Destinada a amarte
Capítulo 54

Capítulo 54:

Elevo mis ojos observando la fachada victoriana con rejas en oro que tiene el nombre de Novikov el auto cruza las enormes puertas que se imponen al frente luego de anunciar mi nombre.

El camino es largo y arbolezco, no me sorprendo pues los Novikov parecen ser de más renombre de lo que esperaba que fueran. El auto se detiene y bajo, el taxi me entrega la maleta, pago y la puerta principal se abre para mí.

“Bienvenida Señora Novikov”, anuncia quien parece ser el mayordomo.

“Gracias… ¿Se encuentra el Señor Vladimir Novikov?”, cuestiono subiendo los escalones y entrando a la enorme casa.

“No, disculpa, pero sí se encuentra la Señora Tania de Novikov”, comenta.

“La anunciaré”, acota y le doy un asentimiento.

Me ofrece ayuda con la maleta y niego con mi cabeza.

“Esperaré aquí”, comento.

Camino observando los cuadros familiares pintados en óleo como los de la monarquía europea. Uno en particular llama mi atención; aparece un pequeño que se parece mucho a Zayn, arrugo mi cejo al ver que a su costado se encuentra Tania y dos niños más.

“¿Hola?”, pregunta una vocecita dulce quien jala de mi ropa llamando mi atención.

Bajo la vista encontrándome con unos ojos celestes y grandes de una pequeña niña como de la edad de Zayn, tiene el cabello oscuro con un flequillo.

Parece una princesita y de repente, siento algo en mi corazón, aprieto mi cejo por eso.

“¿Quién eres?”, cuestiona.

“Valeria, ¿Y tú? ¿Cómo te llamas, pequeña?”.

“Me llamo Anastasia Novikov”, responde dulcemente, me inclino para alcanzar su altura.

“Eres muy bonita, tu cabello es largo”, menciona sonriendo para acariciar un mechón de mis ondas.

‘¿Es hija de uno de los hermanos de Vladimir?’, Me cuestiono.

“Gracias Anastasia, pero, tú sí eres bonita ¿Y tus padres se encuentran aquí?”.

Ella niega con la cabeza suspirando.

“¿Quieres conocer a la Vaca?”, cuestiona de repente sujetando mi mano.

“Eh, estoy esperando a…”.

No me deja terminar de hablar, ella hala mi mano guiándome entre la inmensa casa para salir y caminamos por un hermoso jardín que nos lleva a un establo pequeño.

‘¿En serio tienen una vaca de mascota?’

Veo nuestras manos y una corriente recorre mi columna junto a la emoción de querer darle mucho amor a esta pequeña y protegerla a toda costa. Pestañeo aclarando mi garganta.

Ella se detiene de golpe haciéndome reaccionar, levanto la vista para vislumbrar un pony blanco con manchas azabache.

“¡No, Vaca, no comiste la zanahoria!”, exclama la niña algo molesta.

“Es… una vaca”, murmuro sabiendo que no es así.

“¡Una vaca muy desobediente!”, espeta acariciándole el pelaje.

“Vaca, te presento a Valeria, es muy linda ¿Cierto?”, habla hacia el Pony.

Esbozo una sonrisa acercándome para acariciarlo con cierto temor a cómo reaccione.

“No te hará daño”, menciona divertida por mi temor y me invita a acariciarlo. Abro los ojos sorprendida cómo el animal recibe mi afecto.

“Es una linda… vaca”, digo y la niña asiente emocionada.

“Papá no me deja cabalgarla, porque estoy enferma, pero dice que cuando deje de estarlo podré subirme y pasear”, menciona con cierta tristeza.

Arrugo mi entrecejo.

“¿Estás enferma?”, pregunto y la niña me mira sorprendida.

“Tengo que irme”, dice de repente.

“Espera, ¿Te sientes bien? Puedo ayudarte, tengo un hijo y…”, mis palabras se cortan cuando ella comienza a caminar fuera del establo.

“¡Anastasia, espera!”, le llamo, pero sigue sin prestarme atención.

Acelero el paso ya que, esa pequeña me hizo sentir cómo si la conociera de toda la vida, mi corazón se acelera y en cuanto salgo del establo; la pierdo de vista. Coloco mi mano en la frente intentando verla. Suelto un resoplido.

“¡Valeria!”, llama la voz de Tania, quien se acerca a mí con una sonrisa y vestida de forma elegante con un vestido largo y joyas de diamantes que brillan a la distancia.

“Que gusto tenerte aquí”, dice en cuanto llega a mi distancia, me abraza con fuerza y me observa.

“Debes de estar cansada ¿Tienes hambre?”, comenta y niego con la cabeza.

“Estaba hablando con una niña que se llama  Anastasia ¿Es su nieta?”, cuestiono sin quitarme de  encima la sensación que sentí al conocerla.

Tania abre sus ojos con sorpresa y aclara su garganta para acariciar su cabello.

“¿Qué niña? Aquí no hay ninguna niña, Valeria”, dice y niego con la cabeza.

“Había una niña y me mostró un pony que le dice “Vaca” no me digas que está muerta y he visto un fantasma, porque me voy a desmayar”, advierto exasperada.

“¡Oh! Si… es la sobrina de mi esposo, vive en la mansión del costado y a veces nos visitan, no hablemos de eso, cuéntame ¿Qué trae tu grata visita?”, dice dejándome desconcertada, entrelaza su brazo con el mío para caminar.

“Estoy buscando a Vladimir, viajó muy temprano y no me contesta las llamadas”, digo y ella detiene sus pasos.

“Aquí no lo encontrarás”, menciona, deja salir un resoplido.

“Pero, puedo darte una dirección, él no suele quedarse aquí. Pues aún no tiene una relación estrecha con su padre, pero, no te preocupes… además, has venido en el momento indicado; hay una fiesta que hacemos en cada temporada y recaudamos fondos para las organizaciones sin fines de lucro, sería un honor tenerte en la fiesta y que animes a Vladimir a asistir”, comenta rápidamente.

“Tania…”.

“Insisto, suplicaría si es necesario. Quiero que la familia te conozca, y que Vladimir esté de nuevo cerca, por favor, Valeria”, interrumpe insistiendo, sus ojos marrones me observan con atención y esboza una sonrisa.

“Será un honor, pero… quisiera ver a Vladimir primero”, digo. Ella niega con la cabeza.

“La dirección que te comenté, es del lugar en donde se realizará la fiesta, es dentro de una hora. ¿O creías que me vestía así para estar en casa?”, comenta dejándome sin muchas opciones, agradezco haber metido un vestido en la pequeña maleta porque creo que ahora será una emboscada fase dos para encontrar a mi esposo lleno de misterios.

Con la insistencia de Tania me cambio de ropa en una de las habitaciones, dejo salir un resoplido y salgo para encontrarme con ella quien me observa con cierto asombro.

“¡Eres hermosa!”, expresa y me sonrojo por eso.

“Ven, te irás conmigo”, comenta.

“¿No tengo que convencer a Vladimir?”, pregunto saliendo de la casa.

“Ya le anuncié que estarás en la fiesta, no te preocupes, él irá”, dice guiñándome un ojo.

Al subirme al auto le dejo un mensaje a jade preguntando por Zayn y comentándole la situación a  lo que ella responde con un simple mensaje.

[¡Una vida de película, suertuda, disfruta de los org%smos!].

Muerdo mis mejillas internas al no saber cómo reaccionará Vlad, pero, necesito dejarle en claro que no puede huir de esta manera, no de nuevo.

El auto se detiene y escuchamos la música que proviene desde dentro del edificio, la fachada parece como si estrenara una película de Hollywood, pues hay muchos paparazzi fuera y una alfombra roja que da al interior junto a muchas luces en proyectores que alumbran el cielo.

Bajamos del auto y ella entrelaza su brazo con el mío, caminamos por la el sendero rojo y las personas tiran flashes hacia nosotras.

“¡Señora Tania de Novikov!”, la llaman, ella se detiene para mirar a la persona que le preguntó.

“¡Se ve bellísima! ¡¿Quién es la hermosa mujer que la acompaña?!”, pregunta acercándole un micrófono pequeño.

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