Destinada a amarte
Capítulo 36

Capítulo 36:

“Sabes bien que toda esa mi%rda cambió desde el momento en que dejé que entraras a la vida de Zayn y cuando estuviste dentro de mi hace unos minutos atrás en la limusina. Y sí, obtuve lo que quería”, manifiesto con la respiración acelerada.

“¿Sabes? En realidad, deberíamos de comenzar a hablar de nuestros pasados, comenzaré yo”, agrego apartándome de él sin percatarme que estamos llevándonos la atención de las personas.

“Quedé embaraza de…”.

“No es el maldito momento”, gruñe interrumpiéndome,

“¿Y cuándo será?”, pregunto sin quitar mi mirada de la de él; retándole.

Inesperadamente, su vista se desvía de mí y su rostro palidece de inmediato. Me desconcierta y giro mi rostro viendo solo personas bailando y caminando sin más.

“¿Qué sucede, Vlad?”, pronuncio mirándole, su pecho sube y baja mientras intenta aflojar su corbata, como si hubiera visto algo que lo perturba por completo.

Pov Vladimir.

Mi corazón bombea con fuerza al ver la imagen del monstruo que me persigue y sé que no está. Él está preso… está en la cárcel. Repito en mi mente, pero me desconecto de la realidad al pensar haberle visto sonriéndome con la misma mirada maquiavélica.

“Vlad…”, pronuncia mi cielo intentando llamar mi atención, pero comienzo a hiperventilar ante un ataque de pánico y el flashback me invade sin previo aviso.

Camino hacia la habitación de mi Madre, la escucho quejarse y me restriego los ojitos por haberme despertado, abrazo en mis brazos el peluche de felpa que me hizo mi mami, ‘El Señor Os’” tiene un descocido donde se le sale el relleno y ella me prometió arreglarlo.

Mis pasos no se escuchan por ser liviano y pequeño. Me acerco a la puerta entreabierta de la habitación de mi mami y sus quejidos son más fuertes.

‘Seguro está teniendo una pesadilla como las que he soñado’, empujo levemente la puerta para terminar de abrirla y abro mis ojos con sobresalto al vería desnuda.

Me preocupo y quiero llorar.

“Mami…”, llamo con mi voz temblorosa, pero ella no reacciona a mi llamado, sigue quejándose con más fuerza.

Termino de adentrarme a la habitación queriendo despertara, pero la figura del hombre que se casó con mi mamá se levanta de la silla donde observaba a mi madre.

Su cosa le cuelga entre las piernas y la sujeta con su mano moviéndola. La mía es más pequeña, pero nunca la saco a menos que vaya al baño.

“¡Qué vengas!”, grita halándome del brazo, me aferro a mi peluche y mis ojos se humedecen.

“Ahora bájate los pantalones”, ordena, vuelvo a negar asustado.

Pero él es muy grande y fuerte, me baja los pantalones y comienzo a llorar, ahogándome con los sollozos mientras me obliga a tocar mi cosita que se va colocando algo dura en mi manita y no entiendo que está ocurriendo.

‘Tengo miedo’.

“Es hermosa tu madre, mira sus tetas, su v%gina cómo gotea la lubricación… ella está enferma y yo la curaré con mi p$ne”, suelta de repente sin entender lo que dice.

Me suelta y hago ademán de correr, pero cierra la puerta y me mira de manera diabólica.

‘Es un monstruo, como los que están debajo de la cama’, pienso aterrado.

“No te atrevas a salir hasta que termine con tu madre”, amenaza y no dejo de llorar.

Se sube en la cama y mi mamá se mueve sin dejar de quejarse cuando él abre sus piernas.

“¡Aléjate de mi mami!”, grito acercándome golpeándole con mis puñitos.

“¡Engendro!”, exclama golpeándome con su mano.

Mi cuerpo cae al suelo y me duele… me duele mucho. Coloca su cosa dentro de mi mamá y comienza a gruñir como un cerdo de la granja a la que fuimos hace unos meses. Mi rostro está adolorido y empapado de las lágrimas, vuelvo a intentar separarle.

Él me arranca el peluche de mi mano rompiéndolo a la mitad, abro mis ojos al ver como el Señor Oso se rompe en pedazos.

“¡Ve lo que provocas! Eres solo un maldito experimento y tu madre ramera que suplica todas las noches por un p$ne es la culpable”, grita.

Mi mami deja unos panqueques al frente de mí y acaricia mi cabello besándome.

“Vladi, ¿Seguro te golpeaste el ojo con la mesa de noche? Lo tienes más oscuro”, pregunta levantándome la carita para verme.  El pánico me invade.

‘Sé que, si digo algo más de lo que él me obliga a decir será más rudo en la noche y no quiero que siga lastimando a mi mami’.

“Los niños son torpes a su edad, amor”, habla Cassian entrando a la cocina, besa a mi madre en sus labios.

“Cierto, amor ¿Cómo me viste anoche en la terapia? Espero estar mejorando”, expresa mi mami.

Él se sienta al frente de mí mirándome con sus ojos oscuros, mi mami le posa un plato con una torre de panqueques y él se lleva un gran bocado a la boca. Aprieto mi cubierto en mi manita y pestañeo temblando.

“¡Ana, que asco!”, exclama de repente golpeando el plato con los panqueques al suelo.

Suelto a llorar sin poder aguantarme.

“Vladi, ve a tu habitación”, ordena mi Madre con la voz temblorosa.

“Mami “.

“¡Ve!”, grita, me levanto de la silla y corro a la habitación.

De repente, escucho los quejidos de mi madre. Al entrar a mi habitación abro el cajón donde aparece mi papá verdadero junto a mi mami.

‘Se ven tan felices’, suspiro recordando que mi mami repite que él nos abandonó y que no me quiere.

Giro la fotografía viendo el nombre ‘Mikhail Novikov’ me coloco de ovillo en el suelo cubriéndome los oídos. Él me repite lo mismo cada noche, que soy un fenómeno y que soy su proyecto junto a mi mami… también que no debo de decirle nada.

Me obliga a tocarme mientras él la hace quejarse lastimándola y desnuda. Él dice que la curará, pues es un Doctor, pero, quiero que pare… necesito que se detenga. Mi madre esta vez reacciona por primera vez, abre los ojos mirándome y luego a Cassian que está obligándome a mirarla.

“Cassian, ¿Qué… estás haciendo? ¡Suelta a Vladimir! Esto no estaba en el trato, él no podía verme así… esto es mi culpa. Vladi, lo siento”, dice sollozando mi mami.

“¡Cállate, zorra!”, exclama Cassian golpeándola.

“¡No, tonto!”, gruño intentando alejarlo, él me patea en el suelo apartándome.

“Ahora se acabó esto, Ana, eres un fracaso como proyecto; tú y tu hijo están dañados, te casaste conmigo así que, me perteneces y haré lo que quiera contigo”, dice y mi cuerpo tiembla de miedo.

“¡Claro que no, maldito! ¡Vladimir, corre, hijo!”.

Al escucharla rompo a llorar negándome. Ella me mira con sus ojos azules llenos de lágrimas mientras Cassian le apunta con algo en la cabeza.

“Te amo, Vladi, está bien… corre, por favor”, suplica y escucho una explosión, como de las armas de los videojuegos.

Mi corazón palpita con fuerza y quiero que se detenga… duele mucho. Mi carita se llena de lágrimas, los vecinos salen al escuchar la explosión y las sirenas de la policía también resuena al fondo, es como si no pudiera escuchar.

Me hablan y todo pasa en cámara lenta; colocan una manta en mis hombros y veo cómo el monstruo sale de la casa esposado por los policías sonríe y me asusto.

“¡Mami!”, pregunto con la voz quebrada cuando sacan una camilla y la cubren con una sábana blanca, su bracito cae, puedo ver el dibujo de la nube en su muñeca que le hice cuando era pequeño y ella se lo dejó para siempre.

‘Eres mi nubecita, Zayn, todo está bien contigo’, recuerdo pasándome mi brazo por los ojos llenos de lágrimas.

“¡Mami!”, grito sollozando al ver que no reacciona y hay sangre en su pecho.

“¡Sujeten al niño!”, ordenan y me levantan mientras pataleo lloriqueando en desespero.

“Estamos aquí para entregar la custodia de Vladimir Mikhailovich Novikov Tramell a su padre biológico, Mikhail Novikov y a su madrastra Tania Dominguez de Novikov, mismos que han pedido la custodia total, a partir de este momento, deja el hogar de acogida para menores de edad que han sufrido de abuso”, habla un Señor regordete con un vestido azabache, golpea un martillo.

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