Destinada a amarte
Capítulo 31

Capítulo 31:

Pov Valeria.

“Es un niño muy inteligente y no me cansa  escucharle, no podría”, expresa provocándome una sonrisa

‘Tengo que dejar de subestimarlo’.

“Eres muy bueno con los niños ¿No habías pensado en tener alguno propio?”, pregunto al ver cómo mantiene emocionado a Zayn.

Los ojos oceánicos se posan en mí en cuanto sirvo los platos y una sonrisa se posa en sus comisuras.

“¿Estás proponiéndome algo más, cielo?”, inquiere de repente y abro los ojos sintiendo el calor en mis mejillas.

Por mi torpeza hace que la espátula se me caiga al suelo, me inclino rápidamente a agacharme para recogerla y él se levanta del taburete con agilidad para inclinarse también detrás de la isla, su mano recoge la espátula y mis ojos conectan con los de él.

“Hay unas zurradas pendientes por tu torpeza, cielo”, agrega acelerando mi corazón, trago con dificultad colocándome erguida de un salto.

“El desayuno… ya está”, anuncio aclarando mi garganta.

Sirvo jugo en los vasos y Zayn comienza a comer el tocino que se me pasó un poco de cocción. Veo cómo Vlad come con elegancia y concentración, sin decir algo referente a la comida. Deslizo mi vista a Zayn y él hace un gesto cuando prueba los huevos y luego el panqueque.

Abro los ojos con sobresalto y me apresuro a probarlo.

‘Maldición, los panqueques están salados y los huevos dulces… me he equivocado con el azúcar y la sal’, pienso apenada.

Le aparto el resto de la comida a Zayn para que no siga comiendo eso y le sirvo un poco de cereal con leche.

“Gracias mami, tus huevos dulces son mis favoritos”, menciona mi pequeño arrugándome el corazón por su ternura.

“Vlad… no deberías…”, digo, pero corto mis palabras al ver que se ha terminado todo sin quejarse, limpia sus comisuras con la servilleta de tela y se levanta del taburete hacia el lavaplatos.

“Lo lamento, me equivoqué con algunos ingredientes, no tenías que comértelos”, comento llamando su atención.

“Lo hizo mi esposa con dedicación y tiempo, no podría rechazarlo, además me gusta la experiencia culinaria de sabores diferentes en las comidas, lo hiciste especial, cielo”, manifiesta dejándome atónita.

Coloca los platos en la máquina y me encara.

“Tenemos que hablar de lo de anoche”, menciono en un murmuro y él posa su mano en mi espalda baja atrayéndome a él, mis pechos se aprietan con su pecho duro, dejándome sin aliento.

“Lo hablaremos, cielo. Tenemos una beneficencia hoy. Así que, tendremos que revolver los asuntos antes de partir a la fiesta”, comenta con sus palabras tintadas de insinuación.

“No estamos hablando de negocios, hablo de nuestras vidas”, reitero para que le quede claro.

“Lo sé, solo me gustaría negociar las condiciones de las que hablaremos”, dice presionando sus labios sobre los míos, Zayn hace barras al vernos y me separo de su boca que comenzaba a calentar otras partes er%ticas de mi cuerpo.

Muerdo mi labio inferior con una sonrisa apartándome de Vlad y él camina hacia Zayn.

“¿Me puedes leer un cuento en la noche para dormirme?”, pregunta mi pequeño.

Vlad se inclina a su altura para mirarle con el cejo fruncido, luego aclara su garganta relajando el semblante, el cabello de Zayn para darme una mirada y desaparece de nuestras vistas, suelto el aire retenido posando mis manos en la encimera para colocar mi cabeza entre mis hombros.

“Mami, los huevos sí estaban dulces”, suelta Zayn sonriente y le miro.

“Lo sé, cariño”, digo divertida.

“A papá le gustaron”, dice cubriéndose la boca para reírse.

Pienso en eso y asiento, mirando a mi pequeño. Subo a Zayn a la parte trasera del auto, mientras él sujeta su juguete de superhéroe.

“Señora Valeria, ¿Desea que le prepare un vestido para la fiesta de beneficencia?”, propone Ofelia.

