Capítulo 158:

«¡Ya, ya!» soltó él. «Pensé que no tocarías ese tema.»

«¿Por qué no?»

«No importa,» respondió ella. «Continúa con lo que estabas diciendo.»

«No quiero decir mucho, solo creo que podremos convivir en armonía.»

«Qué realmente ingenua,» rió él, dejando de comer y mirándola fijamente. «¿De verdad crees que nos llevaremos bien?»

«¿Cómo así?» preguntó ella, preocupada.

«Solo estamos interactuando así porque tenemos algo más. Si dejas de salir conmigo, Sofía, te trataré como trato al resto de la gente en la empresa. Para mí, no serás más que una simple empleada, como cualquier otra,» reveló.

Ethan no tenía miedo de decir lo que pensaba. Si quería decir algo, no se lo guardaba de ninguna manera, simplemente lo soltaba sin importarle si lo que salía de su boca ofendería a alguien.

«¿Así es como funciona?»

«Sí, así es. Debes recordar cómo soy con las personas que trabajan para mí.»

«Sí, recuerdo muy bien,» respondió ella, recordando su primer día de trabajo con Ethan y lo difícil que era tratar con él como jefe. Pero si ese era el precio que debía pagar para que nada más ocurriera entre ellos, lo aceptaba.

«No me importa, creo que es incluso mejor así,» dijo ella.

No era eso lo que él quería.

«Sofía, ¿qué puedo hacer para que te quedes a mi lado?» preguntó con cara de súplica.

«Creo que no lo sabes,» respondió ella.

«No necesitamos una relación para llevarnos bien.»

«No quiero vivir toda la vida siendo el pasatiempo de alguien. Sabes las cosas con las que sueño, no insistas,» pidió.

«Si te diera todo eso, ¿te quedarías conmigo?»

¿Qué clase de pregunta era esa? ¿Por qué Ethan dijo eso, haciendo que su corazón latiera con fuerza, como si viera una luz al final del túnel?

Si Ethan estuviera dispuesto a formar una familia con ella, claro que no habría ninguna razón para rechazarlo. Sería al lado de una persona que amaba, y su bebé crecería junto a su padre. Eso era un sueño.

Con tantos pensamientos en su cabeza, ni siquiera se dio cuenta de que se quedó en silencio durante tanto tiempo.

«Y… yo lo intentaría,» respondió.

«¿Ves?» dijo él, sacándola de su trance. «Lo que sientes por Mateo es tan superficial, vi cómo dudaste o pensaste en él.»

«¿Qué?» respondió, confundida.

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