Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO -
Capítulo 105
Capítulo 105:
“¿Cuál sería mi utilidad si hasta ahora no he visto la necesidad de mi presencia aquí?”, lo cuestionó ella.
Él dejó de caminar y la miró.
“Te aprovechas para decir lo que quieras solo porque estoy borracho. No seas rebelde”.
“No estoy siendo rebelde, solo quiero ser útil de alguna manera”.
“El simple hecho de estar aquí ya es una gran utilidad”, respondió él.
Antes de que Sofía pudiera responder algo más, sus ojos se deslumbraron por los faros de un coche que se detuvo junto a ellos. El conductor bajó del coche, abrió la puerta trasera del pasajero e indicó que ellos subieran.
“¿A dónde quiere que lo lleve, señor?”, preguntó el conductor, que también estaba en el coche.
“Quiero dar un paseo un poco”, respondió Ethan.
Sofía se sorprendió por la respuesta de su jefe. Ethan estaba borracho y aún así quería pasear. ¿Qué estaba pasando por su cabeza?
“¿No crees que sería mejor ir al hotel a descansar?”, preguntó ella.
“No, quiero disfrutar un poco”.
Tokio.
“Pero ni siquiera puedes mantenerte de pie correctamente.”
Ethan apoyó su cabeza en el hombro de Sofía, dejándola un poco desconcertada por esta actitud delante de esos hombres.
“¿No dijiste que querías sentirte útil?”
Ahí estaba él, utilizando sus propias palabras en su contra.
Sin poder cuestionarlo, simplemente aceptó en silencio. El conductor y el guía conversaban en el idioma local, mientras Ethan seguía con la cabeza apoyada en el hombro de Sofía.
El lugar elegido por el guía fue el Parque Keio, un sitio estupendo para dar un paseo nocturno. A pesar de estar en invierno y de que la temperatura ambiente fuera de 15 grados, eso no los detuvo para llevar a cabo su plan. Ambos estaban bien abrigados y caminaban por una amplia acera rodeada de árboles, que, aunque estaban secos, estaban iluminados, representando la llegada del invierno y otorgando al lugar una belleza innegable.
“Este lugar debe ser hermoso en primavera”, dijo ella mientras caminaba, apoyando a su jefe del brazo.
“Estos son árboles de Sakura, las famosas flores de cerezo”, explicó Ethan.
“¿En serio?”, preguntó sorprendida.
Sofía era apasionada por las flores de cerezo, y como le encantaba ver dramas coreanos, siempre se imaginaba caminando junto a la persona que amaba por una acera cubierta de estas flores, con pétalas cayendo al suelo a la velocidad de cinco centímetros por segundo.
“En primavera, este lugar está cubierto por las pétalas de las flores, durante dos semanas, como si fuera una alfombra. Debe ser algo hermoso de ver”, comentó Ethan.
“Si quieres, podemos venir aquí en primavera”.
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