Destinada a amarte -
Capítulo 34
Capítulo 34:
“Tú la tienes tan grande…”, digo desesperada rebotando encima de él en busca del org%smo potente.
Él se motiva por mis palabras y posa un mano en medio de nosotros su palma abierta contra mí bajo vientre, toca mi palpitante cl!toris con la yema de su pulgar y empieza a masajearlo en círculos lentos; salvajes y expertos.
Todo en mi interior se contrae y se estrecha de manera súbita succionando su p$ne con más fuerza. Observo a Vlad con los ojos entreabiertos, admirando lo sumamente hermoso que se ve tumbado debajo de mí con su elegante traje y su poderoso cuerpo entregado a la necesidad primitiva del se%o.
Él tuerce su cuello con la cabeza clavada en el respaldo como si luchara contra unas ataduras invisibles o se retiene a la bestialidad inhumana que presiento yace en su interior ardiendo por salir.
“Maldición, cielo… ¡Voy a correrme entero!”, exclama entre dientes excitándome más.
El sudor hace brillar mi piel y estoy tan húmeda y caliente que me logro deslizar como seda a lo largo de su p$ne hasta envainarla por completo.
De repente, se me sale un gritito al llegar a la raíz y sentir en mi vientre la tensión de su presión… entra tan hondo que casi no puedo soportarlo y me fuerzo a balancearme para evitar alguna inesperada molestia, pero a mi cuerpo parece no importarle que fuera muy grande: se ondula, contrae y vibra al borde del org%smo.
Vlad suelta una palabrota que me deja atónita al ver su placer estallar.
Con su mano libre me abalanza hacia el asiento de espaldas para colocarse ahora encima de mí, separo bien mis piernas para seguir recibiéndolo gustosa, el sostiene mis manos por encima de mi cabeza con posesión y me p$netra sin piedad alguna; rápido y fuerte entre gruñidos excitados.
Me inclino hacia adelante y paso mi lengua por la curva de sus labios saboreándolo, él sigue moviendo sus caderas lleno de impaciencia, así que, elevo la pelvis cuidadosamente unos centímetros, pero, él me frena con cierta rudeza.
“Despacio, te lastimaré”, advierte jadeante y eso solo logra subir mi libido.
‘Podría estar en cualquier posición con él’, muerdo mi labio una sonrisa juguetona mientras él nota eso aprisionando mi boca con la suya en un beso muy caliente con lenguas lujuriosas.
Vuelvo a bajar mi pelvis apresando su p$ne otra vez y experimento un dolor extrañamente exquisito, nuestros ojos se conectan a la vez que el placer se extiende desde el punto que estamos unidos.
Me sorprendo al notar que estamos completamente vestidos excepto por nuestras partes íntimas; es carnal igual que los sonidos que hace Vlad expresando que su placer es intenso como el mío.
Sus labios hacen arder los míos y seguramente tengo el labial rojo regado en mis comisuras, manchando las suyas.
Él me suelta un instante y aprovecho de enterrar mis dedos en su cabello azabache sintiendo su sudor y calor en su cuero cabelludo, mientras intensifico el movimiento de mis caderas dejándome llevar por el arrebatador movimiento de su pulgar en mi perta hinchada provocando que el org%smo se intensifique con cada impulso de su falo hacia mi tierno interior.
‘¿Qué me está ocurriendo?’, me cuestiono cuando los instintos más primitivos me hacen perder la cabeza y mi cuerpo es el que comienza a mandar por completo, no puedo concentrarme en nada más salvo en la necesidad de tener se%o, de montar la p$ne de mi esposo hasta que la tensión explote y me libre de esta ansia enloquecedora.
“¡Vlad, que bien se siente!”, musito entregada a él.
“¡Ah, Dios!”, g!mo descontrolada.
Él aumenta los embates sin piedad alguna y me contraigo sintiendo mis temblores entendiendo que estoy por correrme gracias a sus expertos impulsos dentro de mí.
Él me sujeta la nuca atrayéndome a sus labios justo cuando el org%smo estalla teniéndome presa de él. Los extáticos espasmos me trasmiten oleadas de placer hasta convertirme en arena entre sus manos.
“Que deliciosa manera de correrse, cielo”, jadea en mis labios al ver cómo me descompongo y me encuentro con sus ojos extasiados que me poseen por su intensidad.
Me corro con más intensidad que nunca mientras g!mo y me estremezco con cada embate que él se encarga de no detener.
