Destinada a amarte -
Capítulo 94
Capítulo 94:
“¿O qué, me hará desaparecer?”, inquiere ella encarándolo sin el menor miedo.
“¡Largo!”, exclamo.
“¡Largo de aquí!”, repito enfurecida, descruzo mis brazos apretando mis manos en puños. Ella ríe de manera sardónica.
“Esperemos no estén involucrados en nada más, porque me encargaré de que se haga justicia”, advierte la detective.
“Lo lamento, mi compañera…”.
En cuando el oficial se retira, ella pasa por un costado de mí.
“Supongo que irás al funeral de Akim, de lo contrario levantarás más sospechas, de que tu esposo quiso ocultar algo que el Señor Baker quería publicar de ti, quizá ese video u otros más obscenos… la Señora Novikov salió bien p%ta al final de todo”, murmura a mi costado provocándome, abro los ojos con sobresalto.
Tomo una bocanada de aire manteniendo mi compostura.
“Sin pruebas que incriminen a mi esposo, lo que usted comete es un delito. Debe de saberse bien las leyes para ser detective, no se humille delante de una simple mujer como yo, en tu p%ta vida volverás a pisar el suelo de nuestro hogar”, advierto antes de arrancarle el cabello de tajo con mis manos.
Sus fosas nasales se expanden y se da la vuelta para terminar de irse con una mueca en la boca.
Suelto el aire retenido y relajo mi cuerpo para romper la distancia y correr hacia Vlad.
“¿Cómo… por qué cerraron el caso?”, pregunto sorprendida.
Él encoge los hombros y la familia estaba pidiendo un funeral a su hijo.
“Las investigaciones lo estaban retrasando… no lo maté”, dice él mismo sorprendido.
“No, no lo hiciste y siempre lo supe”, reitero con seguridad sosteniendo su rostro.
“Gracias, por no hacerlo”, agrego. Su cejo se arruga. Niego con la cabeza.
“No hubiera querido que lo hicieras”, repito.
“Ahora tengo que ir a ese funeral. La bruja tiene razón, sospecharán si no asistimos”, agrego llamando su atención.
“¿Estás segura?”.
“Si estás tú a mí lado, sí”, murmuro cerca de sus labios. Él asiente para sostener mi rostro.
“Siempre a tu lado”, reitera con intensidad besando mis labios con la misma potencia.
Sonrío viendo cómo Vlad le roba las fresas a Zayn y este se las pelea. Anastasia come a gusto sus panqueques y le doy un sorbo a mi café.
Dejo salir un suspiro por la escena y deseo quedarme para siempre en un momento como este; con los mellizos sanos y con mi esposo siendo el mejor padre. Pero, la realidad no siempre es color de rosa y felicidad…
Nos despedimos de los mellizos que se quedan bajo el cuidado de las dos Nanas, y subimos al auto custodiado por Dante que nos lleva a la comisaria donde se encuentra Dmitry encarcelado y sin derecho a pagar fianza, pues es sospechoso de intento de asesinato.
Cuando llegamos, el oficial que nos recibe nos invita a sentarnos de manera individual dentro de un cuarto donde nos interroga, damos nuestros testimonios con la verdad y nada más que eso. Salimos para encontrarnos y sujeto la mano de Vlad.
“¿Ya podemos irnos?”, pregunto, tenemos que asistir al funeral de Akim.
“Sí, también quiero irme de aquí”, responde pareciendo agotado.
“¡Hey! Hermano, ¿No piensas saludar?”, habla de repente, Dmitry.
Nos giramos para mirarle esposado y siendo escoltado por dos oficiales. Se denota demacrado como si no hubiera dormido ni un dime
“Que bien”, suplica encarando a Vlad, quien se tensa de inmediato.
“No soy tu hermano y no te diré nada”, gruñe.
“¡Espera! Valeria, te entregaré las acciones al precio que me pediste si me dices sobre mi madre… te lo suplico”, dice desesperado con la voz rota, sus ojos se encuentran rojos.
“No me interesan las acciones en este momento”, murmuro.
“¡Por favor!”, exclama sollozando.
Miro a Vlad y él se suaviza el puente de su nariz.
“Su vida pende de un hilo por tu culpa, por querer acabar conmigo, ahora Tania está conectada a un respirador porque su pulmón fue perforado por la bala y sufrió un paro… ruega, reza y suplica a cualquier Dios, esperando a que ellos te escuchen y tu madre despierte”, manifiesto y los ojos de Dmitry se abren llenos de miedo por mis palabras.
Me doy la vuelta junto con Vlad para escuchar a espaldas los sollozos y gritos del mayor de los Novikov, seguramente forcejeando con los oficiales.
“¡Fue Hannah Taylor! ¡Hannah Taylor!”, grita de repente Dmitry, deteniendo nuestros pasos de golpe.
Mi corazón bombea con fuerza por su declaración y en este momento puedo escuchar la respiración enfurecida de Vladimir a mi costado.
Pov Hannah.
Veo las noticias donde la prensa fotografía y capta en video a Vladimir alzando a un niño y a Valeria en brazos por Anastasia. Gasté mucho dinero por nada… el francotirador falló; Dmitry falló con su cometido. Aprieto mis manos en puños al escuchar al reportero.
“Ha ocurrido un terrible hecho en la fiesta de la familia elite Novikov, lo que era una reunión familiar privada terminó en un atentado en contra de la matriarca de la familia; la Señora Tania Domínguez de Novikov, esposa del magnate ruso retirado; Mikhail Novikov; abatida con un rifle en la entrada del hotel, donde se desconoce al perpetrador”, dice.
“Aún no se sabe el estado de la víctima y el motivo de este ataque mortal…”, sostengo la silla alzándola con mis manos para lanzarla contra la pared y suelto un grito desgarrador.
“Se ha encarcelado al heredero de la familia Novikov»“, anuncia el reportero, abro los ojos con sobresalto mirando las fotografías de Dmitry
‘Imbécil’, pienso, siento que me dará un ataque al corazón.
No he dormido bien, con la paranoia de que me encontrará la maña o los detectives que me buscan. Mis ojos arden y camino hacia la bolsa con mis cosas, saco una tintura de cabello oscuro y llego hasta al baño.
Pienso que la culpa ha sido de Dmitry, es un débil que no ha conseguido nada en su p%ta vida. Cometió un error y esto es lo que causó, ahora su madre morirá y Valeria seguirá consolando a Vladimir.
“Maldita basura”, farfullo mirando mi reflejo desgarbado en el espejo del baño, abro los paquetes de los tintes de cabello colocándome los guantes. Rompo el tubo y lo vierto en un envase para mezclar la crema oscura.
“Todos van a pagar”, repito para colocarme la crema en el cabello a cómo puedo, tomo una bocanada de aire y las lágrimas se desbordan por mis mejillas.
‘Mis padres muertos, mi vida arruinada y aún no consigo que Vladimir me busque ¿Todo fue en vano?’, comienzo a cuestionarme, pero, niego con la cabeza.
“El será tuyo, Hannah, solo… dale tiempo, sí, es eso. Ambos seremos felices y me perdonará todo, él me necesita, él me necesita”, murmuro para mí.
Trago con dificultad terminando con mi cabello, dejo un desastre en el lavamanos y paso a retirarme el tinte. Adiós a mi rubio característico, veo correr el agua oscurecida y salgo de la ducha para verme en el espejo, notar a otra mujer… me hace querer llorar. Poso mis manos en el lavamanos cerrando los ojos y agacho la cabeza.
“Todo por él”, gruño entre dientes.
“Tú me amas, Vladimir”, reitero convenciéndome.
Escucho de repente, la manilla de la puerta principal moverse. Me sobresalto y me doy unos golpes en la cabeza, he estado alucinando por no haber dormido en días. Mi corazón palpita con un resoplido acercándome a la puerta, observo por la mirilla y no veo nada.
Abro la puerta, consiguiéndome un trozo de papel, arrugo el cejo para inclinarme y leerlo, entro de nuevo a la habitación cerrando con seguro luego de ver a los lados en el pasillo.
“Teléfono seis dos uno; recepción”, dice solo eso, aprieto más mi cejo.
Recojo rápidamente mis cosas y con mi cabello aún húmedo me acomodo la capucha para salir vestida de la habitación del hostal, bajo a recepción y poso el papel en recibidor sin decir ni una palabra.
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