Destinada a amarte -
Capítulo 19
Capítulo 19:
Aprovecho el viaje para dejar unos correos para la compañía, pacto una reunión para mañana y bloqueo la pantalla de mi celular. Tengo que esperar a que me den toda la información de Grupo Birken para poder saber qué voy a manejarlo sin llevarnos a la quiebra.
Dejo salir un suspiro mirando a Zayn.
“¿Conoceré a papá?”, pregunta de repente.
“Pronto, espero… iremos a la casa donde viviremos con él”, comento y él parece muy emocionado.
“¿Podré tener habitación?”, cuestiona.
‘Está en esa etapa curiosa y que todo lo quiere saber a detalle’, pienso.
Recuerdo que vivíamos en un departamento de una habitación luego de que salimos de la mansión de los Harrison. Es lo que podía pagar con mi sueldo y ahora él podrá tener un poco más de espacio, pues no conozco cómo será la casa de Vlad.
“Si, cariño y podrás conocer más amigos en tu nueva escuela”, menciono al saber que él también experimentará un cambio total.
“Ahora nadie podrá molestarme”, suelta llamando mi atención,
“¿A qué te refieres Zayn?”, inquiero arrugando mi cejo.
Él aparta sus hermosos ojos con cierta vergüenza. Sostengo con mi mano sus mejillas con delicadeza para que me mire.
“¿Cómo te molestaban?”, pregunto con el sentimiento que toda Madre teme a sentir.
“Que no tengo papá… soy un bas… bast%rdo ¡Y no sé qué es eso!”, manifiesta con los ojos llorosos, el alma se me rompe, trago con dificultad al sentirme culpable.
‘¿Por qué mi bebé tiene que recibir esa crueldad? Esto es gracias a los padres de los pequeños, que escuchaban todo lo que decían de mí y de mi Zayn’, al pensarlo solo agradezco de no estar en ese lugar, porque no me imagino cómo explotaría con tal de defenderlo.
“Tú no eres eso, escúchame, Zayn. No lo eres… ya nadie te molestará y el que se atreva, tienes que decírmelo ¿Está bien, cariño?”, digo y él asiente moviendo su cabecita, me duele ver esos ojos tan hermosos, llorosos.
“Ven aquí, te amo y te protegeré con mi vida, no permitiré que te molesten de nuevo. Te lo prometo”, digo abrazándolo.
“¡Papá también!”, dice llevándome a mirarle.
“Papá, también”, respondo para ver una linda sonrisa en sus comisuras, le comienzo a hacer cosquillas y la risa se le aflora llenándome el alma.
El recorrido en el auto se vuelve una guerra de juegos que va inventando Zayn y que me hacen seguirle la corriente. El auto se detiene al frente de la fachada blanca de una inmensa casa rodeada de arbustos, nos bajamos y Zayn corre directamente a la puerta.
“¡Soy Zayn!”, grita y de repente la puerta se abre mostrándonos a una mujer de cabello castaño con un delantal que se agacha con una sonrisa hacia mi pequeño.
Coloco mi mano por encima de mis ojos ante la luz del sol.
“¡Lo siento!”, digo apenada.
“¡Soy Zayn!”, repite él.
“Es un placer conocerte, Zayn, te estaba esperando ¿Lo sabías? Espero te gusten las galletas con chispas de chocolate”, dice amablemente la mujer.
“Soy Ofelia, estarán bien atendidos”, comenta Dante llamando mi atención. Zayn se gira a verme como pidiéndome permiso y asiento, él sujeta la mano de Ofelia.
“Bienvenida a casa, Val”, dice guiñándome el ojo.
“Si necesitas algo más, tienes mi número, también, Ofelia te ayudará a asentarte”, agrega, él sale de la casa subiéndose al auto y cierro la puerta para guiarme por la voz de Zayn que habla hasta por los codos y pregunta de más.
El olor a galletas y chocolate llega a mis fosas nasales.
Pero me quedo admirando el lugar que no parece nada ‘común’ y es que, al parecer en Vlad no existe esa descripción. Hay una gran escalera blanca, un amplio salón con chimenea y la puerta de un jardín cercado que tiene una pequeña piscina, la decoración es solo de dos colores: blanco y gris. No tiene fotografías ni cuadros pintorescos, es elegante con decoración Old Money.
Abrazándome a mí misma; llego a la cocina donde está Zayn comiendo galletas emocionado mientras las remoja en leche. Los ojos castaños de Ofelia se posan en mí junto a una sonrisa.
“Es un placer conocerla Señora Valeria Novikov”, menciona ofreciéndome la mano.
Recibo su mano dándole un leve apretón.
“El placer es mío, Ofelia… dime Val, por favor”, comento y ella asiente.
“Les haré un corto recorrido”, anuncia y asiento bajando a Zayn del taburete. Alzándolo en mis brazos.
“Los baños en total son tres. Y las habitaciones son cuatro, la habitación del pequeño es esta que está subiendo las escaleras a mano derecha”, menciona abriendo una puerta luego de subir.
Lo bajo, ya que Zayn grita emocionado corriendo a la casa de muñecas que llama su atención. Sonrío igual que Ofelia al verlo jugar, viendo todos los juguetes que hay.
“¿Vlad preparó esta habitación?”, cuestiono desconcertada.
Ella solo asiente al verme un instante, invitándome a seguir el recorrido.
“Zayn, no salgas de aquí, por favor”, pido al pequeño.
“¡Si mami!”, responde corriendo a sujetar una pelota.
Sigo a Ofelia que me indica los dos baños de la segunda planta y pasamos una puerta blanca que llama mi atención y que no dice nada de ella. Detengo mis pies colocando mi mano en el picaporte.
“Esa es la habitación del Señor”, dice sobresaltándome y me percato de que está con llave.
“Pero, ¿Él no dormirá en la misma habitación que yo?”, cuestiono.
Ella me ignora siguiendo su camino, abre la puerta de una habitación amplia con una inmensa cama en medio, tiene su propio baño con tina.
“Esta será su habitación”, comenta y arrugo mi cejo.
“Podrá preguntarle todas sus dudas al Señor cuando regrese de viaje, cumplo con mi trabajo”, agrega al saber que iba a indagar más.
“Entiendo, gracias”.
Me muestra las demás áreas de la casa y bajamos de nuevo a la cocina.
“Cuando desee puede indicarme el menú, y puede redecorar la casa a su gusto, el Señor la dejó con total libertad sobre el manejo del hogar, por supuesto, no tendrá que hacerlas directamente. Soy la ama de llaves y la encargada de ordenar a la chef personal el menú que desee la familia Novikov”, explica dejándome atónita.
Sé de este estilo de vida gracias a la familia de Jade, pero, siempre me sentí como huésped en el lugar sin poder decir nada; este es mi hogar.
“Podrías seguir a tu ritmo por favor, no sé qué comidas les gustan a Vlad”, digo apenada.
Ofelia me da una sonrisa.
“Por supuesto, Val. Puedes contar conmigo”, menciona de manera dulce.
Suelto un suspiro pasando mi mano por la isla de la cocina observándolo todo.
Las horas transcurren y me encuentro desempacando una de las maletas mientras Zayn juega en el suelo con una figura de acción.
El marco de la puerta es golpeteado y se asoma Ofelia.
La ropa para asomarme por la baranda y verla vestida de fiesta con un corto vestido, Sus ojos conectan con los míos.
“¡Hola, nena! Ponte un lindo vestido, iremos a festejar de verdad”, comenta y abro los ojos sorprendida, giro mi rostro para ver a Ofelia.
“No se preocupe, cuidaré al pequeño Zayn”, dice de inmediato.
“¡No me hagas subir y escoger el más provocador!”, advierte Jade al ver que me quedo pensativa, esbozo una sonrisa.
“Bajo en quince”, anuncio y ella levanta sus brazos celebrando mientras mueve un poco su cadera.
Jade igual cumplió con su amenaza, me eligió un vestido ajustado a mis curvas que me resalta más el trasero.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar