí”, dijo antes de salir corriendo y fue suficiente para que el semblante de Jaby palideciera.

En la casa de las dos mujeres se levantaron ante la intromisión de nuevo invitado. A pesar de tener características similares a Dorian la expresión de su rostro era totalmente fría y hasta se hizo presente una mueca de asco a mirar a su alrededor.

“Todavía no sé qué hago en este fin del mundo”, su tono se mostró completamente diferente al que conocí a Elena y el usado en las fiestas.

Era como si fueran dos personas completamente diferentes. Ya sabía que ese hombre no era de confiar. Lo había afirmado cuando su última visita en la casa de Dorian. Irene corrió al lado de Elena, la agarró de la mano y la puso detrás de ella.

“¿Qué haces aquí? No puedes entrar en mi casa sin permiso más bien no deberías estar en el pueblo, sabes que no eres Bienvenido aquí”, le gruñó al hombre.

“Ni que quisiera. Y además, acaso el pueblo ahora es tuyo”, Markus se dejó caer en el sofá con despreocupación haciendo que las patas del mueble crujieran bajo su peso.

“No te hagas el imbécil, sabes muy bien lo que hiciste la última vez que estuviste aquí”, la mujer estaba muy tensa, tanto que la mano que agarraba la muñeca de Elena apretaba tanto su piel que de seguro le dejaría marcas

“Estás divagando por la edad. Vine a buscar a mi esposa e hijo que se habían escapado de la casa y yo les estaba dando tiempo para recapacitar, pero ya que ninguno de los dos se dio por enterado que se les había acabado las vacaciones yo vine por ellos”, dice.

“Estás mintiendo. Ella no quería volver contigo”.

“Crees que me importa lo que pienses. Vine a buscar a mi hijo y a su esposa”, quiero cenar con ellos y hablar con ellos algunos temas”, Markus alzó una ceja.

“No seas mentiroso. Tú tienes otras intenciones y no te dejaré”, Irene parece una mujer pequeña, pero ella explotaba en ese momento

Elena no comprendía el cambio de actitud de Irene sobre todo con aquel hombre frente a ella pero por la forma en que había reaccionado sabía que no debía meterse en el medio de ellos dos.

La mirada de aquel hombre no lo hacía sentir agradable, más bien era como aquella vez la hacía sentir nuevamente incómoda, y deseo tener a Dorian a su lado. Agradecía que Irene estuviera junto a ella.

“Necesito que salgas del medio”, Markus parecía que estaba perdiendo la paciencia el tic nervioso de su ojo lo demostraba

“No lo haré, tú eres el que tiene que irte de aquí. Dorian deberá llegar en cualquier momento y te sacará”.

“Pues que venga, tengo algunas cosas que decirle como por ejemplo ¿Cuándo van a darme un hijo ellos dos?”, Markus saltó una carcajada sobresaltando a Elena.

La mención de aquello hizo que Elena palideciera. Era un tema que no habían tocado a pesar de que le estaban insistiendo y que muchas personas estaban interesadas en eso. Era normal después de uno casarse siempre existían en la cuestión y más cuando llevaban casados 3 años y nada todavía.

“No creo que eso sea un asunto el importe”, no sabía de donde había sacado la valentía para decirle aquello.

“Tienes una lengua bastante afilada pequeña, deberías cuidarte sobre todo cuando pertenece a mi familia. Las mujeres que entran a este círculo deben quedarse calladitas y con la cabeza abajo, después de todo bastante bien que se las mantiene para que cumpla con su deber”, Markus la recorrió de arriba abajo con la mirada.

Elena no entendía a qué se refería. Esa era la razón debía ser por la que Doria la mantenía apartada y ahora ella no sabía del tema no podía responderle aun así no retrocedió.

Irene estaba así era por algo las palabras que le había dicho antes resonaban en su cabeza estaba en peligro al parecer el peligro era el hombre delante de ella

“Puede preguntarle a Dorian cuando regrese, qué le dirá la respuesta que quiere escuchar Podemos esperar en el auto él se levantó en todos sus centímetros no tengo mucho tiempo ya bastante me lo perdí viniendo a este lugar así que ven conmigo sin replicar como él no ha hecho su trabajo como es debido al parecer voy a tener que tomar yo cartas en el asunto”.

“No la vayas a tocar”, Irene parecía aún más nerviosa y retrocedía llevándose a Elena contra ella

“Sabes que no eres pelea contra mí. Así que entrégame a esa mujer y dejemos esto, así como está sabes muy bien el poder que tengo”, Markus soltó una media sonrisa.

“No te dejaré que la trates como un objeto como lo hiciste como lo hiciste con la madre de Dorian”.

“No eres nadie para decir que tengo y que no tengo que hacer. Ella pertenece a mi familia y aunque Dorian ahora sea el Ceo de todo el Imperio yo sigo haciendo la cabeza de todo”, dice Markus.

“Y por eso yo también tengo poder para decidir en lo que se ocurre en la familia o que no debería”, Dorian entró por la puerta airado puso y se puso delante de Irene y Elena protegiéndolas

“Sal de aquí que no tienes nada que hacer”, ordena Dorian.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar