Capítulo 34:

Permanecieron tumbados recuperando el aliento.

Ella sentía su cuerpo pesado aplastándola sobre la cerámica, pero no le importaba, estaba ahogada en sensaciones nuevas que le gustaban.

Después de unos minutos él la cargó y la llevó a la tina, se relajaron un rato en el agua caliente.

Luego la sacó del baño e instaló en la cama, él no dejaba de invadir su boca con anhelo, así continuaron su noche apasionada.

El domingo caminaron por la playa, entre juegos y caricias no se regresaron ese día, querían apreciar el amanecer desde la orilla de la playa.

En la madrugada salieron de la casa tomados de la mano y volvieron a la playa, sentados en una gran roca aparecieron las primeras luces visibles antes la salida del sol por el horizonte de mar.

Regresaron a la mansión cansados, Lindsey al pisar la casa subió directo a la habitación y se arrojó a la cama.

“No voy a la empresa, Freed se encargará de ella, mi esposa me dejó agotado”, susurró con ironía lanzándose en la cama junto a ella.

“Ahora yo soy la culpable de mi insaciable esposo, mejor déjame dormir”

Se acomodó en su pecho, mientras cerraba los ojos.

Luego de varias horas de descanso se despertaron hambrientos, salieron de la habitación directo a la cocina en busca de comida, estaban en el comedor cuando escucharon a una mujer hablar, se levantaron de la mesa y caminaron hacia la puerta de la entrada.

“Buenas tardes, Kyle lamento venir acá y molestarte en tu casa, necesito hablar contigo de algo importante”

Catrina tenía una expresión de agravio, se estaba acercando a Kyle para saludarlo con un beso y este la retiene con la mano y luego la soltó.

Kyle se preguntaba.

‘¿Qué hace esta mujer aquí? ¿Ahora si estoy en problema? Sé que no trae nada bueno’

Con la mirada asesina vociferó.

“Catrina ¿Quién te crees para venir a mi casa? ¡Lárgate de aquí!”

“No me puedes echar de tu casa sin antes conversar contigo de un tema delicado, llegué de París hace días, he tratado de localizarte sin éxito, el viernes pasé el día en la empresa y no te presentaste, hoy fue lo mismo, me atreví a venir a tu casa, para saber si estabas bien y en verdad es importante lo que tengo que decirte”

Era notable la expresión de vergüenza que reflejaba en la cara.

“Catrina, tú y yo no tenemos nada de qué hablar, será mejor que te marches, lo que tengas que decirme puede esperar”

“No me iré hasta que me escuches, ¿Podemos hablar en privado? Por favor”

Lindsey al escuchar la palabra París, las alarmas en su cabeza se activaron, recordó cuando Kyle llegó intranquilo del viaje a ese País.

“Lo que tengas que decirle a mi esposo lo puedes decir delante de mí”

“¿Qué? ¿Quiero hablar con Kyle, no contigo?”, vociferó altanera.

“Soy su esposa y la señora de esta casa, si no quieres hablar será mejor que te des media vuelta y te marches de mi casa”, gruñó enfadada.

No entendía nada de lo que estaba pasando, pero de algo estaba segura, ¡Su esposo la engaño!

Kyle quiso llevarse a Catrina al despacho cuando escuchó a su esposa decir.

“¡Kyle! Dile a esta mujer que lo que tenga que decir lo puede hacer delante de mi presencia, al menos que me estes ocultando algo”

“Catrina no creo que sea nada importante que venga de ti, será mejor que le largue de mi casa”

“Kyle, ¿Por qué me tratas así?, déjame decirte que lo paso entre nosotros en la semana en París, trajo consecuencias”

Lindsey abrió los ojos como platos, estaba procesando lo que escuchaba.

‘Entonces sí es verdad, ¡Me engaño en ese viaje!’

En ese momento Kyle enfureció y gruñó amenazante.

“Eres miserable Catrina y estas me las pagas, lárgate, no quiero verte”

Trato de agarrar las manos a su esposa y ella se las rechaza incómoda por la situación.

“Cómo puedes humillar a la madre de tu hijo”

Unas lágrimas forzadas empezaron a rodar por sus mejillas.

“¿Cómo? ¿Qué hijo?”, gritó Lindsey.

“Catrina vete, yo te busco”, gruñó asustado por el problema que se avecina.

“No se va Kyle, responde ¿Qué hijo?”

“Estoy embarazada de un mes, perdóneme, señora lo que le voy a decir, yo estoy embarazada de su esposo”

Kyle agarró fuerte a Catrina del brazo para sacarla de la casa.

“Lárgate de mi casa, que creíste que iba a caer en tus mentiras”

“No te miento, lo puedes comprobar, tengo un embarazo delicado, tuve amenaza de alboroto, abandoné el modelaje y aquí estoy buscando al papá de mi hijo porque él sí te necesita y suéltame que me estás maltratando”

Kyle la soltó de malas ganas y se pasó las manos refregándose la cara.

‘Esto no me está pasando a mí, justo en estos momentos de mi vida’

Lindsey no soportó seguir escuchando a esa mujer, enfurecida y decepcionada salió corriendo a su habitación y le pasó seguro a la puerta, se derrumbó en la cama, abrazando una almohada y empezó a llorar tan fuerte como pudo.

“¿Piensas que soy tan estúpido para creerte?”, soltó aterrorizado por la reacción de su esposa.

“Si no me crees hagamos unas pruebas de embarazo y calcula tú el tiempo, mi embarazo es de alto riesgo y no tengo a donde ir”

Kyle se quedó paralizado, la posibilidad de ser padre rondaba en su cabeza, aunque su madre fuera una maldita mujer, ese niño no tenía la culpa de su error.

“Tenlo por seguro que lo comprobaré, caí en tu trampa Catrina, pero si eso que dices es verdad, me haré responsable de esa criatura que no tiene la culpa de tener una madre tan p$rversa con tú”, vociferó con los ojos llenos de rabia.

“No me maltrates con tus palabras, le haces daño a nuestro bebé, bastante tengo con qué venir aquí a humillarme ante ti para que nuestro bebé este bien, tengo un embarazo de alto riesgo y él te necesita, otra cosa lo que paso entre los dos fue porque tu quisiste entrar en mi habitación yo no te puse una pistola en la cabeza, ahora me estoy quedando en un hotel mientras resuelvo a donde vivir”, susurró afectada por lo que estaba pasando.

“Mañana vamos al médico a comprobar lo del embarazo y luego resolveré donde te quedarás, porque el apartamento lo vendí”

Catrina con los ojos aguados se dio media vuelta y salió de la casa triunfante, pasándose la mano por la barriga.

‘Las cosas salieron mejor de lo que pensaba, esa insípida se enteró de una vez, mejor así. Bebé, pórtate bien mal para que tu papá nos traiga a vivir a esta casa, mañana nos toca actuar para que el médico nos apoye’

Kyle miró a Emilia que había escuchado todo, ella se veía triste, sabía que la armonía que reinaba en la casa se esfumó, con pasos acelerados él se fue a su despacho y rompió todo lo que se le cruzó en el camino.

Lindsey se encontraba en su habitación llorando a mares, recordó la última vez que lo hizo de esa manera.

Fue cuando conoció la maldad en manos de su padre aun siendo niña.

No podía creer que el hombre que le hizo olvidar su pasado y le enseñaba amar, fuera el mismo que destruyera ese amor en un día.

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