Destinada a amarte -
Capítulo 35
Capítulo 35:
“Te dije que soy insano, lo de las fotografías es algo mínimo de mí, y realmente quería hacerte el amor anoche, pero me retuve para no ‘cog%rte’ como mis anteriores amantes, simplemente no quiero ensuciarte con mi pasado”, recalca serio.
“No insistas”, dice con severidad por cómo le observo.
Aparto mi mano dejando salir un suspiro, siento cómo él se cierra por completo ante mí en un instante, clava su mirada en la ventana y el silencio ahonda el interior del auto donde antes habían g$midos y jadeos intensos.
Le pide a Dante que nos lleve al lugar y no vuelve a mirarme. Si cada vez que se toque el tema él se va a cerrar de esta manera, no sé cómo avanzaremos…
La limusina se detiene y Vlad se baja del auto, me quedo absorta en mis pensamientos y por su presencia que no deja de impactarme con intensidad. Él abre la puerta para mí ofreciéndome su mano que sostengo sintiendo el cosquilleo en mi cuerpo por su tacto, siento que ahora estamos más conectados que nunca…
No puedo dejar de pensar en lo que profesa detrás de la mirada de miedo que vi hace un momento. Los flashes impactan en nosotros y entorno los ojos, Vlad coloca su mano en mi espalda baja atrayéndome a él de manera posesiva.
“Quiero que todos admiren lo hermosa que es mi esposa”, murmura para mí y aprieto una sonrisa, estoy caminando sin ropa interior y las miradas se posan en nosotros.
No puedo evitar sonrojarme y calentarme por eso.
Él ignora a todos los reporteros que buscan alguna entrevista con él y nos adentra al lugar que está invadido de música clásica de una orquesta decoración dorada y blanca con personas vestidas elegantes por doquier.
Paso saliva al notar que nos llevamos la atención de las personas como si fuéramos fantasmas y comienzan a murmurar.
Una mujer sofisticada nos mira con asombro y se acerca a Vlad para abrazarle como si hubiera estado mucho tiempo sin hacerlo.
“Mi pequeño Vlad”, manifiesta emocionada. Los ojos marrones de la mujer se posan en mí ahora más sorprendida.
“¿Quién es tu hermosa acompañante?”, cuestiona amablemente.
“Madre… te presento a mi esposa, Valeria Morat de Novikov”, responde Vlad luego de unos segundos y ella abre los ojos con sobresalto al escuchar a mi esposo anunciarme.
La mano de Vlad se aprieta más en mi piel atrayéndome a su cuerpo, paso saliva ante la mirada de quien dice ser su Madre.
“Un gusto conocería”, menciono ofreciéndole mi mano.
Ella la mira y luego a su hijo, de repente sus ojos se colocan brillosos sosteniéndome la mano para halarme hacia ella… me abraza y me quedo pasmada.
“E] gusto es mío… lo siento, creo que me he emocionado”, dice disculpándose con una sonrisa mientras limpia sus ojos disimuladamente. Se aparta de mi acariciándome los hombros.
“Es hermosa, Vlad, pero ¿Cuándo? Realmente hubiera querido asistir a la boda, que cruel de tu parte, hijo”, expresa cambiando de semblante y mira enojada a Vlad.
“Tania, no hubo una boda como lo imaginas”, declara Vlad.
“¿Tania? ¡Soy tu madre, y tenía que enterarme de esta manera que estás casado jovencito!”, suelta mirándome.
“Disculpa… pero es que quería ver a mi hijo casándose finalmente, lo entenderás cuando tengan su primer hijo”, comenta sonriéndome. Miro a mi esposo y él aclara su garganta.
“Ya tenemos un hijo, se llama, Zayn, luego lo conocerás. Éste no es el momento para discutir esto”, expresa Vlad pareciendo incómodo.
Sus ojos se abren con más sobresalto, presiento que a la mujer le dará un infarto.
“Pero, hijo, ¿Ella no sabe de…?”.
“Madre ¿Hablamos luego de eso? En este momento tengo que entregar una premiación”, le interrumpe fríamente. Ella asiente suspirando.
“Tú me sacarás canas, más de las que tu hermana lo hace cuando se escapa de fiesta con la Elite”, expresa la mujer.
“Tenemos que hablar de suegra a nuera, solo hemos viajado por este compromiso, realmente vivimos en Seattle, tienes que conocer a toda la familia, te adorarán”, expresa algo emocionada sujetando mis manos.
“Madre, no me robarás a mi esposa”, gruñe Vlad con posesión apartándome de ella.
“Vlad, puedo hablar con tu madre”, reitero encarándolo, sus fosas nasales se expanden ante una bocanada de aire.
“Quiero saber más de mi nieto, además será el futuro heredero”, comenta Tania llamando nuestra atención.
Una mujer de cabello castaño, alta y con porte de modelo se acerca con rapidez hacia Vlad, abrazándolo. Me aparto desconcertada mirándolos, él permanece un poco tenso hasta que sede al abrazo.
‘Son muchas cosas qué procesar, esta noche ha sido intensa’, pienso sin creer que puedo resistir un poco más a lo que rodea a Vladimir Novikov, todos sus misterios.
“Katia, me estás asfixiando”, menciona Vlad, apartándola.
“¡¿Y qué?! Te desapareces sin más, no te veo en meses y lo único que dices es eso”, dice pareciendo molesta.
Sus ojos marrones se colocan en mí, entornados.
“¿Quién es ella?”, cuestiona con cierto tinte de celos.
“Hija, ella es la esposa de Vlad, no seas celosa”, declara Tania y la chica cambia su rostro.
“Soy Valeria, un placer… esta ha sido una manera extraña de conocerlas, discúlpenme por eso”, comento sonriente y ella salta a sujetarme las manos.
“La tenías bien oculta, hermano. El gusto es mío, quiero que sepas que él no es tan frío como suele parecer, tampoco es un troglodita sin corazón, aunque sí te has casado con él es que te has dado cuenta de eso ¿Cómo fue que se enamoraron? ¡Quiero saberlo todo!”, habla rápidamente la joven morena.
Pestañeo esbozando una sonrisa tenue al ver que Vlad está frustrado por no poder controlar la situación.
“Katia”, gruñe Vlad, llamando su atención. Ella hace un puchero.
“Aburrido”, saca su lengua.
“No seas inmadura madre ¿Viniste con toda la familia? No estoy de humor para esto”, pregunta serio, Vlad.
“Y tú no seas malo, Señor trasero de muñeco ¡Cerrado!”, espeta la chica, Vlad arruga el cejo.
“Katia, cariño. Sabes cómo es tu hermano, ha sido un milagro que nos presentara a su esposa, no lo presiones… solo estamos las dos, representando a los Novikov, no sabía que vendrías”, explica su madre con cierta nostalgia al hablar de Vlad.
“Si nos permiten, me iré a bailar con mi esposa”, anuncia Vlad sujetando mi mano.
Él corta mis palabras apartándome de su familia, me arrastra a la pista y comienzo a enojarme por su actitud.
“Vlad, puedo caminar por mi cuenta”, digo entre dientes encarándole.
Él ignora mi queja apretándome a su cuerpo en medio de la pista de baile y suelto un jadeo cuando sus ojos me observan de cerca e imponentes.
“Lo sé, cielo, pero quiero tenerte cerca de mí y lejos de mi familia”, dice desconcertándome.
“¿Por qué?”, pregunto, la música se intensifica con las voces de Li Volo en tonadas románticas.
“No es el momento, Valeria, Mi familia no es común en ningún sentido, querrán inmiscuirse”, responde llevándome a arrugar el cejo.
“Eso es lo que hacen las familias que te quieren, Vlad. No tengo una familia para poder decir que se preocupan por mí o desean saber con quién me he casado, en cambio tú la alejas sin darme la oportunidad de conocerla”, expreso haciendo ademán de apartarme de él, pero lo impide apretándome más a su cuerpo, dejándome sin aliento.
Mis sentidos están confusos mientras mi corazón late por su sola presencia. Suelta un resoplido casi como un gruñido para clavarme sus ojos.
“Pensé que veías este matrimonio como un ‘negocio’ y espero hayas obtenido lo que querías de él”, suelta de manera filosa.
Abro mis ojos con sobresalto ofendida.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar