Destinada a ellos -
Capítulo 59
Capítulo 59:
Cyrus se aproximó a mí y Eli se apartó mientras se desplazaban hacia abajo. Eli dejó de besarme pero Cyrus pronto tomó su lugar.
Los labios de Eli recorrían mis senos y mis paredes vag!nales palpitaban de deseo mientras Eli mordisqueaba y chupaba mi pecho.
Envolví su cuerpo con mis piernas, atrayéndolo aún más hacia mí, deseando que hundiera su espada hasta la empuñadura en mí se%o húmedo.
Eli mordía mis pezones, lo que hizo que mi espalda se arqueara. Cyrus se apartó para dejarme recuperar el aliento y moví mis caderas contra el cuerpo de Eli.
Se bajó los pantalones y se acomodó. Su pene presionó los pliegues húmedos de mi vag!na y luego lo insertó en ella.
Lancé un gemido entrecortado mientras su mi$mbro viril se abría paso profundamente dentro de mis paredes vag!nales.
Moví mis caderas cuando se detuvo, lo que me daría tiempo para estirarme a su alrededor, pero yo ardía de deseo y solo quería que me embistiera.
Acercó sus labios a los míos y me besó, se apartó y comenzó a embestirme dolorosamente. Su pene golpeaba mi cuello uterino mientras yo rebotaba en la cama y mi cabeza golpeaba la cabecera de la misma.
“No seas tan rudo, Eli”, le advirtió Cyrus, pero a mí me gustaba aquella rudeza.
Movía frenéticamente mis caderas, tratando de llegar al orgasmo. Eli agarró mis caderas y tiró de mí con más fuerza hacia abajo en la cama.
Luego, agarró mis manos y las sostuvo por encima de mi cabeza, a modo de tornillo. Moví mis caderas mientras su pene endurecido entraba y salía de mi vag!na, él permanecía inmóvil.
Clavó sus garras en mis muñecas mientras yo seguía moviendo mis caderas. Sin embargo, no era suficiente.
El calor acumulado dentro de mí hizo que yo agitara con placer los dedos de los pies mientras una oleada de placer recorría mi cuerpo. Finalmente me calmé, estaba sin aliento.
Traté de liberar mis manos mientras él las aferraba con una de las suyas, pues necesitaba que se moviera.
Eli se dio cuenta de qué era lo que yo quería, así que sacó su mi$mbro viril de mi vag!na pero luego volvió a insertarlo con fuerza, con embestidas brutales, hasta alcanzar un ritmo que me hizo gritar de placer.
Aquello era doloroso pero al mismo tiempo agradable. La excitación acumulada hizo que sintiera una opresión en mi estómago y que mi piel se sonrojara. Mi respiración se tornaba irregular mientras g$mía intensamente.
Cyrus posó una de sus manos en uno de mis senos y retorció el pezón con sus dedos. Eli aumentó la rapidez de sus movimientos y sentí que mi clímax se aproximaba con sus repetidas acometidas en mi punto G.
Apreté su cintura con mis piernas y experimenté un intenso orgasmo cuyas oleadas me hicieron gritar.
De repente aquel intenso calor se disipó y mis secreciones vag!nales cubrieron su endurecido pene mientras él ralentizaba sus movimientos, dejándome gozar de mi orgasmo.
Mi respiración se aceleró mientras trataba de recuperar el aliento, cuando de repente se apartó, soltó mis muñecas y me dio la vuelta.
Agarró mis caderas, levantó mi trasero en el aire, puso su mano en el centro de mi espalda y me empujó hacia abajo.
Lo sentí acomodarse antes de hundir su espada en mí. Aquel ángulo era mucho más profundo, mientras su pelvis golpeaba mi trasero con cada embestida.
Solo se oía el choque de nuestras carnes. Cyrus agarró mi barbilla, haciéndome mirarlo mientras me besaba.
Eli aferró mis caderas con mayor fuerza, sus uñas se clavaban en mi carne. Gemi en la boca de Cyrus, su lengua jugueteaba con la mía y agarré su mi$mbro viril por encima de sus pantalones.
Tiré de ellos con la intención de que se los quitara y él lo hizo a patadas. Eli ralentizó sus movimientos antes de apartarse y luego situé mi cuerpo entre las piernas de Cyrus, besando su p$ne y pasando mi lengua por el mismo.
Cyrus me apartó el cabello de la rostro y luego sentí que Eli colocaba su cuerpo entre mis piernas.
Posteriormente sentí su p&lla endurecida deslizarse entre mis labios y hundirse en mí. Mis paredes vag!nales apretaron su pene con fuerza.
“¡Maldición!”, gruñó.
Chupé la p&lla de Cyrus y luego la introduje más profundamente en mi boca, succionando su carne excitada mientras Eli me penetraba una y otra vez, haciéndome g$mir alrededor de su falo. Cyrus agarró mi cabello con más fuerza mientras metía su p$ne en mi boca.
Tuve que hacer que mi garganta se relajara para que se deslizara por ella, mis ojos estaban humedecidos por aquella acción, mientras poco a poco lograba encontrar el ritmo ideal para aquella felación. Mi saliva cubría su pene mientras este se deslizaba entre mis labios.
Me eché hacia atrás y agarré las caderas de Eli, deseando que se moviera con mayor rapidez, Aceleró el ritmo mientras la sensación que aquello me hacía experimentar en el estómago era cada vez más intensa.
Solté sus caderas para poder mantener el equilibrio mientras me penetraba. Sentí que colocaba su mano en mi trasero y luego percibí que su pulgar presionaba los tensos músculos alrededor de mi ano.
Ejercí presión contra su cuerpo y mis secreciones se derramaron sobre mis muslos mientras me f$llaba.
Mis paredes vag!nales se agitaron alrededor de su p$ne er$cto mientras experimentaba aquella familiar sensación de tensión previa al orgasmo cuando de repente introdujo su pulgar en mi ano.
Cyrus me tomó del cabello con más violencia, y luego sentí que un orgasmo hacía que mi cuerpo se estremeciera mientras yo g$mía alrededor de su p&lla.
Los movimientos de Eli se hicieron erráticos mientras buscaba lograr su propio orgasmo. Alcancé el clímax en medio de oleadas de placer y sentí el esperma caliente de Cyrus derramarse en mi boca al mismo tiempo que Eli se quedaba inmóvil.
Mi vag!na hacía salir el s%men de su mi$mbro viril, mis paredes vag!nales se agitaban alrededor de este y su s%men cubría el interior de mi cuerpo mientras el esperma de Cyrus se derramaba en mi boca y se deslizaba por mi garganta.
Sentí que Eli se apartaba de mí y se dejaba caer en la cama, agotado. Percibí que Cyrus se inclinaba sobre mí y me besaba una mejilla. Al sentir la cama abrí los ojos y vi que Eli ahora tenía puestos los pantalones.
Se acercó a mí con un paño húmedo y caliente en la mano, y luego ejerció presión entre mis piernas con él, limpiándome.
“¿Ya te sientes mejor?”, me preguntó.
Asentí con la cabeza mientras bostezaba, somnolienta.
“Sí, mucho mejor”, respondí.
Los párpados me pesaban una tonelada y ya no podía mantenerlos abiertos. Sentí que ambos lados de la cama se hundían y luego Cyrus me atrajo hacia su cuerpo, su mano descansaba en mi cadera. Me sumergí en un profundo sueño.
…
Al despertar a la mañana siguiente vi que se disponían a dirigirse al trabajo. Me volví de costado y advertí que Cyrus salía, llevando puesto un traje.
“Vuelve a dormir. Tendremos reuniones durante todo el día y todavía tienes fiebre”, me dijo mientras me besaba una mejilla,
Eli entró llevando una bandeja y la colocó en la mesa de noche. Luego, me entregó un vaso de jugo. También llevaba puesto un traje y estaba listo para salir a trabajar.
“Estaremos de regreso a las 3, espero que no te escapes”, me dijo.
“¿Y a dónde iría? Me tomaría todo el día caminar hasta la ciudad”, respondí. Luego, se inclinó sobre mí y me dio un besito en los labios.
“Descansa un poco”, me dijo mientras se marchaba en compañía de Cyrus.
Me comí mi tostada untada de mermelada y luego me acosté nuevamente, acurrucándome debajo de mí sábana para volverme a dormir.
Me sentía muy mal, como si tuviera resaca. Tras haber dormido durante unas cuantas horas, desperté al escuchar unos fuertes golpes en la puerta.
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