Derribando las barreras de mi CEO -
Capítulo 44
Capítulo 44:
“Señora Girt, deseo conversar con usted sobre mi participación en esta empresa”
“De acuerdo. Mi asistente, la señorita Isa Mancini, se reunirá con usted”, dijo mirando a lsa que estaba posicionada a su derecha.
“Como vicepresidente de esta empresa, me gustaría tener una conversación directa con usted señora Girt”
“¿Cómo qué?”, gritó con la mandíbula tensa.
Kyle mira a Freed y este le entrega a Lindsey una carpeta donde estaban los documentos de la adquisición del 45% de las acciones de la empresa textil Rose S.A.
Lindsey la tomó y empezó a leer su contenido, se quedó atónita, ella sabía que en algún momento se iba a encontrar con su exesposo cara a cara, pero nunca se imaginó que el socio que tanto buscó era él.
Estaba descontenta y aunque no quería hablar con él tenía que hacerlo.
“Su asistente sería tan amable de acompañar al mío para ponerse de acuerdo con la remodelación de mi oficina”, continuó Kyle de lo más tranquilo.
Lindsey estaba furiosa, entrecerró los ojos pensando.
‘Este hombre es un descarado de lo peor’
Respiró resignada y contestó.
“¡Está bien! Vamos a mi oficina”
Volteó hacia donde estaban Janna y Daxter y les comentó:
“Después de la reunión con el Señor Pratt podremos ir a almorzar”
Ellos asistieron con la cabeza, Janna tenía presionado a Dexter por el brazo y con la mirada le advirtió que no interviniera, ella sabía que esa conversación era necesaria.
Lindsey, desde que se fue de Manhattan, no quiso que nadie le hablara de Kyle.
Lindsey marchó hacia su oficina sin esperarlo, entró rodeando su escritorio, en el momento en que se sentó, vio con el rabillo del ojo como Kyle dibujo en la comisura de sus labios una sonrisa de satisfacción, ella le puso mala cara.
Kyle sin apartar la mirada de su presa, se sentó frente a ella con voz fría, pero animada comentó:
“¡Te felicito! Veo que pudiste recuperar la empresa de tu madre”
“¡Gracias!”, dijo con las cejas enmarcadas y segura de sí misma.
“Quiero comprarte el 45% de las acciones que tienes en tu poder”
“Esas acciones no están a la venta, me interesa entablar negocios con esta empresa”
“Tú tienes tus empresas de publicidad y de modas, esta empresa no es nada para ti, está en la quiebra y no veo el interés”
Trataba de persuadirlo.
“Con mi ayuda podemos formar un equipo y verás que en poco tiempo muestras compañía estará en el mercado, además, seré el principal comprador de la materia prima”
“Señor Pratt, no quiero tener ningún trato con usted, ni tampoco quiero que estés en mi vida, no lo necesito para que esta empresa salga a flote, con mis habilidades pronto será una de las más importantes del país”
Kyle estaba boquiabierto por la firmeza de su voz, la veía más mujer, pero con la misma aura de dulzura e inteligencia que siempre la había recordado.
Durante la reunión él averiguó que se mantenía soltera, desde ese instante se propuso recuperar a su esposa cueste lo que cueste.
“Sé que eres capaz de conseguir eso y mucho más, pero nuestro trato es comercial”
“Como percibo que no va a acceder a la venta de las acciones, te voy a agradecer que trates de mantener el menor contacto conmigo, mi asistente estará a tu disposición para suministrarte el plan estratégico que se está evaluando para poner en práctica. Como no tenemos más nada de qué hablar, por favor retírese de mi oficina”
Kyle se levantó de la silla y acomodándose el traje le da una ojeada, no soportaba tenerla tan cerca y no poder probar esos labios carnosos que lo llamaban.
La observo tomar unos documentos y le aplica la ley del hielo, sin pensarlo, ágilmente dio unos pasos y rodeo el escritorio.
Lindsey de repente sintió una mano que la levanto y la jaló pegándole a la pared, por el impacto no le dio tiempo de reaccionar, solo pudo percibir ese olor familiar a cítrico amanerado que aspiró con deleite.
Levantó la cabeza y solo miró unos zafiros intensos que la querían traspasar, allí pudo detallar sus facciones, debía admitir que los años le habían sentado muy bien, tragó saliva a ver lo se%y que se veía.
Inconscientemente se mordió el labio inferior, al darse cuenta se reprimió mentalmente, trato de zafarse mientras le gritó.
“¡Suéltame imbécil! ¡No me toques! Te acabo de decir que no quiero tener ningún contacto contigo y es lo primero que haces”
Ella se removió tratando de liberarse, pero mientras más lo hacía, más quedaba envuelta en sus brazos.
“¡Lin! Te ves tan hermosa”, le susurró con delicadeza mientras la miraba con dulzura.
Muchas veces extrañó tenerla entre sus brazos, ella era la única mujer que se clavó en su corazón y su mente, hasta creyó estar obsesionado y loco por pensar en ella por 5 años.
“¡Suéltame! o gritó, mis guardaespaldas te van a moler a golpes, y me va a valer que esas mi socio”, vociferó enojada.
“Grita si quieres muñequita”, acercó su nariz a su cabello para aspirar su olor.
“Como extrañaba tu fragancia, tus guardaespaldas pueden golpearme, tú me puedes despreciar, pero no te voy a soltar, no sabes cómo soñaba estar así contigo, desde que te vi despertaste en mí las ganas de volver amar a la misma mujer, ahora que te ha encontrado no te voy a dejar ir. ¿Dime muñequita no me has extrañado?”
Lindsey se le erizó la piel al escucharlo hablar, de repente sintió como él la beso suavemente, ella trató de empujarlo, pero él la presionó aún más.
Como pudo apretó la boca para no darle acceso a su legua que buscaba entrar, no pudo resistirse más y se dejó invadir con desespero su boca.
Kyle estaba feliz al sentirla relajaba, podía apreciar que no le era indiferente y que lo estaba disfrutando. Se despegó de ella por falta de aire.
Ella había cerrado los ojos, cuando los abrió se encontró con unos zafiros luminosos y una sonrisa juguetona. Se removió para zafarse y fulminándolo con la mirada le gritó.
“¿Qué te parece gracioso? ¡Suéltame! ¿Te ríes de mí? Ya vas a ver cuándo me liberé de tu agarre”
“No me rio de ti, sino de lo bien que se siente probar nuevamente tus labios, te necesitada muñequita, tus besos siguen igual de deliciosos y deseados que antes”
La soltó.
Lindsey al sentirse liberada le dio una fuerte cachetada, haciendo que Kyle se llevara la mano derecha a su mejilla para sobársela.
“Yo no soy tu juguete para que me beses cuando te dé la gana”
Ella se sentía impotente sin querer escucharlo, se aproximó a su escritorio, agarró su cartera y aceleró el paso para salir de su oficina.
Caminó casi temblando por el pasillo hasta llegar a la sala de conferencia donde estaban sus amigos.
“iLin! ¿Te encuentras bien?”, preguntó Isa al notarla intranquila.
“¡Todo bien! ¿Vamos a comer?”
Trato de mantener la calma, no quería dar explicaciones.
Las cuatro salieron entre risas del edificio hacia el estacionamiento. Dexter se dirigió a su carro, igual que Janna.
Un guardaespaldas les abrió la puerta trasera del carro a Isa y a Lin.
Cuando Isa se fue a montar se escucharon varios disparos hacia la dirección de Lin.
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