Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO
Capítulo 157

Capítulo 157:

Al escuchar esa frase, el semblante de Ethan cambió. ¿Por qué le desagradó tanto?

«¿Entonces estás tomando en serio tus planes con tu amor platónico?» se burló él.

Eso ni siquiera pasaba por su cabeza. Solo pensaba que debería regresar a Brasil, pues su madre se quedaría con su hija.

«Quién sabe, tal vez podamos funcionar,» respondió ella.

Sería bueno si Ethan se diera cuenta de que ella ya estaba interesada en él.

«Qué interesante, el mismo hombre que te hizo salir de tu país natal, te hará volver,» dijo con tono irónico. Pero, en realidad, no le costaba nada esa idea.

«Pues sí. Es un buen guion para reconectar, ¿no crees?»

«Ya sabes lo que pienso sobre eso. No me hagas tus sueños.»

Ella se rió, colocando las cosas que preparó en la barra. Sofía tenía curiosidad sobre lo que pasó entre él y Eva, ya que la última vez que lo vio, Ethan había dicho que terminaría con Eva esa noche.

Aunque tocó ese tema, decidió que no iba a preguntar nada más sobre su vida personal. Quería mostrar desinterés, mantenerse distante, aunque compartieran el mismo ambiente.

«Por favor, no arruines mis sueños,» pidió, poniendo un pedazo de tostada en su boca.

Ethan también empezó a comer, aunque no comentó nada.

«Es extraño,» dijo él.

«¿Qué?» preguntó ella.

«Ustedes están saliendo, pero no están pasando un día como este. Deberías aprovechar que estás aquí,» dijo él.

«Vamos con calma,» respondió ella, incómoda. «Pensé que, por ser él el amor de tu vida, no dudarías.»

«Una cosa no anula la otra. El hecho de amar no significa que sea una persona fácil. Quiero vivir la conquista, la añoranza, ¿sabes? Esas cosas que los romances proponen.»

Sofía estaba entendiendo tan bien lo que decía, que casi creía sus propias mentiras.

«¿Cuántos años tienes exactamente? Estás hablando como una adolescente de quince,» dijo él.

«Ya te pedí que no arruines mis sueños,» se rió ella.

«¿Y tú, Ethan? ¿Cuántos años tienes?» preguntó. «Estoy a punto de cumplir treinta.»

«Créelo, no,» se rió él, dando un sorbo a su jugo.

«Creo que esto puede funcionar,» comentó ella.

«¿Qué cosa?» preguntó, confundido.

«Estaba pensando en cómo sería nuestra convivencia ahora que no estamos…,» hizo una pausa, «Ya sabes.»

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