Destinada a ellos -
Capítulo 15
Capítulo 15:
Por su parte, él se acercó a su escritorio, tomó los formularios que había llenado el otro día y me los entregó. Como respuesta los miré encogiéndome de hombros, sin entender por qué me estaban dando eso.
“Firmaste un contrato, por lo tanto eres nuestra. Y aunque hayas renunciado me aseguraré de que vuelvas corriendo. Está todo en el contrato que firmaste, lo sabrías si te hubieras molestado en leerlo detalladamente”, espetó.
Entonces hojeé las páginas pero no encontré nada que dijera que no podía renunciar a mi propio trabajo. Paralelamente, ver tantas cláusulas diferentes me hacía doler la cabeza y todo se me mezclaba.
“Quédense con todo, no me importa, pueden quedarse con mi auto”, les dije, girando sobre mis talones.
“Estás olvidando algo, Addie, la casa de tu madre está a tu nombre, sus cuentas bancarias también. Tu padre le dejó todo lo que tenía a sus hijas y tu hermana te cedió sus derechos a ti cuando tomaste la custodia de su hija. Por lo tanto, tienes muchos activos y, si renuncias, me quedaré con todo y te dejaré en bancarrota”, dijo Eli.
A todo esto, yo pensaba que no eran capaces de hacer algo así, ¿O sí? Después de todo, yo no era tan difícil de reemplazar.
“De acuerdo a este documento, estás bajo contrato por el resto de tu vida”, dijo Cyrus, pasando a una página y señalándola. Inmediatamente leí
[El firmante de este contrato trabajará y lo hará exclusivamente para el Señor Cyrus y Elijah Colten indefinidamente, en caso de incumplimiento de este contrato, el firmante renuncia a todos sus activos a favor de la empresa]
Luego de leer, jadeé: nunca habría firmado esto, ¿Qué persona en su sano juicio lo haría?
“Lo llevaré a tribunales, ningún juez estaría de acuerdo en que se firme algo así”, les dije.
“¿Con qué dinero harás eso? Te limpiaremos mucho antes de que llegues a estar ante un juez. Ahora te poseemos, nos perteneces, podemos hacer lo que queramos contigo. Si no cumples, Addeline, arruinaré la vida de tu familia y nunca será la misma”, amenazó Cyrus.
Por mi parte los miré fijamente, sorprendida de que pudieran ser tan crueles.
“Sin mencionar que me aseguraré de que nunca más consigas un trabajo”, agregó Eli, sentándose en el borde de su escritorio y cruzando los brazos sobre su pecho.
“¿Por qué haces esto, qué te he hecho”?”, pregunté con los ojos llenos de lágrimas.
“Nada, simplemente eres nuestra y no permitiremos que nos dejes”, dijo Eli como si la respuesta fuera obvia.
“Eso no tiene sentido”
“Lo tendrá a su debido tiempo, eventualmente te darás cuenta de la idea una vez que el vínculo de pareja entre en acción”, dijo Cyrus, haciéndome fruncir el ceño.
“¿VÍNCULO DE PAREJA?”, grité,
¿Qué diablos es un vínculo de pareja?, me pregunté a mí misma, haciendo una nota mental para googlearlo en cuanto llegara a casa.
“Lo entenderás con el tiempo, nada de eso importa ahora. Lo que importa es que no vas a renunciar y seguirás trabajando para nosotros”, agregó Eli.
Al escuchar esto mis lágrimas se derramaron y Cyrus dio un paso adelante extendiendo su mano. Nada de esto tenía sentido, lo que hacian era absurdo.
“No me toques”, le dije cuando intentó tomar mi mano.
“¿Addie?”, dijo Elli, suavizando el tono de voz antes de acercarse hacia mí. Por mi parte, intenté apartarme de él pero me apretó contra su pecho, abrazándome.
“No llores”, susurró con dulzura.
Estaban locos. Ambos habían perdido la cabeza. ¿Cómo podían esperar que alguien aceptara eso? Entonces los empujé.
“Cuidaremos de ti, Addie, estarás bien con nosotros, con el tiempo lo entenderás”, dijo Cyrus.
De repente me di cuenta, esta debía ser la forma en que Eli se vengaba de mí por besar a su esposo.
“Es por lo de anoche, te dije que no era mi intención hacer eso. Por favor, Eli, no hagas esto, esa no es mi casa, es la de mi madre”.
“No tiene nada que ver con lo de anoche, te dije que no me importaba que te besara”, dijo Eli.
Mientras tanto, Cyrus sonreía a su lado y me obligó a mirarlo.
“Bueno, obviamente te importa porque estás haciendo esta mierda”, le contesté, sosteniendo la carpeta.
Al oír mis palabras tomó la carpeta y la tiró sobre el escritorio antes de agarrar mis muñecas y acercarme a él.
Luego agarró mi rostro para besarme, su lengua se apretaba contra mi labio inferior queriendo tener acceso, pero yo me resistía.
Mientras yo sacudía la cabeza, él me mordía el labio, chupándolo con su boca. Luego, mis labios se separaron ligeramente y aprovechó esa oportunidad para forzar su lengua dentro de mi boca.
A todo esto, yo trataba de empujarlo hacia atrás, pero era como intentar mover una pared de ladrillos.
Su lengua se sentía caliente contra la mía, mientras saboreaba cada centímetro de mi boca y yo trataba de alejarlo.
“Él no se detendrá hasta que le devuelvas el beso, Addie”, dijo Cyrus detrás de mí mientras yo luchaba para apartar mi rostro de sus labios, que me estaban asaltando. Hasta que finalmente me rendí, mi cuerpo se puso rígido pero él no se detuvo.
Haciéndole caso a Cyrus, le devolví el beso pero mordí su labio con fuerza, con tanta fuerza como para hacerlo sangrar.
Inmediatamente me soltó, agarrando mi cabello y haciéndome gritar de dolor mientras mis raíces ardían dolorosamente en mi cuero cabelludo.
Mientras tiraba de mi cabeza hacia atrás, su labio estaba lastimado y un hilo de sangre corría por su barbilla hasta que se lo limpió con la mano.
Unos segundos después su rostro se acercó a la mía mientras me miraba, sus labios estaban hacia atrás sobre sus dientes, perfectamente rectos, y su agarre en mi cabello se apretó aún más, haciéndome gritar con ojos llenos de lágrimas.
“Haz eso otra vez y te haré daño”, dijo antes de soltarme y empujarme hacia atrás.
El aventón me hizo chocarme con Cyrus, que me sujetó, poniendo su mano en mi codo.
“¡Fuera!”, me gritó.
Rápidamente agarré mi bolso y salí corriendo por la puerta, mientras Cyrus me seguía. Presioné repetidamente el botón del ascensor.
“No llegues tarde mañana”, es todo lo que dijo antes de darse la vuelta y caminar de vuelta a la oficina de Eli.
Tan pronto como me sentí segura dentro del ascensor, me quebré. Desmoronándome, me deslicé por la pared mientras las lágrimas corrían por mis mejillas luego de lo que había sucedido.
Cuando la puerta del ascensor sonó, me incorporé justo antes de que se abriera, me sequé las lágrimas y me dirigí a las puertas de vidrio.
Caminé hasta la estación de tren y busqué un taxi, mientras me daba cuenta de que había dejado mi maleta en el auto de ellos.
De todas formas, pude tomar un coche para volver a casa. Luego de abrir la puerta de mi residencia, fui rápido a mi habitación, tirando mis cosas y agarrando mi toalla antes de correr hacia el baño.
“¿Addie, eres tú?”, gritó mi madre desde la habitación de Maya.
“Si, mamá, soy yo, solo quiero ducharme”, respondí antes de entrar al baño y cerrar la puerta.
Necesitaba limpiarme antes de que comenzara a hacerme preguntas, ya que estaba legalmente obligada a no contarle nada.
En ese momento toda mi vida se estaba desmoronando y no sabía cómo arreglarlo o qué hacer y, la peor parte era que no podía decirle a nadie sin arriesgarme a ser demandada.
Por otra parte, no quería volver donde estaban ellos, la mera idea ya me asustaba. Por lo tanto me quedé en la ducha por un rato, perdida en mis pensamientos mientras mi madre tocaba la puerta
“Adeline, ¿Está todo bien?, has estado ahí por un rato largo”, preguntó.
Entonces cerré los grifos y agarré mi toalla.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar