Derribando las barreras de mi CEO -
Capítulo 33
Capítulo 33:
“¿Quieres que me quite la ropa?”
“Sí”
Fascinada lo observó sacarse con er%tismo la camisa por la cabeza, luego la bermuda, quedando solo en bóxer, la boca se le hacía agua soltando un pequeño g$mido.
“No te muevas”
La inclinó hacia atrás recostándola en el mostrador.
“¿Por dónde empiezo? ¿Por aquí?
Le colocó separadas las piernas en el borde del mostrador, paso el dedo índice por su parte sensible y empezó hacer suaves círculos.
Ella expulsó unos agitados sonidos, para aliviar los tremendos espasmos que la invaden.
“¿O por aquí?”
Le introduce dos dedos en su intimidad y empezó a darle movimientos mansos y sensuales, mientras la otra mano masajea uno de sus senos.
Luego saca el dedo de su intimidad y rodea el dedo con la lengua.
“Estás exquisita y muy humedad”
Ella lo miró, la imagen que reflejaba la llenaba más de lujuria, cada vez le cuesta más controlar la respiración.
La agarró por las caderas y la jalo más a la orilla, quedando cada pierna alzada sobre su hombro y el trasero en la punta de la encimera. Las manos de ella se las coloco por debajo de su trasero.
“También por aquí”
Ella reaccionó al contacto y se puso rígida.
Él al notar su resistencia la contempló con sus ojos llenos de lubricidad.
“Amor confía en mí, relájate, dije que cada centímetro de tu cuerpo me pertenece”, susurró con voz grave mientras hundió nuevamente dos dedos dentro de ella.
“¿Me deseas? Dime que lo deseas muñequita”
“Sí… lo deseo mucho”, contestó junto a un g$mido convulsivo.
Él soltó un gruñido de satisfacción, extrae y extiende toda la humedad por el orificio de su trasero y empieza a jugar con él.
Los músculos de ella se tensan a su alrededor de inmediato.
Al verla estiró las manos y la atrajo hacia él colocándola en el piso, pasó una mano por detrás de su cabeza y empezó a besarla con ambición bajo a su cuello.
Ella estaba jadeante con los ojos cerrados, fue bajando hasta llegar a sus senos, chupo, lamió y mosqueó cada uno, la giró quedando ella frente al mostrador.
Kyle la inclinó hacia adelante, con su lengua cálida y húmeda le acarició la espalda y recorrió la línea de su columna vertebral hasta acabar con un blando beso en su cuello, mientras sus manos amasaban sus senos.
Ella temblaba de placer, provocando vibraciones de deseo en su intimidad.
Kyle se quitó el bóxer susurrándole al oído.
“Te deseo tanto mi muñeca, te quiero completita”
Él la impulsó hacia adelante, quedando medio cuerpo acostado sobre el mostrador, se posicionó entre sus piernas y la agarró de las caderas, p%netrándola con energía, sin apenas dejarle espacio entre sus p%netraciones fuertes.
Lindsey soltó un gruñido quedando sin aliento, trataba de agarrarse del borde del mostrador, la porcelana era resbalosa y las manos le sudaban, su hombre arremetió hasta el fondo con cada p%netración.
Embriagada de deseo estaba a punto de estallar de placer, cuando sintió que salió de golpe, giró la cabeza para verlo.
‘¿Qué hace? ¿Qué pasó?’
“Aún no llegues muñequita, no te muevas”, gruñó gustoso al verla insatisfecha.
Cuando ella quiso hablar, sintió como él colocó un dedo en el centro de su trasero provocando un escalofrío que recorrió su delicado cuerpo desde la cabeza a los pies.
‘¡Ay, no!’
“Suaviza un poco tu cuerpo, muñequita sé que es tu primera vez y lo haremos despacio”
Él pasó dos dedos por su intimidad y los introdujo en su interior, recogió la humedad y la arrastró hacia su trasero.
Con delicadeza empieza a trazar círculos alrededor de su abertura.
Ella se estremeció y los músculos de su trasero se contrajeron.
‘¿Que me relaje? Está loco, ¡No creo que pueda hacerlo!’
“Tranquila muñequita”, dijo excitado.
“Lo estoy intentando, sé que me va a doler”, pronunció atemorizada.
“No necesitas lubricante”
“Tu p$ne es muy grande para un orificio tan pequeño”
“Estás realmente humedad y eso ayudará a que entre más fácil, vamos a probar por favor, si no te gusta o te sientes incómoda no lo intentamos más”
Él metió el dedo medio por el orificio llegando de humedad, ella se zarandeó y cerró los ojos.
“Confía en mí”, expresó jadeando y sudando.
Colocó sus manos en el trasero y lo abrió de cada lado, posicionó su hombría en la abertura y empujó con cuidado.
“Tranquilízate, deja que pase”, murmuró sofocado mientras su p$ne iba abriendo camino en el interior de ella.
Ella respiraba hondo, él se recostó sobre ella inclinándose un poco hacia adelante, la arropó con su cuerpo y entrelazó sus manos a las de ella, va avanzando poco a poco.
La presión y el dolor aumenta cada vez en ella al sentirlo avanzar.
“Ya entró amor, deja que tu cuerpo se acostumbre a mí, estás muy apretada, es la gloria estar así contigo”
“¡Eso duele! Me duele”
Sintió como llegaba hasta el fondo.
“¿Quieres que lo dejemos acá?”
“El dolor es soportable”, respondió automática.
“Trata de disfrutar, me voy a mover despacio, si en algún momento no lo soporta me dices”
Ella se sumergió entre el dolor y el placer, el dolor es intenso, pero su cuerpo estaba caliente.
“Eres exquisita”
Intentó a entrar y salir a un ritmo lento y controlado. Lindsey jamás habría imaginado disfrutar del se%o por el trasero, no podía controlar sus respiraciones.
“Sigue”
“Eres increíble muñequita, no me voy a cansar nunca de ti”, gruñó con voz ronca mientras la escuchaba g$mir invitándolo a acelerar el ritmo.
“Sí, amor como órdenes”
Soltó sus manos y colocó una mano en el hombro de ella y otra la colocó en su intimidad. Entró una y otra vez más rápido, no podía controlar sus movimientos, toda ella lo enloquecía.
Ella echó la cabeza para atrás y su cuerpo se sacudió. Kyle continuó acelerando sus embestidas, unas convulsiones se hacen presente depositando toda su semilla en su interior. Recuperando fuerza se apoyó encima de su espalda.
“¿Estás bien?”, le susurró al oído.
“Estoy bien”
“Fue increíble, déjame recuperar fuerza y nos vamos a bañar”
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