Destinada a amarte
Capítulo 134

Capítulo 134:

“¡Ah, sí, que rico!”, g!mo por lo bajo por sus embates bestiales que me hace ver en el espejo cómo mis mejillas se enrojecen y mis labios se hinchan humedecidos por mis mordiscos.

Él… se ve tan excitante mirándonos y baja sus ojos para ver de vez en vez cómo su gran p$ne entra y sale de mí empapada de mis fluidos.

“¡Vladimir… por favor!”.

“Exclamo entre dientes sintiendo que no puedo más.

“Halo, cielo hermoso, córrete para mí”, alienta con ronquez.

Mi corazón se acelera en demasía, el canal de mí se tensa mientras todo mi cuerpo se vuelve muy sensible. Mis piernas tiemblan, me intento tambalear, pero él me sujeta sin dejar de p$netrarme con fuerza haciéndome sentir cada glorioso centímetro mientras mi cl!toris se endurece enloqueciéndome.

Y de repente; sucede, me corro con los espasmos que me hacen g$mir de forma enloquecida. Para sentir a los segundos una relajación exquisita en todo mi cuerpo y vientre junto a una sonrisa complacida. Giro mi rostro pestañeando para ver el de Vladimir.

“Aún no he acabado contigo, cielo”, declara saliendo de mí para girarme con mis piernas temblorosas, me sube en el lavamanos y me embiste de nuevo pero esta vez, toma mis labios en los suyos con pasión.

Entierro mis dedos en su cuero cabelludo, para intensificar aún más. Luego de que me acomodo el vestido, me aseo y trato de disimular mi rostro enrojecido; observo a Vladimir.

“Es mejor que volvamos a casa, los pequeños deben de estar esperando por nosotros”, digo acercándome a él para besar sus labios.

“A la próxima podemos fingir que eres un doctor y yo una enfermera ¿Te parece? Aunque eso de hacerle el amor a mi esposo desconocido me encanta”, propongo con er%tismo.

“Has estado tan excitante y me he puesto tan celoso al mismo tiempo, cuando fingías no conocerme”, dice sorprendido.

“Me he metido en el papel”.

“Lo he notado, me encantó, cielo”, pronuncia en mis labios.

“Repitamos las veces que desees”.

“Te adoro, grandote mío”, digo con un tono divertido.

“Te adoro, cielo mío”.

Él sujeta mi mano y salimos del baño para pagar la cuenta del restaurante, pedimos unos postres para los pequeños y nos adentramos al auto deportivo y lujoso que él maneja. Acaricio su cabello enamorándome una vez más de mi esposo que me sigue en mis aventuras por enloquecernos las veces que sean necesarias.

‘Quién diría que estaba destinada a adorarte; Vladimir Novikov’ pienso esbozando una sonrisa. Él besa mis nudillos de la mano entrelazada y me hace suspirar.

Cuando mires el cielo y encuentres una estrella, recuerda que alguien más podría estar mirando el mismo cielo.

Un mes después…

Esbozo una sonrisa colocándole el velo a Jade, parece una hermosa princesa con su vestido de novia; llegó su anhelado día, el que llevaba planeando todo su embarazo y que se pospuso al ser un primer año de total maternidad a Serena, ahora, podrá disfrutar de su boda como siempre lo soñó… casándose con el hombre de su vida.

“Te ves preciosa”, digo conmocionada. Ella se gira para verme.

“No vayas a llorar, me harás llorar y Tony duró más de una hora con esta obra de arte”, advierte.

Niego con la cabeza acariciando un mechón de su cabello rubio.

“Estoy feliz por ti, Jade ¡Te casarás con Gideon!”.

Ella suspira emocionada.

“$Se ganó mi corazón y sospecho que el de mi padre también, este año ha sido intenso y Serena me quitó el trono que me tenía mi papá”, menciona sonriente.

“Ha pasado un año de todo…”.

“Un año de la muerte de Marla, tu padre en prisión junto con Álice, el psicópata sin brazos y piernas metido en un psiquiátrico y…”.

“Creo que entendimos, pasaron muchas cosas, interrumpo riéndome, Jade asiente. Sostengo sus manos acariciando sus nudillos.

“Hay que seguir viviendo nuestros sueños, no hay nada que pueda arruinarnos eso.

“Como también, nadie podrá separarnos. Valeria Morat, eres mi hermana por destino, gracias por siempre estar… ahora me pondré a llorar como una tonta”, dice sacándonos unas carcajadas. Le abrazo con fuerza y la puerta es tocada llamando nuestra atención.

“¡Adelante!”, exclama y esta se abre dándole paso a Brendan que se conmociona al ver a su hija vestida de novia.

Sus ojos brillan y rompe la distancia sin decir alguna palabra para envolverla en sus brazos.

“Siempre serás mi pequeña”, murmura con la voz ronca.

“Y tú mi héroe”.

Dejo salir un suspiro admirándole.

“Creo que ya deberíamos de irnos”, anuncia Jade besando la mejilla de su padre.

“¿Listo para ver a tu princesa casarse?”, pregunta hacia Brendan y él le ofrece su brazo para que lo entrelacen.

Sostengo los ramos de flores de ambas para alzar la cola de su vestido y seguirles. El organizador de la boda habla con la orquesta para que todos se pongan de pie y comience la marcha nupcial. Jade solo pidió que en su cortejo estuviera una sola dama de honor, y me ha elegido a mí.

Me agacho para acariciar el cabello de Anastasia quien comenzará a repartir flores en el camino.

“Lo harás bien, mi pequeña”, murmuro a lo que ella sonríe.

“Gracias, Anastasia”, menciona Jade hacia mi hija.

“Te quiero, tía”, dice Anastasia derritiendo a Jade que me mira a punto de llorar.

“¿Le dijiste que lo dijera?”.

Niego con la cabeza por su sorpresa.

“También te quiero, Anastasia”, dice controlándose las ganas de llorar.

Las puertas se abren para que comience la música. Camino detrás de Anastasia que reparte los pétalos de rosas por la alfombra roja, veo a los padres de Vladimir junto con Simón y Katia. Ambos saludan y le toman fotos a Anastasia alentándola.

Luego, me encuentro con la manita de Serena siendo movida por su abuela. Esbozo una sonrisa y cuando veo al costado me encuentro a Vladimir quien carga en sus brazos a Clark con su primer trajecito de tres piezas. Todo se me revoluciona en el interior al ver sus océanos exquisitos que me hacen delirar.

Mis latidos son incesantes, aclaro mi garganta porque la sonrisa de Vlad calentó mi nuca imaginándome un millón de cosas.

“¡Mami, Ana!”, saluda mi pequeño Zayn emocionado.

Le lanzo un beso al aire y terminamos de llegar a nuestro punto, Anastasia corre hacia su padre y miro con una sonrisa a Gideon quien parece muy nervioso, pero, también feliz.

“Todo estará bien”, le murmuro.

Él da un asentimiento y de repente, comienza la marcha nupcial. Todos terminan de pie y las puertas se abren de nuevo, pero esta vez para mostrar a Jade cubierta por el velo largo y a su padre con el pecho inflado del orgullo acompañando a su hija.

Deslizo mi mirada al lado donde están los invitados de la novia y noto varios hombres con rostros serios vestidos de traje, tengo entendido que son socios y conocidos de Brendan, pero hay un sujeto que no deja de mirarme colocándome incomoda. Desvío la mirada hacia mi esposo, pero es peor, me prende con su mirada y nota la admiración del hombre hacia mí.

Su cejo se arruga con molestia. Jade termina de llegar al altar entregándome su ramo de flores y Brendan le da unas palabras a Gideon junto a un fuerte apretón de manos.

“Es mi tesoro lo que hoy te entrego, cuídala con tu vida, ámala y respétala como a una princesa y jamás dejes que le hagan daño”, dice Brendan hacia él quien asiente.

Jade le da un beso a su padre en la mejilla y él se va a sentar al lado de su esposa para cargar en sus brazos a su nieta. Muerdo mi labio mirando de soslayo a Vladimir.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar