Destinada a amarte
Capítulo 30

Capítulo 30:

“Mírame, soy tu esposa”, pido y coloca sus ojos oceánicos en los míos. Mi pecho sube y baja por aún los espasmos del org%smo.

“Esas fotografías son mi pasado y no quiero ‘cog%rte’ mientras suplicas como lo hicieron esas mujeres de allí”, dice con ronquez.

“Quiero que lo hagas… necesito que me tomes”, poso mis manos en su pecho.

“Necesito que te vayas a tu habitación, Valeria”, ordena con imponencia apartando mis manos de él.

“¡¿Qué pasa en tu mente?! Me dejas frustrada, vulnerable con ganas de más y simplemente me deshechas luego de tanto insistir, quisiera saber qué mi%rda pasa por tu cabeza”, gruño molesta. Llamo su atención y su silencio parece más torturante que cualquier otra cosa.

“Bien, si así lo quieres, Vlad”, digo camino sosteniendo mi bata y me la enfundo.

Detengo un instante mis pasos mirando la habitación rodeada de fotografías que solo me dan unos celos ardidos.

“Al demonio”, espeto y me dirijo a ellas, comienzo a bajarla tirándolas al suelo una a una, mientras el pero me aguanto las ganas de llorar por la frustración. Me dirijo a la puerta sosteniendo el picaporte.

“Te advertí sobre mi infierno…”.

“No me cuentas nada de él, solo veo la superficie de lo que está ocurriendo contigo, muéstrame el verdadero inferno y dame la oportunidad de decidir si quedarme o irme, pero no asumas que estoy huyendo, cuando tú me has echado”, espeto cruzando la puerta y saliendo de la habitación llena de emociones y que huele a se%o a mucho se%o.

Entro al baño antes de irme a la habitación, y trato de calmarme, pero mi corazón sigue palpitando con fuerza por tan buenos que fueron los org%smos, la tensión y la frustración que ayudó a que besara el clímax de una manera intensa.

Suelto un suspiro cepillándome los dientes y me voy a la habitación encontrándome a Zayn dormido de manera plácida.

Me acomodo a su lado y beso su mejilla arropándole, cierro los ojos buscando conciliar el sueño, pero me sigue perturbando Vlad en mis sueños.

Pov Vladimir.

No sé por qué lo hice, por qué la traté como mis anteriores amantes… no debí de hacerlo, y me di cuenta a tiempo antes de seguir el mismo patrón de mi%rda de ‘tener se%o y dejar’ sé que con Valeria no sería así, no podría alejarme de ella, pues se ha vuelto una obsesión para mí o un anhelo constante de hacerla mía por completo.

Sostengo mi cabeza pateando los cuadros en el suelo.

‘Ella no debió de ver esto’, pienso molesto conmigo misma.

He estado actuando como el mismo imbécil de siempre, y con ella, no quiero eso. Ella merece un caballero, no un sujeto con más problemas que soluciones.

Mis dedos huelen a su elixir y al olisquearlos veo la cama con la mancha húmeda de su org%smo…

Recuerdo que se sintió tan bien y mi p$ne aclamaba también su entrada.

‘Me está enloqueciendo. Tengo que remediarlo’, pienso.

Decido dormir, sujetándome la soga de la cintura mientras que el otro extremo está en la baranda de la cama. Es por precaución, no quiero parecer un p%to depredador en mi propia casa y menos que ahora está Zayn en mi vida.

Cierro los ojos, y mientras estoy conciliando el sueño, las imágenes de mi infancia me avasallan… no puedo controlarlo. Veo al terapeuta de mi Madre, sentado al frente de su cama, mientras ella…

‘No mires, no mires’, pienso pero es tarde, él me ha visto y me sonríe de manera diabólica.

“Acércate, y mírala, ¿Eso te excita? ¡Mírala y tócate!”, grita obligándome a mirar cómo se retuerce, me provoca náuseas, pero él me sujeta con fuerza presionándome la cabeza para que no deje de mirar mientras mis lágrimas se desbordan por mis mejillas.

“Ustedes son mi nuevo proyecto, me pertenecen, tu Madre me pertenece… no dirás nada cuando ella despierte, será nuestro secreto, Vladimir”.

Su voz me causa escalofríos. Todas las noches vuelven a ser iguales; él obligándome a hacer cosas insanas, una y otra vez. Somos los fenómenos de su p%to circo.

