Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO
Capítulo 147

Capítulo 147:

«No lo olvides, año nuevo, vida nueva.»

«Estoy segura de que el año que viene será de grandes cambios», se pasó la mano por el cabello.

«No pienses mucho en eso, trata de aprovechar al máximo estas últimas horas de este año. No lo olvides, cada día tiene su afán.»

«Tienes razón, me enfocaré solo en esta noche.»

«Ahora termina de arreglarte, antes de que tu novio impaciente invada esta habitación.»

Terminando de arreglarse, las dos salieron hacia la sala. Daniel miró a Kate con cierta desaprobación, pero pronto cambió la expresión en su rostro.

«Compré sombreros de Año Nuevo para todos ustedes», dijo Kate sonriente y emocionada. «Y por suerte, compré uno de más, tal vez imaginando que alguien más lo llevaría. Espero que lo uses, Mateo.»

«Gracias.»

Daniel puso los ojos en blanco discretamente, pero luego tomó uno de los sombreros y se lo puso en la cabeza.

Como vivían cerca, caminaron. El tráfico estaba lleno de coches y las aceras repletas de gente transitando. Todos estaban ansiosos por los eventos que ocurrirían allí, llenos de personas emocionadas que se presentarían.

«¿Puedo tomar tu mano?», preguntó Mateo. «Hay mucha gente y podría acabar perdiéndote.»

«Está bien», respondió sin darle mucha importancia.

Caminar de la mano con él fue una experiencia algo extraña, pero decidió no pensar mucho en ello. Faltaba poco para la medianoche, y quería, al menos, que los minutos restantes del año fueran tranquilos.

Hacía frío y sentía que en cualquier momento podría nevar, lo que haría aún más mágica aquella noche.

«Creo que este es un buen lugar para quedarnos», dijo Daniel.

Se ubicaron cerca de una barrera de protección, desde donde tendrían una vista privilegiada del escenario. Los cuatro se distraían mientras varias personas pasaban entre ellos.

«¿Nos tomamos una foto juntos?», pidió Mateo.

«Está bien.»

Sacó el celular de su bolsillo, tomó una selfie y la envió de inmediato.

Al mirar la foto de los dos en su celular, deslizó el dedo hacia un lado sin querer y vio la selfie que se había tomado con Ethan. Había pensado varias veces en borrar esa foto, pero decidió conservarla para mostrársela en el futuro a su bebé, en caso de que quisiera ver el rostro de su padre algún día.

Una vez más, su corazón se encogió, como si ese sentimiento en su pecho le hiciera un nudo en el estómago y paralizara el resto de su cuerpo.

«¡Deja de ser tonta!» Se reprochaba por pensar en aquel hombre incluso en ese momento de distracción.

Intentando disipar nuevamente sus pensamientos, miró hacia un lado y vio a Kate con cara de disgusto, como si estuviera contrariada por algo.

Acercándose discretamente, preguntó a su amiga si había pasado algo.

«Todo está bien, es solo que Daniel a veces me saca de quicio.»

«Quédate aquí conmigo entonces», le pidió.

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