Capítulo 43:

Kyle estaba en su mansión parado en las escaleras, desesperado echo un vistazo a la hora y gruñó.

“¡Lucia! Vamos a llegar tarde a la presentación de ballet”

“¡Papá! No grites, ya estoy lista”

Bajaba una trigueña de ojos café.

“¡Muévete Lucia! Papá, no sé por qué siempre tenemos que esperar por ella”, refunfuñó el rubio de ojos verdes.

“No te quejes Liam, nadie te está obligando a acompañarnos, ¿verdad papá?”

“Lucia recuerdas que necesitas refuerzo, Liam y yo somos tu apoyo”

Los tres salieron a toda prisa y se montaron en el carro, Máximo observaba por el retrovisor como los dos parlanchines le contaban a su papá las travesuras del colegio.

Lindsey llegó a empresa textil Rose S.A., junto a Isa, ella sabía que lo que le esperaba allá dentro no sería fácil, la empresa estaba casi en bancarrota, una de las cosas que nunca le perdonaría a su padre.

Ella tomaría las riendas de su empresa para sacarla a flote y continuar con el legado de su abuelo.

Entró a paso firme y con la frente en alto por el pasillo guiada por guardaespaldas, entraron en el elevador privado para directivos, los empleados la miraban sin saber que les esperaba con la nueva CEO.

Al llegar a su oficina la esperaba Janna junto a Dexter, Isa se dirigió a la sala de juntas para organizar la reunión, allí se encontraban 12 personas, 9 hombres y 3 mujeres, la mayoría eran directivos de las áreas, también se encontraba el otro socio junto a su asistente.

Isa entró empodera a la oficina para ordenar los documentos que serán entregados a los directivos.

“¡Lin! Están todos los directivos y socios en la sala de conferencia, podemos comenzar la reunión”

Dexter estaba entretenido con Janna, al escuchar esa voz echo un vistazo para distinguir de donde provenía, se quedó sorprendido al ver a la rubia de hermosa figura que resaltaba en su traje ejecutivo, cuando ella levantó la mirada, solo pudo recordar esos ojos de gatos llamativos.

Se quedó inmóvil sin saber qué decir, tragó saliva, su garganta solo pudo pronunciar.

“¿Tú eres Isa?”

“Sí, hola, Dexter, un gusto volver a verte”

Saludó con una cálida sonrisa.

“¿Ustedes se conocen?”, preguntó Lindsey sorprendida.

“iLin! El día que fui a entregar las llaves de la mansión a Dexter a su despacho, había mucha gente en el ascensor público, me asomé para ver si podía subir en el privado”, Isa.

“cuando estaba esperando, las puertas del ascensor se abrieron y allí estaba tu amigo en cosas indebidas con una mujer, con cara de asombro les di la espalda y me comuniqué con Janna para dárselas a ella, porque ese mismo día me regresaba a Florencia”

“No eran cosas indecentes, me estaba quitando de encima a la loca de mi expareja”, tartamudeaba al recordar ese día.

Helen lo interceptó en la oficina, sin ganas de discutir con ella decidió adelantarse al juzgado, en el ascensor, Helen se aproximó tratando de besarlo.

Dexter le sostenía las manos para sacársela de encima, al abrirse la puerta del ascensor se quedó mirando a la hermosa mujer de ojos azules intensos y llamativos.

Helen aprovechó de besarlo, cuando él logró empujarla, ya la mujer había desaparecido.

“¡Como sea! Vamos a la reunión que nos están esperando”

Cortó ella la conversación con indiferencia y camino hacia la salida seguida por Lindsey.

“Te sorprendió verdad Dex”, le susurró Janna cerca del oído, luego dio también pasos hacia la sala de conferencia con una sonrisa burlona.

“¡Tú sabías que ella me conocía! ¿Por eso te burlaste de mí?”, le preguntó llegando a su lado.

“Ay amigo, no has cambiado nada, sigues siendo el mismo bobo de la preparatoria”

Kyle estaba impaciente, miró su rolex para observar la hora, su humor va de mal en peor.

No entendió ¿Por qué su abuelo compró acciones en esa empresa? Prácticamente, lo obligó a estar presente en esa junta, él estaba distraído revisando su teléfono cuando escuchó a alguien.

“Vaya sorpresa te dio tu abuelo”, expresó Freed con una sonrisa sarcástica al ver a la mujer que entraba a la sala de reuniones.

“Que tanto mi…”

No terminó de decir la palabra al distinguir a la mujer que caminaba hacia un lado de la mesa, susurro entre sí:

“¡Qué bella está!”

Ella estaba más hermosa de cómo la recuerda, esa era la misma mujer que muchas noches compartió espacio en sus sueños húmedos.

La observó saludar a los directivos, se acomodó en su silla y con un espectador la observó como un lobo cazando a su presa.

La miraba tan segura y lo que decía era razonable. Tantas veces añoró escuchar su voz, ya no era la misma niña con la que se casó, se miraba increíblemente bien, parecía una verdadera CEO, él estaba encantado con lo que veía.

“Encárgate de remodelar mi oficina en presidencia, mañana tomaré el mando en esta empresa como vicepresidente”, susurró en tono moderado a Freed.

“¿Cómo fue que dijiste antes de llegar acá?”, susurró bajito con ironia.

“Ya me acordé, voy a regalar las acciones de esta empresa si mi abuelo me exige estar presente en ella”

Se moría de la risa por dentro, al ver la cara iluminada de su amigo.

“¡Cállate! Y no me distraigas de mi objetivo”

Lindsey saludaba a los presentes con cordialidad y con un poco de simpatía. Trató de confiar en ella y del conocimiento que adquirió en los últimos años.

Conversó con los directivos sobre el tema de los balances de la empresa y la búsqueda de nuevos proveedores, ella no se había fijado del hombre que estaba al final de la sala.

De repente sintió una mirada que la seguía en cada movimiento que hacía, disimuladamente movió la cabeza para todos lados y se encontró con un rostro familiar.

Se paralizó en ese instante y su corazón corrió a toda velocidad, respiró varias veces para recuperar la compostura, bajito le susurró a lsa.

“¿Qué hace Kyle aquí?”

“¿Quién Lin?, ¿Su exesposo? ¿Dónde está?”

“Ese hombre que no deja de mirarme”, respondió incómoda por la osadía de Kyle de mostrarle una sonrisa.

Isa observó dónde apuntaba su jefa con la mirada.

“No sabía que ese hombre era su esposo, me lo presentaron como uno de los socios de la empresa”

“¡No importa! ¡Continuemos!”

Lindsey estaba asustada en su interior, pero se hizo la fuerte.

La reunión siguió sin contratiempos y al terminar la reunión cada uno de los presentes se fueron despidiendo y retirando.

Kyle al ver que solo quedaba conocidos en la sala, se levantó de su silla, con elegancia se acomodó su traje y se aproximó a su presa a pasos moderados y al llegar a su altura expresó:

“¡Lin! Estás hermosa, el tiempo dejó florecer tu belleza”

“Señor Pratt deje la galantería para sus conquistas y respete, para usted soy Lindsey Girt, dígame qué se le ofrece”

“Señora Girt, deseo conversar con usted sobre mi participación en esta empresa”

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