Capítulo 77:

Al llegar a la habitación, Fabricio lanzó a Lindsey con fuerza en el suelo.

Uno de sus hombres le entregó un arma de fuego que él agarró gustoso. Miro a Kathen con furia.

“Por dejarme llevar por ti, ahora voy a luchar por mi vida, en qué momento me deje influenciar por una loca como tú”

Kathen por primera vez sintió miedo del hombre frente a ella.

“¡Fabricio! Dame un arma de fuego. Vamos a matar a esos desgraciados juntos”

Los ojos de Kathen expresaban crueldad.

‘Primero mató a Lindsey y luego busco la manera de huir’

“¿Tú quieres un arma de fuego? Yo te voy a dar algo mejor”

Sin darle tiempo a reaccionar le dio un tiro en el pecho.

Lindsey y Courney pegaron un gritó y Oriana empezó a llorar.

Kathen nunca imaginó que su vida acabaría en manos de Fabricio, el hombre con el que compartió parte de su infancia en el barrio donde se criaron.

Con él que experimentó travesuras y le enseñó malas mañas.

“¿Por qué lo hiciste?”, preguntó agonizando.

“Yo te conozco muy bien, una rata como tú me iba a terminar traicionando”

Fabricio observó a Lindsey.

“¡Ya vengué la muerte de tu madre por ti! Obsérvala agonizar lentamente hasta que llegue nuestro turno, si se mueven las mato”

Fabricio caminó hacia una de las ventanas al escuchar unos disparos.

Courney estaba temblando, Lindsey salió corriendo abrazarla y a calmar a Oriana no cesaba de llorar.

Courney sintió un fuerte dolor en su vientre y empezó a sangrar, con los ojos engrandecidos y temerosos ojeó a su hermana.

“¡Lin! Mi bebé”

Lindsey tenía a Oriana en su regazo ya calmada, echó un vistazo a las piernas de su hermana que chorreaba sangre, su cuerpo se sacudió, con angustia en su voz vociferó:

“¡Courney! ¡Resiste! Ya vienen por nosotras”

Las camionetas llegaron al lugar, seguidos de los policías. Ellos rodearon la cabaña y empezó el enfrentamiento.

Los hombres que estaban en el exterior disparando fueron cayendo uno por uno.

Dexter estaba disparando cerca de una de las camionetas, una bala impactó en su hombro, Freed al verlo caer corrió a su lado y lo arrastro detrás de la camioneta, presionó la herida con sus manos y empezó a darle ánimos.

“Resiste amigo, ya viene la ayuda”

A unos cuantos metros de distancia había dos ambulancias esperando órdenes para aproximarse. Un policía vio al herido y mandó a buscar a un paramédico, en eso llegan dos agachados con una camilla y custodiados por unos policías.

“Señor, déjelo en nuestras manos”, expresó uno de los paramédicos.

Freed se separó de ellos y camino a la dirección de Kyle que estaba también detrás de otra camioneta.

“¿Cómo está Dexter?”, preguntó Kyle.

“Recibió una bala en el hombro, los paramédicos lo están sacando de aquí”

Poco a poco fueron acabando con los hombres que estaban afuera.

Fabricio al verse acorralado busco en su bolsillo un encendedor y prendió fuego a las cortinas, luego dio pasos agigantados hacia las mujeres.

Poseía una mirada vacía, al llegar a ellas, de su boca salió una carcajada siniestra seguidas de unas palabras aterradoras.

“De aquí nos casan calcinados”

En eso tumban la puerta, entra Óscar acompañado de Damián.

“Ríndete Fabricio ya tus hombres fueron capturados”, gritó Óscar desde la entrada.

Sabía que si hacía un mal movimiento la vida de las mujeres y su hija estaban en peligro.

Fabricio estaba muy cerca de Lindsey, lo empujó quitándole la niña y la cargo usándola como escudo, la bebé lloraba desesperada por los brazos que la estrujaba.

“¿Tú eres el asesino de mi hijo?”, expresó con una mirada fría.

“Yo te voy a demostrar que se siente ver a tu un hijo muerto”

Llevó el arma al lado de la cabecita de la niña.

Courney abrigó una fuerte punzada en su barriga que le produjo un escalofrío en todo su cuerpo, su mente se nubló.

‘Ya no cargaré a mi propio hijo entre mis brazos, ¿Qué más sufrimiento puedo experimentar?’

Luego dio una ojeada a Fabricio, observó la expresión en su rostro que era la misma de su hijo cuando no tuvo piedad de ella, sintió ese dolor en el alma donde piensas que tu vida no vale la pena, se levantó con todo el esfuerzo que su cuerpo pudo resistir.

Otro pensamiento volvió a hacerse presente en su cabeza.

‘Si mi hijo ya no está, esa niña tiene la posibilidad de tener una mejor vida que yo, por primera vez en tu vida Courney has algo bueno’

Cálculo su maniobra y de un salto se arrojó sobre Fabricio haciendo que soltara a la niña y dispara sobre ella.

Óscar al ver ese movimiento de Courney gritó.

“¡No!”, dijo corriendo al mismo tiempo que Fabricio soltó a la niña, pero no le dio tiempo de evitar el disparo.

Óscar rápidamente le entrega la niña a una paralizada Lindsey y se agachó para tomar a Courney entre sus brazos, unas lágrimas aparecieron en su rostro, con una voz quebrada susurró.

“¿Por qué lo hiciste mi amor?”

“Por Oriana”, balbució muy despacio.

Damián también corrió hacia ellos y logró desarmar a Fabricio, lo volteó colocándolo con la cabeza hacia el piso, llevó sus manos a su espalda y le colocó las esposas, tosió un poco y con la garganta irritada.

“Salgamos de aquí, el fuego está agarrando fuerza”

Kyle estaba inquieto afuera de la cabaña, un policía no lo dejó entrar, escuchó un disparo y vio llamas que se asomaban por la ventana de la casa. Su corazón empezó a palpitar con zozobra, sin importar el uniformado, con fuerza lo apartó.

A zancadas largas siguió su camino encontrando a su esposa con el desasosiego en su rostro, se acercó y la abrazó con Oriana en su regazo. Luego se separó de ella y la condujo hacia afuera siendo a los demás. Óscar con Courney en brazos vociferó atemorizado:

“iLin! Quédate con Oriana, voy con tu hermana al hospital”

“Courney no te mueras, hermanita no me dejes”, gritaba desesperada con la niña en brazos.

Un paramédico se acercó a Lindsey y le quitó a la niña para revisar. Kyle la sostenía por detrás.

“Cálmate mi amor, tu hermana va a estar bien”

Freed se aproxima a ellos y preguntó extrañado.

“¿Y Kathen dónde está?”

Lindsey limpió de sus mejillas unas lágrimas que salían solas y respondió con una voz apagada.

“Fabricio le disparó, ella todavía sigue adentro”

Todos miraron la casa arder en llamas, ya no podían hacer nada por ella.

“Se está quemando en el infierno, espero que sus lamentos hayan sido agonizantes”, expresó con rabia Lindsey.

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