Derribando las barreras de mi CEO -
Capítulo 30
Capítulo 30:
Estaba en la sala cuando sintió que abrieron la puerta, se levantó como un resorte, al ver quien era, salió corriendo a su encuentro y se le lanzó en sus brazos.
Kyle al sentirla se relajó y colocó su cabeza en su cuello, cuando ella se fue a separar, él no se lo permitió.
“Déjame sentir tu calor”
Ella presintió que algo andaba mal, no preguntó, solo lo complació.
Con la maleta en una mano se despegó de ella, la tomó de la mano y subieron a la habitación.
En silencio se quitaron la ropa y se pusieron las pijamas, se acostaron y él se puso a ver una película.
Ella estaba irritada, extrañaba al hombre intenso, a su toque, a sus besos y a sus caricias.
Tenía la cabeza recostada sobre su pecho, impulsivamente posó una mano sobre su pantalón y presionó suave su hombría.
Los músculos de Kyle se tensaron, giró su cabeza y la miró, ella aprovechó y besó sus labios, sin despegarse se montó encima de él.
Kyle rompió el beso, suspiró, mirándola con seriedad le susurró.
“Amor ahora no, estoy agotado”
“¿Por qué me rechazas?”
“No te estoy rechazando amor”
“Si lo estás haciendo, te llame y te mande mensajes todo el día sin obtener respuesta, llegas a la casa y estás intranquilo, aparentas estar concentrado en una película aburrida, cuéntame, ¿Qué te pasó en el viaje a París?, y no me salgas con nada porque te conozco Kyle”, le dijo molesta mirándolo fijamente a los ojos.
Kyle no sabía que decir, el arrepentimiento de haber entrado en aquella habitación lo estaba matando, lo peor era que no recordaba nada después que se derrumbó en la cama.
La bajó de su cuerpo con las dos manos y la recostó a su lado, la pego a su pecho y la abrazó con fuerza.
“¡Ya veo que conoces a tu hombre traviesa!, en verdad no te estoy rechazando, tienes que entender que fue un viaje agotador, estoy exhausto, fue poco lo que pude descansar y atender el teléfono, los inversionistas no paraban de molestar”
“Está bien, te creeré”
Se acomodó en su pecho y se quedó dormida, también pasó una semana sin dormir bien, en casi un año se acostumbró al calor de su hombre.
Él apagó la película y la acomodó en su regazo, el remordimiento de conciencia lo estaba matando.
En la mañana Kyle despertó a su esposa con un beso tierno.
“Dormilona es hora de despertarte, debo ir a la empresa”
Se levantó y camino hacia el baño, se desnudó y dejó caer la lluvia artificial por su cuerpo, esperando que se llevara sus malos pensamientos.
Salió del baño y esbozó una sonrisa al ver a su perezosa esposa quejándose del sueño y entrando al baño.
Se vistieron y bajaron al comedor donde los esperaba Gladys con el desayuno.
Lindsey le contaba las travesuras de los niños en la casa hogar, él solo escuchaba silencioso, estaba maravillado por sus buenas acciones.
Cada uno se preparó para salir de la casa, como siempre Kyle la acompañaba al estacionamiento y la veía partir seguida de otro vehículo con los guardaespaldas.
“Esa mujer está loca, roguemos que sea como dijo, una despedida”, murmuró Freed con la boca abierta por lo que contaba su amigo.
“Catrina ha cambiado, no es la mujer tierna y cariñosa que conocí hace 5 años, pensé que había entendido que no la amo. Después de su depresión desapareció, hizo su vida en Paris y trabaja para una marca reconocida, allí bajé la guardia y accedí a esos tragos”
“Esa mujer está obsesionada contigo, esperemos su próxima jugada, me cambió el nombre si no aparece pronto”, refunfuñó Freed analizando lo que escuchaba su amigo.
“No quiero pensar en eso, tampoco quiero perder mi matrimonio por sus locuras, no lo voy a permitir”, contestó rascándose la cabeza y caminando de un lado a otro.
Transcurrieron cuatro semanas, Kyle preparó una sorpresa para su esposa.
“Amor ¿Podemos ir mañana en la noche o el sábado a primera hora? Mañana tengo chequeo ginecológico”, suplicó mimosa mientras cenaban.
“¡No! Prepara una maleta para tres días y cuatro noches en la playa”
“Pero si lo tenías planeado, ¿Por qué no me avisaste con tiempo?”
“¿No estás contenta con la sorpresa? si deseas, suspenderé el viaje”
“¡No! ¡¿Estás loco?! Claro que estoy feliz de pasar un fin de semana con mi esposo lejos de todo, solo digo que me hubiera dicho con tiempo para ir adelantando mis cosas y tendrías nuestros equipajes listos”
“Si eres quejosa, la cita médica puedes esperar hasta lunes, en cuanto a tu trabajo solo vas a faltar un día y eso lo remedias llamando a Janna, hoy pude cuadrar con Freed para que se quedara a cargo de la empresa, come que salimos en dos horas”, aclaró cortando un pedazo de carne y llevándoselo a la boca.
“¡Está bien! ¡Pero tú preparas tu maleta!, ni creas que lo voy a hacer yo”, comentó haciendo un puchero tierno.
Kyle soltó una carcajada, se llevó un vaso de jugo a la boca, luego se levantó de la mesa y dándole la espalda, le soltó:
“Por mí no te preocupes en dos segundos la tendré lista, mejor date prisa que las dos horas pasan rápido”
Ella se levantó de repente y como una niña salió corriendo, se le adelantó desapareciendo por las escaleras, dejándolo divertido detrás de ella.
Kyle prefirió conducir y dejar al chofer, siempre iba seguido por los guardaespaldas quienes mantenían distancia. Luego de una hora llegaron al lugar.
Lindsey estaba maravillada por el sitio, el olor a mar se le filtraba por las fosas nasales, el calor se hizo presente.
Kyle estacionó el auto frente a la casa con vistas al mar.
La ayudó a salir del carro, luego sacó las maletas y las colocó en la entrada de la casa, abrió la puerta y la animó a pasar, mientras él se agachaba para tomar las maletas y las dejaba en la sala.
“¿De quién es esta casa?”, preguntó ella observando el lugar, era pequeña, acogedora y fresca.
“¡Nuestra!”, comentó mientras se acercaba y se posiciona detrás de ella.
“¿De verdad?”, preguntó asombrada.
“¡Sí! Espero que te guste amor”, contestó abrazándola por detrás y girándola hacia las escaleras, sus ojos se le iluminaron cuando vio cada escalón con pétalos de flores rojas.
“¡Oh cielos! Qué hermoso detalle Kyle”, dijo emocionada mientras se lleva las manos a la boca.
“¡Feliz aniversario mi amor! El primero de muchos”
Le da un beso en el hombro mientras la mantiene abrazada por detrás.
Ella se volteó y besó sus labios con dulzura.
“Mi amor ¿Te parece si subimos?”, pronunció guiándola hacia las escaleras, la carga como princesa y dando pasos rápidos subió hasta llegar a la entrada de la habitación.
La dejó en el suelo y ella abrió la puerta, hizo un gritó sorpresa con lo que vio.
Había rosas rojas esparcidas en la habitación, en la cama había un corazón rojo hecho con pétalos de flores.
Él se adelantó y se sentó en el borde de la cama para quedar embelesado con la cara de boba de su esposa.
Ella al verlo le sonríe y se acercó, se sentó en sus piernas poniendo una en cada lado de su cintura, enroscó sus brazos en su cuello y lo beso dulcemente.
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