“¡Maldición!”, masculla dándome más empollones con la cadera tirando de la mía hacia abajo.
Siento y escucho el chapoteo de mi eyaculación avasallante, jadeo, hipnotizada por la lascivia y mi corazón también estalla en latidos incesantes.
“Vlad…”, g!mo sin creer poder más ya que, por cada embate su miembro se siente más grueso y duro en mi interior.
“Aguanta un poco más, cielo. No me detendré hasta terminar lo que iniciaste, te advertí, ahora recíbelo como lo has pedido”, espeta con ronquez, sus ojos están frenéticos por la carrera brutal hacia el clímax.
“¡Valeria!”, suelta de repente para correrse de manera intensa con un rugido casi animal de éxtasis salvaje. Ese sonido de su voz me fascina.
Vlad se estremece encima de mí cuando el org%smo se apodera de él mientras que sus rasgos se suavizan un instante.
Suelto un suspiro sintiendo cómo en todo mi cuerpo se sienten los latidos rápidos, deslizo mis manos hasta sus mejillas acunando su rostro y me acerco a sus labios besándole sutilmente mientras él deja salir unas bocanadas de aire en mis mejillas.
Admiro $us ojos y él hace un mohín cuando sale de mi interior, apartando el preservativo lleno en su envoltorio.
Nos acomodamos en el asiento para sentir cómo me abraza desde la espalda envolviéndome en sus brazos mientras sopesamos lo que acaba de ocurrir, nunca había tenido un se%o tan intenso como este ni un segundo round hizo falta, me desfallecí con el primer embate.
Nos quedamos un rato en silencio escuchando cómo nuestras respiraciones buscan la calma y absorbemos las réplicas de los org%smos.
Sus labios se presionan en mis hombros y siento cómo comienza a magrear mis senos de nuevo empujándome su p$ne contra mí trasero, esbozo una sonrisa.
“Y no puedo faltar”, recalca separándose de mí casi regañado.
Se comienza a acomodar el pantalón y clava sus ojos en mi cuerpo, notamos la humedad en el asiento por nuestra ardiente sesión y oscurece su mirada.
“Te deseo de nuevo, cielo”, gruñe bruscamente.
Muerdo mi labio inferior y él busca un pañuelo invitándome a abrirme para él.
“Pero, haré que te recompongas primero”, agrega con erotismo sonrojándome.
Me sorprendo por el acto que hace con delicadeza de limpiar mi se%o, haciendo algo tan íntimo que me pone el corazón a palpitar desbocado. Tira el pañuelo junto al preservativo atado y envuelto en un recipiente oculto en la puerta que funciona como basurero.
Acomodo el vestido como puedo y saco un pequeño espejo de mi bolso para retocarme el labia, cabello y rostro de recién cog!da.
“Quiero consumar de nuevo este matrimonio, las veces que sean necesarias y merecedoras de ti, cielo ¿Te parece bien?”, pregunta llamando mi atención.
“Esto no es un negocio, Vlad. No hay firmas de por medio”, reitero ante su manera de hablar.
“Si hay unas firmas, las que están en el acta de matrimonio y que dictan que eres mía”, declara haciéndome suspirar.
“Si lo dices así, Vlad”, expreso llamando su atención.
“¿Eso fue un tono irónico?”, cuestiona entornando sus ojos oceánicos hacía mí. Una corriente recorre mi columna y él me acorrala sujetando mi rostro para respirar en mis labios.
“Si fue así, sumaré unas zurradas por eso”, agrega lamiéndome de repente el labio inferior provocando que mi v%gina se contraiga excitada aun sintiendo cómo me embestía.
“Te dije que no me van esas cosas”, reitero jadeante.
“Y sé que también te dije que hasta que lo pruebes, cielo”, recalca seguro de sí. Cosa qe me prende más.
“Lo que acaba de ocurrir… Vlad, también es una señal para que me expliques por qué no me hiciste el amor anoche ¿Qué tan hondo es ese infierno?”, digo y su cejo se arruga por mis palabras.
“Muy hondo, cielo”, espeto con frialdad apartándose de mí, tira su espalda al respaldar colocando su vista a la ventana, el solo hecho de nombrarlo lo ha perturbado de inmediato.
Paso saliva y poso mi mano encima de sus nudillos, cubriéndolos. Él se gira para mirarme por mi acción, su pecho se infla, pero veo algo de pánico en sus ojos.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar