Destinada a ellos
Capítulo 36

Capítulo 36:

Me puse descuidadamente un par de pantalones, agarré mi jersey y bajé las escaleras caminando.

Cada vez que el suelo crujía bajo mis pies contenía la respiración, nerviosa ante la posibilidad de que el ruido llamara su atención.

Al llegar a la puerta principal la abrí rápidamente y luego la cerré suavemente a mis espaldas. Los campos de fútbol estaban al final de mi calle, junto a los humedales.

Sentía el frío del suelo bajo mis pies mientras caminaba por el césped de mis vecinos, cubierto de roció.

Al arribar al final de la calle vi el automóvil de Sam, pero este no estaba en su interior, así que me dirigí a las gradas y vi que estaba sentado en ellas.

Sam se puso de pie al verme caminar hacia él,

“Debes estar congelada”, me dijo mientras miraba mis pies descalzos.

“No puedo quedarme aquí mucho tiempo porque podrían despertar en cualquier momento”, señalé.

“¿Acaso están en tu casa?”, me preguntó. Asentí.

“He estado hablando con mi jefe y pensamos que podríamos ayudarte a deshacerte de tu marca”, observó.

“¿Acaso le comentaste a tu jefe sobre ellos?”, le pregunté.

“Siéntate y te lo explicaré”, me dijo. Obedecí mientras Sam miraba nerviosamente a su alrededor.

“La verdad es que no trabajo para ninguna compañía tecnológica y tu padre tampoco desempeñó jamás esa clase de labor”, me confesó.

Sam jamás había conocido a mi padre, así que me preguntaba por qué lo mencionaba.

“¿Qué tiene que ver mi padre en todo esto?”, le pregunté intrigada.

“Tu padre y el mío trabajaron juntos. Sé que tu padre era un buen hombre y que también era un cazador como yo”, repuso.

“¿Un cazador? ¿A qué te refieres?”, le pregunté.

“Si, un cazador, Nos criaron para cazar a los de su especie. Por lo general, los mayores de cada generación relevan a sus padres cuando cumplen los 18 años de edad. Tu padre tenía la intención de introducirte en nuestro mundo cuando tuvieras la edad suficiente para ello, al igual que lo hizo mi padre conmigo”, respondió.

“Espera un momento. Eso no tiene sentido. Mi papá murió en un extraño accidente”, señalé.

“¿Y si fue así entonces porque jamás encontraron su cuerpo?”, replicó.

Su observación me hizo reflexionar. La muerte de mi padre había dejado muchas incógnitas, pero yo no podía creer que nos hubiera ocultado aquello a mi madre y a mí.

“Fue asesinado por un vampiro”, me dijo.

Sorprendida por aquella inesperada revelación, moví bruscamente la cabeza hacia él.

“Querías saber por qué regresé. Bueno, pues fue a causa de tus jefes. Hace un tiempo que volví. Habíamos estado tratando de localizarlos durante meses. Esta es la única vez que han permanecido acá durante mucho tiempo, así que me encomendaron la misión de descubrir cuál era la razón. Y entonces me di cuenta de que habías empezado a trabajar para ellos”, explicó.

“Espera un momento. ¿Por qué los estás rastreando?”, le pregunté.

“Queremos vigilarlos para asegurarnos de que no actúen de manera indebida. Si lo hacen nos veremos obligados a intervenir. Si no cometen alguna transgresión, sencillamente los dejaremos en paz. Pero acabo de descubrir que eres su pareja”, repuso.

“¿Sabes lo que son las parejas?”, me preguntó al tiempo que inclinaba la cabeza hacia un lado y miraba mi cuello, el cual cubrí entonces con mi cabello, pues me inquietaba la forma en que lo miraba.

Se arrodilló frente a mí y colocó sus manos en mis muslos.

“Puedo ayudarte a deshacerte de ellos, antes de que tu vínculo se consolide. Puede revertirse siempre y cuando Cyrus no te haya marcado”, indicó.

“¿Y cómo piensas hacerlo?”, le pregunté. Todo aquello me parecía absurdo.

“Una bruja me dio esto, hay algunas personas que trabajan para nosotros. Solo tienes que beberlo”, contestó al tiempo que extraía un pequeño frasco de su bolsillo. Me lo entregó y observé que el líquido amarillento que contenía brillaba.

“¿Qué es esto?”, le pregunté.

“No estoy seguro de qué es exactamente, pero ha funcionado anteriormente, según dijo la bruja. Además, mi jefe confirmó su utilidad. En cuanto lo bebas el vínculo se disolverá y así quedarás en libertad para estar conmigo. Te dejarán en paz después de ello”, me dijo mientras se inclinaba hacia adelante y yo examinaba el frasco que tenía en mis manos.

Luego, le lancé una mirada. Retrocedí al darme cuenta de que me iba a besar.

“Si me besas Eli se percatará”, le advertí.

“No me importa que se entere. Siempre te he querido y deseo que estemos juntos. Te amo”, susurró antes de tomarme por la nuca.

Sus labios presionaron los míos de una manera a la vez ruda y suave. Lo besé pero no experimenté la misma sensación que cuando estaba con Eli y Cyrus.

Siempre había amado a Sam, pero, ahora que ellos estaban presentes en mi vida, mis sentimientos eran muy diferentes.

Me besó con mayor pasión al tiempo que colocaba su otra mano en la parte baja de mi espalda, me levantaba del banco y me acercaba a él,

De repente oí un fuerte gruñido que me hizo sobresaltar y me aparté de él. Vi que Eli estaba recostado en la barandilla, observándonos.

Sin embargo, Sam no parecía estar atemorizado, lo cual me pareció extraño, porque a mí sí me aterrorizaba su semblante.

“Ven aquí, Addie”, gruñó Eli. Obedecí, temerosa de que me lastimara, pero entonces Sam agarró mi mano.

“No tienes que ir con él”, me dijo al tiempo que me lanzaba una mirada.

Tomó el frasco de mi mano y lo mantuvo en alto. Eli miró el frasco y poco después escuché un sonido estruendoso que brotaba de su pecho, lo que hizo que la sangre se helara en mis venas. Sam me devolvió el frasco.

Eli se abalanzó contra él, lo tomó por la camisa y lo arrojó contra el concreto. Lancé un grito y salí corriendo hacia él, pero de repente sentí que unos brazos me aferraban por la cintura, apartándome de ellos.

Al mirar sobre mi hombro vi que era Cyrus quien me había aferrado.

“No le hagas daño, Eli, por favor”, le imploré llorando,

“Aunque quisiera lastimarme no podría hacerlo, pues en tal caso toda la organización los perseguiría. ¿No es así, Eli Colten?”, le dijo Sam en tono de burla.

Eli lo estrelló contra el piso. Luego, se levantó, caminó hacia mí, tomó el frasco de mi mano y vació el contenido del mismo en el piso.

Sam se incorporó. Una sonrisa malévola se dibujó en sus labios. Podía sentir la respiración de Cyrus en mi cuello, lo cual me hizo estremecer. Aferró mi cintura con más fuerza con su brazo.

“Llévala a casa”, le dijo Eli a Cyrus, y entonces sentí que me apartaban de allí.

“No, espera”, gruñó Cyrus a mis espaldas. Podía sentir su aliento en mi cuello, lo que hizo que se me pusiera la piel de gallina.

“Si luchas contra nosotros dejaré que Eli lo mate”, me dijo Cyrus. Le lancé a Sam una mirada que traslucía un intenso miedo.

“Ve. No te preocupes, volveremos a vernos”, me dijo Sam y luego le dirigió una mirada a Eli, que se aproximó a él.

De repente sentí que unas manos me agarraban. El aire se agitó a mí alrededor, lo que hizo que experimentara un picor en la piel.

Mi estómago dio un vuelco cuando, en cuestión de segundos, me vi en mi habitación. Cyrus me dejó en el piso y sentí vértigo, lo que me hizo tambalearme. Me sostuvo mientras yo recuperaba la visión normal,

Aferré su brazo mientras esperaba a que la habitación dejara de girar violentamente. Mi madre salió de su habitación y se recostó en el umbral.

Parecía preocupada. Escuché que la puerta de la entrada se cerraba ruidosamente. Eli subió las escaleras y mi madre se sobresaltó cuando se aproximó a ella. Sus ojos lanzaron una mirada asesina.

“¿Todo está bien? ¿Qué fue lo que sucedió, Addie”?”, me preguntó mi madre, cuyos ojos fueron nerviosamente de Cyrus a Eli.

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