Capítulo 52:

Jimena les contaba a los chicos sobre la muchacha que encontró en el callejón y que no tenía familia.

“Estoy pensando en llevarla a la casa hogar si ella quiere”

“Cuenta conmigo si necesitas que hable con ella, eso es muy fuerte, te denigras como persona, crees que no vales nada”

Stefany suspiro de pena por la pobre chica.

“Yo mejor que nadie sé lo que debe estar pasando en estos momentos y va a necesitar personas que le levanten el ánimo y la autoestima, yo tuve suerte de tenerlos a ustedes”

Janna y Luan se miraron con compasión.

“Con nosotros también puedes contar”, manifestó Luan.

“¡Conmigo también! Quiero ayudarla a salir de ese encierro, porque ahora le toca enfrentar los recuerdos y todos nosotros vamos a estar allí para apoyarla. ¿Verdad chicos?”, interrumpió Lindsey que se acercó a ellos.

Jimena, con el corazón arrugadito por el buen corazón de sus niños, pronunció:

“Gracias mis amores, sé que puedo contar con ustedes, ¡Bueno! Ahora sí vamos a disfrutar de la fiesta”

“Chicos, ¿Vamos a cambiarnos?, es hora de ponernos cómodos”, comentó Lindsey y ellos subieron las escaleras a las habitaciones que Sussan les había asignado.

Las cuatro mujeres ya se habían cambiado cuando tocaron la puerta, janna abrió pensando que era Luan.

“Chicas, vengo a robarme a la novia”

Entró Kyle a zancadas a la habitación.

“¡No Kyle! ¡La fiesta no ha terminado! yo quiero disfrutar con mis amigos, además, están los niños”, protestó Lindsey con seguridad y llevándose las manos a los costados de su cintura.

Kyle observó a Janna para informarle.

“Janna encárgate de participarle a los invitados que la fiesta se terminó para los novios”

Da una ojeada a su esposa.

“Los niños están a cargo de Sussan, Emilia y tu abuela”

“Pues yo declino, quiero seguir disfrutan…”

No terminó la palabra cuando sintió que la levantaron en el aire, Kyle la colocó en su hombro y salió de esa habitación.

Kyle entró apresurado a la habitación y lanzó a su amada esposa en la cama, observó su vestido blanco ceñido al cuerpo y de corte estructurado.

“¡Amor! Ese vestido que tienes puesto es muy atrevido”

“Pues tú no me vas a decir cómo vestirme, será mejor que me dejes ir, quiero disfrutar de mi boda”

Se levantó dando pasos firmes pasando por el lado de él para salir del lugar.

Kyle parpadeo varias veces, parecía que se aproximaba una gran pelea; sin embargo, él estaba contento, después de cada pelea la reconciliación es más emocionante.

“¿A dónde vas? Es nuestra noche de boda y quiero disfrutar de mi esposa”, soltó con un tono peligroso sobresaltando a Lindsey.

Ella tenía una mano en la manilla de la puerta, la quitó al escuchar esa voz, se giró y abrió la boca para responder, pero unos labios carnosos se pegaron a los de ella, abordando de una forma dominante que la envolvió como un volcán en erupción.

La excitación estaba creciendo en su interior, provocando oleadas de placer por todo su cuerpo, su parte íntima palpita de deseo al sentir como él saborea su lengua, su voluntad de salir se le ha ido totalmente de las manos.

Aunque quiera hacerse la dura, en esas condiciones no podría.

Ella sintió como el paso unos dedos lentamente desde el final de su espalda hasta el centro de su columna vertebral, haciendo que se estremeciera.

Cuando él alcanzó la parte superior de su vestido, palpó la cremallera con una mano, la bajó con lentitud sin dejar de besarla.

Paso sus manos por debajo de la tela, hasta detenerse en sus hombros desnudos, flexiono sus dedos y arrastró la tela hacia delante de sus hombros sacando el vestido sensualmente por su cuerpo dejándolo caer al suelo.

Él interrumpió el beso, suspiró al ver su piel desnuda, era mejor de cómo se la imaginó en sus sueños.

La dejo en sujetador, blúmer y tacones.

“Me he casado con la mujer más sensual y hermosa que puede existir, me tienes prendado a ti”, susurró con voz débil y sensual.

Las vibraciones en su voz excitaron a Lindsey, su cuerpo estaba deseoso de sentirlo adentro.

La giró y la puso de espalda hacia él, esparció pequeños besos en su cuello.

Pasó su lengua lentamente por su hombro, mientras una mano masajeaba un seno sobre el sujetador, la otra dibujaba círculos alrededor de su pezón por encima del mismo.

La piel de ella se erizó por completo, un g$mido involuntario salió con fuerza de su garganta, las sensaciones de sus movimientos eran fascinantes.

Mientras una mano jugaba con un seno, la otra fue bajando hasta chocar con su blúmer, roso sus dedos por encima de la fina tela de arriba abajo.

Kyle dibujo una sonrisa ansiosa en sus labios mientras sus oídos se entretenían con los hermosos jadeos que salían de ella.

“¡Kyle! Quiero sentirte”, balbuceo con un hilo de voz.

“No te muevas”

La dejó de espalda mientras él se fue desprendiendo de su ropa hasta quedar completamente desnudo.

La rodeó posicionándose frente a ella, se apoderó nuevamente de sus labios besándolos con fervor, pasó una mano por detrás de su espalda, desabrocho el sostén lanzándolo en el suelo y acercó su boca a su oído.

“Quédate quieta, voy a perderme en ti”

“Sí”

Él fue bajando, pasó su lengua juguetona por su barbilla hasta llegar a su cuello, con suavidad, durante unos instantes, metió cada uno de sus pezones en su boca, húmeda, después bajó su cabeza, hasta posarse entre su entrepierna y separo los músculos.

Lindsey trataba de mantener el equilibrio, sus piernas parecían gelatina, se obligaba a controlar su respiración, sus jadeos cada vez eran más sonoros.

Colocó sus dos manos sobre los hombros de él, si no lo hacía especulaba que se iba a caer.

“Estás empapada”, musitó con voz ronca.

Hundió dos dedos dentro de ella, los metía y sacaba con cada g$mido que ella soltaba.

“Esto está más delicioso de cómo te recordaba, ¿Me deseabas en el tiempo que no estuviste a mi lado Lin?”

“Sí…”, Logro decir con la voz entrecortada, estaba extasiada de placer.

“No creo que aguante más”

Él, al verla casi convulsionar y su hombría palpitar de deseo, se levantó, la agarró por la mano, en dos pasos se sentó en la orilla de la cama y la ayudó a subirse sobre él.

Colocó cada una de sus piernas a cada lado de su cintura. Pasó una mano por detrás de su cabeza, la inclinó hacia su boca y la besó desenfrenadamente.

Mientras Lindsey movió sus caderas hundiéndose por completo, llegando hasta un punto increíble para ella, sus músculos se aferraron a cada milímetro de su hombría. Ella entraba y salía a un ritmo exasperante, esos movimientos los hacen g$mir al mismo tiempo y sus partes íntimas chocan con gloria.

“Me vuelves loco muñequita”

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