Derribando las barreras de mi CEO
Capítulo 48

Capítulo 48:

“¡Si tú eres nuestro padre!, tienes que explicarnos. ¿Dónde estabas todo este tiempo?”, preguntó Leno cruzando sus bracitos en el pecho,

Kyle se sorprendió más al ver a Lucas con la barbilla levantada, clavándole sus ojitos azules de una forma fría y distante.

Él arqueó una ceja, por un momento sintió que se estaba viendo el mismo.

El Abuelo Hugo soltó una carcajada, sabe que sus dos bisnietos no le harán las cosas fáciles a su estúpido nieto.

“¡Ay, Kyle! Leno y Lucas son tus mini versiones”

“¡Hijos! Hay cosas que los adultos hacemos que no es correcto, solo les puedo decir que soy su papá y les pido perdón por no estar en sus vidas desde que nacieron”

“Yo te perdono, papá”, susurró Luna suavemente, pasó sus deditos por la cara de Kyle para limpiarle unas lágrimas silenciosas que rodaban por sus mejillas.

“Yo también te perdono, pero no te vuelvas a ir”, respondió Leno con una vocecita firme.

Le dio alegría saber sobre su papá, se acercó y se recostó a su lado.

Kyle no perdió tiempo y lo pegó a su pecho, alzó la vista para ver a Lucas, una tristeza empezaba a invadir su corazón por el rechazo de su otro hijo.

“¡Está bien! Espero que cuides de nosotros y de mami, de lo contrario, ten por seguro que yo lo haré y seré el hombre que cuide de mi familia”

Todos se sorprendieron de la respuesta del niño.

Otra carcajada se escuchó en el lugar.

“Ese es mi Lucas, Kyle no te la pusieron fácil”

Era el Abuelo Hugo que se divertía por la situación.

“Claro que sí mis niños, desde hoy los cuidaré y estaré al pendiente de ustedes, sus hermanos estarán contentos de saber que tienen hermanitos, ven y dame un abrazo”

El niño caminó hacia él y se dejó mimar.

Lindsey se sobresaltó al escuchar la palabra hermano. El tiempo que estuvo en Florencia, le prohibió a su familia y amigos mencionarle sobre la vida de Kyle.

Lo único que se enteró de él fue lo que le contó el Abuelo Hugo, sobre cómo desenmascaró a Catrina y que su nieto no se acostó con ella, solo fue una trampa.

Un escalofrío recorrió su cuerpo, al especular en su mente.

‘¿Será que se casó?, o ¿Tiene hijos con otra mujer? ¿Por qué me dijo esas cosas en la oficina si tiene familia?’

Sentía el pecho oprimido.

Kyle observó las facciones de Lindsey, con la vista les ordenó a su abuelo y a su mamá que no dijeran nada, sacó su teléfono móvil y llamo a Máximo.

“¡Máximo! Saca a los niños de la fiesta y tráelos de urgencia a la casa del abuelo”

“Como ordene el patrón”

“Cuando lleguen los niños pasamos al comedor para almorzar”, expresó Sussan.

Lindsey solo se sentó en una silla, quería reclamarle a Kyle ¿Si tiene otra familia por qué se aprovechó de ella? por sus hijos contuvo las ganas de protestar.

Los niños le contaban a Kyle sus aventuras en Florencia, Luna era una parlanchina, que no paraba de hablar.

Transcurrieron unos minutos cuando entraron a la estancia dos niños alegres de unos 10 años, diciendo en unísono.

“¡Buenas tardes!”

Los ojitos de cada niño se posaron en la rubia sentaba en el sofá, ellos se miraron y sonrieron, luego salieron corriendo abrazarla.

Lindsey no reconoció a los niños y se sobresaltó al sentir el cálido abrazo de cada uno, el cual aceptó gustosa mientras miraba a Kyle en busca de una respuesta.

“¡A que no te acuerdas de mí, Lin! O ¿Te puedo decir mamá?”, expresó una mimosa Lucia separándose de ella.

“¡Oh cielos!, si estás grande Lucia y cambiada, esos ojitos traviesos te delatan”, susurró al detallar a la niña de ojos café, luego observó al rubio.

“¡Liam! Eres todo un galán”

En sus ojos se pudo reflejar la emoción de ver a los niños y sus dudas desaparecieron de su mente, una sonrisa enmarco su rostro.

“¡Claro que le pueden decir mamá! Es la única que vas a conocer”

Intervino Kyle quien no perdía de vista la escena.

Lindsey lo fulminó con la mirada. Luego regresó la vista a los niños y respondió:

“Ustedes me pueden llamar como quieran, ¿Si desean que sea su mamá? Lo seré, ahora vayan a conocer a sus hermanitos”

“¿Qué hermanitos?”, Soltó Liam que no había notado la presencia de tres niños sobre su padre.

“Los que tengo en mis regazos”, respondió Kyle orgulloso.

Los dos niños caminaron hacia la dirección de su papá y Lucia fue la primera en hablar.

“¡Son unas linduras! ¡Se parecen a ti papá!”

Al primero que encontró en su camino fue a Lucas, al cual besó y estrujó con cariño.

“Hola hermoso, soy Lucia, tu hermana mayor”

“¿Será que puedes dejar de ser melosa?”, respondió Lucas tratando de quitársela de encima.

Los adultos se miraron y reprimieron las risas.

Liam ya había saludado a los otros dos niños.

“Él es un gruñón, no le pares Lucia”

Con una vocecita mimosa continuó.

“Yo soy Luna y la mayor de los tres”

“¡Por unos segundos, hermanita! Me llamo Leno”

Él si se dejó malcriar por Lucia.

“Y mi niño hermoso como se llama”, preguntó mirando a Lucas que se había zafado de su agarre y salió corriendo a donde estaba su mamá.

“¡Yo soy Lucas! Y no me gusta ese tipo de gestos tan empalagosos”, soltó con los ojos entrecerrados.

“Pues conmigo te tienes que acostumbrar a eso y mucho más, porque voy a hacer tu hermana consentidora”, expresó divertida y emocionada, ahora sí tendría una familia completa.

“¡Abuelitos! Se pueden quedar con los niños que voy al despacho con Lin, ella y yo tenemos muchas cosas de qué hablar”

“Claro cariño, yo me voy a adelantar con los niños para darles de comer, deben de estar hambrientos”

“¡Si abuelita yo tengo hambre!”, expuso Leno.

“Gracias Sussan la más difícil para comer es Luna, si te da problema me puedes ir a buscar y te ayudo con ellos”

“Tranquila cariño, las empleadas me apoyaran con ellos”

Lindsey se aproximó a sus pequeños y se inclinó.

“Mis amores pórtense bien con los abuelos, mamá y papá tienen que hablar”

Le dio un beso a cada uno en la frente, igual hizo con Lucia y Liam.

“Sígueme Lin”, expresó tranquilo mirándola con suavidad.

La mirada de hombre soberbio y cruel desaparece cuando está con ella y ahora con sus hijos.

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