Destinada a amarte
Capítulo 70

Capítulo 70:

“¿Sigo?”, pregunta en un tono er%tico.

“Si… por favor”, habla con dificultad.

Él ladea una sonrisa que me moja rápidamente. Posa sus manos en el elástico de su pantalón y este cae; dejándome ver su p$ne a través del calzoncillo.

“No te detengas”, insisto, él asiente para bajar ahora su calzoncillo. Cuando lo hace, mi corazón quiere detenerse ante el monumento que estoy viendo.

‘Y está dormido’, pienso ante su grosor y tamaño, cae pesado sobre sus gónadas perfectamente afeitadas. Tomo una bocanada de aire y aprieto mis muslos.

“Ve a la cama, grandote”, digo casi sin aliento. Tengo mucho calor, mi nuca está ardiendo, pero los nervios también se me unen.

‘Pensé que nunca volvería a intentar esto, no luego de Akim’.

Él se acuesta sobre la cama y mientras voy caminando hacia él, voy desvistiéndome. La ropa cae al suelo y mi cuerpo queda completamente desnudo ante sus océanos incesantes. Sostengo las sogas azabaches que estaban encima del buró, llamando su atención.

“¿Qué piensas… hacer?”, pregunta dudoso ahora,

“Castigarte con placer”, digo en un jadeo.

Sostengo su mano llevándola al aro dorado que está en el cabecero; hago un nudo sencillo y sigo con la otra mano.

Noto cómo su estómago se hunde y se infla por la respiración desnivelada. Traga con dificultad y bajo la vista a su p$ne que ahora aumentó de tamaño, también parece tener vida propia por cómo se mueve recostada sobre su vientre y cubre el ombligo por su tamaño

‘¿Me entrará completa?’, pienso con nervios. Me subo a la cama acariciando sus piernas.

“Cielo…”.

“Shh… déjame intentarlo, solo detenme si lo estoy haciendo mal o no te sientes cómodo. No soy muy experta”, digo con las mejillas ardiendo de la vergüenza. Sé que él no debe de tener un buen recuerdo de los orales, tampoco tengo un buen recuerdo; ambos estamos afectados por otras personas.

“¿Confías en mí?”, pregunto sosteniendo su p$ne; caliente, venoso y pesado. Me observa en jadeos.

“Sí”, responde con la voz ronca.

“Si no quieres que lo haga…”.

“Cielo, el verte sosteniéndola; desnuda y mirándome de esa manera, me hace querer arrodillarme y rezarle a cualquier Dios para que lo hagas… necesito que lo hagas”, gruñe entre dientes, excitándome más.

Paso saliva remojándome los labios y me coloco de cuclillas inclinándome hacia su gran p$ne, respiro cerca de ella y Vlad se retuerce con un jadeo.

“¡La necesito en tu boca!”, exclama aguantándose. Saco la lengua para probar su glande rodeándolo con ella.

Comienzo a escuchar sus gruñidos de excitación mientras chupa su labio inferior y lo suelta para jadear, sin dejar de conectar sus ojos con los míos.

Lamo el tronco hasta sus gónadas; esto hace que Vlad mueva sus piernas y tire de las sogas haciendo tintinear las argollas de oro. Siento cómo mi v%gina va humedeciéndose y mi cl!toris se mueve estimulado por lo que estoy haciendo.

Procedo a abrir la boca lo  más que puedo para meterlo en ella… eso hago, mientras no dejo de mover mi lengua; chupo, succiono, lamo y él g!me con ronquez por mis acometidas.

“¡Oh, Valeria, que bien lo haces!”, gruñe entre dientes.

La saco de mi boca tomando aliento para mirarle sorprendida.

“Sí, lo haces tan bien… ¿Qué no haces bien?”, reafirma y el calor en mis mejillas se intensifica.

“Ahora, escupe”, ordena de repente. Él pasa de lo tierno a lo salvaje de un segundo a otro. Abro los ojos por su petición.

“Pero, Vlad, eso es tosco…”.

“Tosco y demasiado excitante, así que, quiero tu saliva sobre mi p$ne… escupe, cielo”, pide y remojo mis labios.

Tomo una bocanada de aire y bajo la vista a su p$ne para hacerlo, luego de lubricarlo él tira su cabeza hacia atrás cuando comienzo a m$sturbarlo.

“Necesito estar dentro de ti”, pide en suplica.

Tampoco me puedo retener más, me acomodo encima de él ahorcajadas y levantando un poco mis caderas, rozo su punta brillante en mis pliegues. Cierro los ojos sosteniéndome de su abdomen duro.

“Desátame para guiarte”, niego con la cabeza,

“Es tu castigo”, digo dejando que su p$ne entre por completo en mí abriéndose paso. Suelto un g$mido por eso al sentirme tan llena y apretada.

“¡Ah!”, g!me Vlad con rudeza tirando de las sogas con frustración o excitación.

Comienzo a moverme de arriba abajo haciéndole el amor a mí ritmo, mientras froto mi cl!toris hinchado contra su vientre. Se siente tan grande dentro de mí.

“¡Qué rico te… mueves!”, exclama de adelante hacia atrás de forma rápida para obtener mi org%smo. La estimulación es tan grande que comienzo a correrme casi de inmediato mojando su abdomen con mis fluidos.

“Toca tus pechos para mí”, gruñe con imponencia.

Acuno mis senos turgentes y pesados para pellizcar mis p$zones sensibles sin dejar de moverme con rapidez encima de él. No quiero cerrar los ojos, así que, mientras me lo follo no dejo de mirarle, pues es una muy buena estimulación.

“¡Estoy a pun…!”, mis palabras se me cortan con el org%smo que explota sin previo aviso; intenso, arrollador y con mucho voltaje.

Me inclino cómo puedo a sus manos; lo desato y él se va como una avalancha avasallante encima de mí, sujeta mis caderas con fuerza y empuja mi espalda a la cama para levantar mis caderas y darme embates intensos y fuertes con su p$ne.

Veo cómo muerde su labio en medio de los rugidos, de vez en vez aprieta mis pechos y de repente; estalla dentro de mí con una intensa p$netración.

Su cuerpo cae encima de mí con la respiración jadeante.

“Quiero la revancha”, pide con ronquez  haciéndome sonreír.

“Tómame cuantas veces desees, Vladimir”, digo besando sus labios con vehemencia.

En medio de la Madrugada, me despierto al escuchar unos pasos, me siento y lo veo caminando a la puerta.

“¿Me dejarás dormir sola?”, pregunto somnolienta y desnuda sobre la cama con sábanas de satín azabache. Me mira sobre su hombro.

“No puedo dormir contigo, no me pidas eso, cielo… por favor”, dice con cierto pesar. Entorno mis ojos en él.

“Vlad, la ayuda psicológica que comentó la detective ¿Serviría para que duermas conmigo?”, cuestiono llamando su atención.

“Cielo, no insistas”, menciona con severidad.

“¡Quiero ayudarte!”.

“Nadie puede ayudarme con eso”, espeta para abrir la puerta y salir de la habitación dejándome a solas. Dejo salir un resoplo lanzando mi cuerpo a la cama.

‘Eso no puede ser cierto, debe de existir algo’, pienso abrazando la almohada con su aroma para quedarme dormida.

Luego de asearme y vestirme para ir a la oficina, bajo la escalera queriendo desayunar con los pequeños antes de que se vaya Zayn al jardín, Cuando llego al comedor; la presencia de Vlad llena el lugar con su magnetismo, paso saliva levantando mi mentón manteniendo mi orgullo.

“Buenos días”, digo llamando la atención de todos. Beso a Zayn y a Alnastasia en sus mejillas y tomo asiento.

“Buenos días, cielo”, menciona a mi lado acercándose para posar su mano en mi pierna, erizándome la piel. Él aprieta mi rodilla y todo en mi cuerpo se revoluciona recordando lo que ocurrió anoche.

“¿Creen que su madre, debería de darme un beso?”, pregunta a los peques.

“No uses a los niños para esto”, digo encarándolo.

“¡Sí, bésalo mami!”, dicen al unísono. Les observo tomando una bocanada de aire.

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