“Cassian, ¿Qué… estás haciendo? ¡Suelta a Vladimir! Esto no estaba en el trato, él no podía verme así… ¡Vladimir, corre!”

“¡No, no, no!”, grito desesperado y escucho la explosión del gatillo cuando logro salir de casa.

“¡No!”, repito, abriendo los ojos.

Miro a todos lados en la habitación percatándome de que estoy sosteniendo mi p$ne con brusquedad mientras me m$sturbaba, aparto mi mano, mi piel está empapada de sudor y me coloco de ovillo golpeando una y otra vez la cama con mi puño mientras gruño por la rabia de no poder sacar todo el infierno de mi cabeza.

Pov Valeria.

No pude dormir ni un poco, dando vueltas en la cama, pensando en el porqué de su cambio drástico. Termino de vestirme para ir a la empresa y bajo con Zayn mientras Ofelia me ayuda a preparar el desayuno.

Algo llama mi atención y levanto la vista para ver su cuerpo y músculos, no he tenido la suerte de verle sin el traje, pero sé que está bien ejercitado. Sus ojos se posan en mí que resaltan más su color por su cabello azabache con ciertas ondas.

‘Estoy obsesionada con él’, pienso mordiendo mi labio.

“Buenos días. Espero hayan dormido bien”, acota llamando nuestra atención, parpadeo dándome cuenta de que Zayn le está mirando asombrado y que ha llegado el momento en que se conozcan.

Aclaro mi garganta bajando a Zayn de la encimera quien se encargaba de jugar con los ingredientes de los panqueques y tiene las manitas un poco sucias.

“Zayn, él es Vladimir tu…”.

“¿Mi papá?”, interrumpe emocionado el pequeño y abro los ojos mirando a Vlad.

“Sí, soy tu papá. Es un gusto conocerte finalmente, campeón”, pronuncia inclinándose para verle.

Zayn no se aguanta y se abalanza hacia Vlad para abrazarlo me quedo conmovida y nerviosa por cómo actuará él.

“¡Papá se parece a Superman!”, grita efusivo Zayn, haciéndome sonreír.

Me percato de que él ha ensuciado el traje impoluto de Vlad y me avergüenzo.

“Lo siento…”, murmuro buscando un pañuelo para limpiarle.

“Tranquila, ahora se ve genial, antes parecía un traje aburrido ¿Cierto, Zayn?”, cuestiona y él pequeño asiente.

Me quedo sorprendida por la conexión que tuvieron de manera instantánea, pues Zayn suele ser celoso con los hombres y siempre le cuesta ser abrazado o cargado por alguien desconocido… pareciera que realmente fuera su  padre, ahora que lo veo en brazos de Vlad.

‘¿Qué locuras estás pensando, Valeria? Obvio no es su padre biológico’.

Dejo salir un suspiro y me acerco a Zayn para tomarlo en mis brazos.

“¿Quieres desayunar con nosotros?”, pregunto dejando a Zayn en su silla.

“¡Si, papá! Mamá cocina feo, pero Ofelia ayuda con panqueques”, dice Zayn y abro los ojos por las ocurrencias de mi pequeño. Vlad entorna los ojos en mi hijo.

“Me quedaré para probar la cocina de tu Madre ¿Te parece?”, anuncia Vlad, llamando mi atención.

”De verdad yo no…”.

“Solo si quieres”, interrumpe hacia mí mientras me encara.

Todo lo que sucedió anoche se arremolina en la mente provocando que mi corazón se acelere.

“Por supuesto”, murmuro para colocarme el delantal en la cintura.

Vlad toma asiento a un costado de Zayn, mientras escucha cómo el pequeño revoltoso comienza a explicarle sobre la historia de su héroe favorito.

Le pido a Ofelia que seguiré sola y ella asiente con una sonrisa abandonando la cocina, termino de hacer la mezcla de los panqueques vertiéndole los ingredientes y comienzo a hacerlos uno a uno mientras preparo el tocino con los huevos revueltos.

“¿La kryptonita es la debilidad del superhéroe?”, cuestiona Vlad hacia Zayn, quien asiente emocionado.

“Zayn está un poco obsesionado con Superman, lamento si te llega a cansar el tema”, digo al ver que está atento escuchando a mi hijo.

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