Derribando las barreras de mi CEO -
Capítulo 81
Capítulo 81:
El ver a Stefany terminar, volvió loco a Maximiliano, terminando al sentir cómo el interior de ella lo apretó, un gruñido de satisfacción sale de su garganta, él la observó deleitándose como una obra de arte de lo más hermosa.
Recuperando la respiración, le susurró:
“Eres una diosa, te amo con locura”
Stefany permaneció con los ojos cerrados, todavía jadeante esbozó una sonrisa.
“Eso fue increíble, me encantó lo que hicimos, no voy a dejar de hacerlo contigo”
Maximiliano, al escuchar esas palabras sin poder evitarlo, sintió que estaba listo de nuevo y sin perder tiempo, la volteo y la puso en cuatro, pasó sus manos por su espalda, pero se inclinó aún más.
Entró de una sola estocada y la p%netró con las mismas ganas que antes.
Ella g$mía descontrolada, con su cara y sus brazos apoyados sobre la cama, lo sintió más profundo y eso le encantó.
“Maxi, se siente tan sabroso que no quiero que pares”, balbuceó con un hilo de voz.
Él puso sus manos en su cadera para intensificar el ritmo y sentir chocar su erupción con su trasero.
“Maxi te amo tanto, eres perfecto”, susurró sintiendo una sensación gloriosa desde su interior.
Maximiliano, al escuchar esas palabras y sentir su interior caliente, tuvo un org%smo libidinoso.
Colocó su cabeza en su espalda y soltó un gruñido varonil, con la respiración entrecortada confesó:
“Mi pequeña, yo también te amo con todo mi ser, por ti cambié, soy todo tuyo, nunca te voy a dejar ir de mi lado”
Él se lanzó a su lado y la acurrucó en su pecho, después de unos minutos la observó quedarse dormida.
La familia estaba nuevamente reunida en el baby shower de Janna, los niños corrían de un lado a otro alegres.
Mientras los adultos hablaban entre sí, Janna emitió un gesto de dolor, haciendo que todos la miren, asombrados vieron como bajaba un líquido que mojó sus zapatos.
“Creo que he roto la fuente”, vociferó Janna en pánico.
Todos se vieron las caras y no sabían qué hacer, Stefany se desmayó, Maximiliano asustado la cargó y se sentó con ella mientras Cecilia le echaba aire.
“Freed ¿Dónde está la pañalera?”, gritó Lindsey al verlo parado sin reaccionar.
“¡Yo la busco! Debe estar la recámara de la bebé”, soltó Luan corriendo al interior de la casa.
Kyle trataba de buscar la llave de su carro y no la encontraba.
“¡Lin! Ayúdame con ella. Estos hombres están asustados”, deliberó lsa levantando a Janna.
La tomó de la mano derecha y la ayudó a caminar despacio, Lindsey hizo lo mismo del otro lado y la llevaron a uno de los carros.
“¡Courney! Cuando llegue Luan con el bolso nos alcanzan en el hospital”, indicó lsa acomodando a Janna en la parte trasera del carro y saliendo a toda prisa al hospital.
Freed y Kyle se miraron las caras gritando al mismo tiempo.
“¿Y nosotros?”
“Pueden ir en otro carro”, respondió Lindsey de copiloto.
Las abuelas se ofrecieron a cuidar a los nietos.
El Abuelo Hugo junto Antonella se encargó de los invitados, excusándose de que la bebe llegó antes de tiempo.
Los invitados entendieron, aplaudieron dando la bienvenida y se retiraron del lugar.
Al llegar al hospital, Lindsey empezó a vociferar abriendo la puerta del carro.
“¡Ayuda! Una mujer está por tener a su bebé”
Dos enfermeros llegaron a ellas y sacaron a Janna de la parte trasera del carro pegando gritos, la sentaron en una silla de ruedas y la ingresaron en la sala de parto.
En ese instante aparecieron Kyle, Dexter y Freed, seguidos de Courney, Luan y Óscar.
Freed salió corriendo detrás de los enfermeros.
Las demás personas caminaron a la sala de espera.
Cinco minutos después llegó Maximiliano con una pálida Stefany, una enfermera pasó por su lado y observó su rostro demacrado.
“¡Señora! Está muy pálida, acompáñeme para que le realicen unos exámenes”
“Desde hace días me siento mal, con el estómago revuelto y no me provoca comer”
Al terminar esa última palabra, todo se le volvió negro.
Maximiliano la agarró con fuerza entre sus brazos y siguió a la enfermera.
La acostó en una camilla y salió hacer los trámites para que atendieran.
Cuando regresó a emergencias preguntó a la enfermera.
“¿Mi esposa dónde está?”
“Ella fue trasladada a la habitación 10-01, que se encuentra en el segundo piso, pronto será atendida por un médico”
“Gracias”
Salió de allí a zancadas rápidas.
Llegó a la habitación y la vio acostada con un suero a su brazo derecho.
“¡Amor! ¿Cómo te sientes?”
Se colocó al lado de la cama.
“Mejor, debe ser algún virus, llevo días sintiéndome mal”, expresó tranquila.
“¡Amor! Esperemos los resultados del análisis de sangre, pronto vendrá un médico a checarte”,
Le dio un suave beso en la frente.
En la sala de espera una enfermera se aproximaba a la familia para darle la noticia.
“¡Señores! La Señora Gregen dio a luz a una niña, pronto la podrán conocer, en estos momentos las están trasladando a una habitación”
“¿Y el papá?”, preguntó Kyle extrañado que no lo vio salir a Freed.
“El Señor Gregen está recuperando los sentidos, al ver asomar la cabeza de su hija se desmayó”
Todos soltaron una carcajada, al ver aparecer un pálido Freed después que la enfermera dio la noticia.
En la habitación 10-01, entró un doctor con los exámenes en la mano.
“Hola, Señor y Señora Miller, soy Frank Smile, acá tengo los resultados de los exámenes”
“¿Qué tiene mi esposa doctor?”
“La Señora Miller está embarazada, felicitaciones a los futuros padres”
“¿Qué?”
Stefany parpadeó varias veces incrédula por lo que escuchó, estaba segura de que no podía tener hijos.
“¡Vamos a tener un bebé!”
Maximiliano gritó emocionado, abrazó y le dio un suave beso a su esposa.
“¿En serio doctor? ¿Voy a tener un hijo?”, preguntó mientras unas lágrimas se asomaban.
“Sí señora, vamos a hacerle un ultrasonido para saber cuántas semanas de gestación posee”
“Maxi, yo había perdido la esperanza de ser madre de un bebé salido de mí, gracias por hacerme feliz”
Stefany sollozó aferrada de los brazos de su esposo.
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