“¿Podrías? No quiero molestar, pero es que estoy desactualizada con esos eventos…”.

“Claro, será un placer ayudarle”, responde amablemente.

“Gracias, Ofelia”, dijo despidiéndome para subirme al auto que me ha proporcionado Vlad para usar a mi merced.

Lo coloco en marcha saliendo de la casa, coloco un poco de música que comienza a corear Zayn junto conmigo. Aparco al frente del prescolar, bajo del auto sacando a Zayn acomodo su uniforme y él se ve tan tierno con su mochila un poco más grande que él. Me agacho antes de entregarlo a su maestra, admiro sus enormes ojos azules y peino su cabello azabache.

“¿Papá me puede traer un día aquí?”, pregunta con dulzura.

“Podría comentarle, sí”, respondo feliz de que él haya encajado bien con Vlad.

“Gracias mami”, murmura abrazándome de repente sorprendiéndome. Lo envuelvo con mis brazos suspirando para ver cómo se aleja tomando la mano de su maestra.

“¡Te amo un trillón!”, exclamo haciéndole sonreír.

Regreso al auto dirigiéndome a la compañía, aún mis pensamientos están alborotados y no sé qué me deparará cuando conversemos, Pero necesito saber qué ocurre con él y todo su misterio.

Camino por el pasillo y saludo a Gisela quien se muestra un poco alterada, arrugo mi cejo cuando me entrega un documento.

“Disculpe, Señora Novikov, tiene que ver esto”, comenta con apresuro.

Bajo la vista y noto que es un acta de renuncia, leo el nombre de mi hermanastra.

“La Señorita Alice Morat ha renunciado al Departamento de Marketing ahora solo es directora de la empresa de turismo, pero… los clientes querrán una explicación de inmediato, son de peso importante y si deciden irse también, las acciones fluctuarán”, explica y lo que no quería que ocurriera, sucede.

“¿Ha llegado el muevo Gerente? El socio accionista indicó que buscaría a uno, necesito una reunión de inmediato con esa persona, solucionaremos esto”, digo, Gisela asiente.

“Lo llamaré”, anuncia.

“Gracias, le espero en mi oficina”, comento apresurando mis pasos y apretando la hoja en mi mano con fuerza, empujo la puerta lanzando la renuncia de Alice sobre el escritorio mientras repaso el cabello con mis manos en un síntoma de frustración.

‘Ella dijo que buscaría la manera de arruinarme, este es el inicio’, pienso maldiciendo para mí. Seguramente se aliará con mi padre en su nueva empresa, buscando hundirme.

Camino de un lado a otro buscando la manera de cómo evitaré que la compañía comience a caer. La puerta se abre de repente, giro sobre mis talones encontrándome con el sujeto del ascensor. Sus ojos grises se posan en mí junto a una sonrisa.

“Nos volvemos a ver, ángel”, menciona.

“¿Me estás acosando?”, espeto ya que no estoy para esto.

“Disculpe, Señora Novikov, él es Oliver Bonetti; el nuevo Gerente profesional”, anuncia Gisela a su espalda, el sujeto me sigue mirando con una sonrisa divertida y la vergüenza me invade.

“Gracias, Gisela, tráenos café… por favor”, pido y ella se retira dejándonos a solas.

Señalo la silla para que tome asiento y camino hacia la mía.

“Si fuera un acosador, créame, solo te hubiera acosado a ti”, menciona en cuanto me siento.

“Lamento eso, no fue un buen inicio”, Oliver remoja sus labios sentándose al frente de mi luego de desabotonar su blazer.

Es un hombre notablemente atractivo, y él lo sabe.

“Limítese por favor a llamarme por mi nombre”.

“¿El de casada o soltera? Porque a mí me indicaron su nombre de soltera”, suelta, aclaro mi garganta. Gisela entra dejando los cafés para ambos, pero él no toca el suyo.

“En la compañía es reconocido el apellido de mi padre, pues él antes era el presidente. Ahora deseo que me hablen con mi nombre de casada, por favor y concentrémonos en arreglar este desastre”, declaro, él asiente.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar