Derribando las barreras de mi CEO -
Capítulo 29
Capítulo 29:
La casa de moda Pratt por ser las más prestigiosas en el mercado internacional, cada año participa en la semana de la moda en Paris.
Sussan es la encargada junto con los diseñadores de moda en organizar y participar en estos tipos de eventos.
Debido al accidente y la rehabilitación no pudo asistir, en su lugar Kyle tuvo que viajar a París con el equipo de trabajo. En el evento se topó con una cara conocida.
El desfile de colección otoño-invierno fue un gran éxito, Kyle como siempre recibió muchos elogios de grandes empresarios e inversionistas en el área de la moda.
Como siempre en ese tipo de eventos, se celebró una fiesta para los empresarios y representantes de la moda.
Kyle estaba conversando con unos empresarios, cuando se acerca una mujer con un traje sensual.
“Hola, Kyle me alegra verte”
Coqueta le da un beso en el cachete.
“Catrina, no esperaba encontrarte aquí”
“Soy una de las modelos exclusivas de Moet Hennessy”
“Te felicito, es una excelente casa de moda aquí en París”
Los empresarios que estaban a su alrededor se retiraron y los dejaron solos.
“Para que veas que sigo siendo una modelo reconocida en este mundo, escuché lo que le paso a tu familia, gracias al cielo no fue de gravedad”
“Solo fue el susto, como verás aquí estoy en representación de mi madre”
“Lo sé, ella es la que se encarga de estos eventos que tú odias”
Sonríe mimosa.
“¿Me invitas una copa de vino?”
“No Catrina, para que no haya malentendidos, será mejor que me retire”
“No seas así, me abandonas hasta como amiga, lo menos que espero de tu parte es compartir una copa, ¿Qué crees que puede pasar?”, dijo con picardía en los ojos.
“Ya sé, piensas que voy a colocar algo en tu bebida y secuestrarte en mi habitación”
“No es eso, soy un hombre casado y como te dije la distancia es lo mejor que puede pasar”
“Ella no está aquí, es solo una copa”
“Está bien, te acompaño a la mesa”
Los dos caminaron a una mesa que se encontraba desocupada.
Entre tragos Catrina le contaba de su vida en París, a él le parecía una conversación aburrida, pero no quería ser descortés, se alegró porque estaba haciendo su vida en otro país.
Meses antes él dejó de frecuentar el departamento, como estaba ocupado entre su esposa y la empresa no se fijó que Catrina no estaba en su entorno.
“Catrina fue un placer verte, estoy agotado, me retiro”, dijo mientras se levantaba de la silla y se acomodaba el traje.
“A mí también me entusiasmo reencontrarme contigo, igual me retiro, estoy hospedada en la Maison Favart ¿Y tú?”
“Igual me hospedo allí”
“Bueno, yo tomaré un taxi”
“¡No! Yo te llevo, vamos al mismo sitio”
“Gracias siempre tan amable y cortes, algo que me gustaba de ti”
Salieron del lugar, el chofer que había contratado Kyle se encontraba en la puerta esperándolo, el camino fue en silencio.
La conicidencia fue que sus habitaciones se encontraban en el mismo piso.
“Bueno, aquí me despido, mañana temprano me regreso a Manhattan”
“Te invito una copa de vino como despedida, ya no te volveré a ver por mucho tiempo, como ya te dije he firmado un contrato con Moét Hennessy, estoy hospedada aquí hasta que ellos me asignen mi nuevo departamento”
Kyle se rascaba la cabeza, su mente le decía que no era buena idea, pero él sabía que si trabajaba en ese país ya no la volvería a ver y accedió a esa copa de vino.
“Ahora si me tengo que ir, hasta aquí culminó nuestra despedida”
Kyle ya estaba pasado de copas.
Desde que entraron al apartamento Catrina lo animaba a brindar, el tiempo que llevaban conociéndose, ella sabía que no era muy buen tomador, la bebida le había hecho efecto rápido y más cuando las combina como fue en su caso.
Mimosa, se le sienta en las piernas y empieza a besarlo.
“Quédate conmigo hoy ¿Sí?, ya mañana regresas a Manhattan a jugar a la casita feliz, déjame despedirme como se debe, de quien fue mi amor, porque yo si me enamore de ti”
“No empieces Catrina, bájate, ya te dije que no siento nada por ti, mejor levántate, me tengo que ir a mi habitación”
Arrastraba las palabras, se sintió mareado, se maldecía por no tomar precauciones, él sabía que no podía combinar las bebidas y tomo whisky en la reunión y aquí lo ligó con vino.
Catrina al escucharlo hablar esbozo una sonrisa maliciosa y se bajó rápido, lo jalo de la mano arrastrándolo a la habitación, lo lanzó en la cama, le quitó los zapatos y se le montó encima.
Kyle quiso apartarla al instante, pero su poder de control estaba fallando y se quedó dormido en la cama.
Catrina estaba furiosa, sabía que eso podía pasar, en 5 años de relación ya había compartido con él sus momentos de embriagues.
Como estaba renuente pensó que esta vez sí podía resistir un poco más, como pudo lo desvistió y lanzó la ropa en el suelo, luego se desvistió, se acostó a su lado y empezó a tomarse foto.
Al terminar miró al hombre que dormía a su lado, con cuidado se levantó para no despertarlo, se vistió, sacó del closet su maleta y dejó un papel al lado de su billetera.
“Pronto nos volveremos a ver cariño, no será fácil librarte de mí, yo sí te amo y volverás a ser mío”
Kyle se despertó sobresaltado, sintiendo su cabeza estallar y pronto vinieron imágenes vagas de lo que había sucedido la noche anterior, no recordaba que paso después de llegar a la cama,
Verse desnudo en una habitación que no era la suya lo aterrorizo, una furia fue creciendo en él, salió de la cama, busco a Catrina en el baño y en cada rincón de la habitación y no estaba.
Se vistió como un demonio, se acercó a la mesa de noche para agarrar sus pertenencias vio una nota, la agarro y procedió a leerla.
[Mi amado Kyle, pasamos una noche maravillosa, por un instante me sentí la mujer más feliz y amada del mundo, por estar nuevamente entre tus brazos, te deseo de corazón que seas feliz, siempre te amaré Catrina]
“Maldita sea, caí en tu trampa”
Arrugó el papel y lo lanzó en la papelera.
Salió de esa habitación y se dirigió a la suya, se desnudó y empezó a frotarse el cuerpo con una esponja, luego empezó a darle puñetazos a la pared, hasta que sus nudillos sangraron.
Estaba decepcionado consigo mismo, ahora como le daría la cara a su muñequita, se maldecía, estaba furioso con el mismo.
Salió y se vistió rápido, tomó su equipaje y se fue de ese hotel rumbo al aeropuerto, no quería saber más de ese lugar.
Al llegar al andén privado se subió al avión sin querer hablar con nadie, las personas a su alrededor percibían su mal humor.
Lindsey estaba preocupada por su esposo, en la mañana, lo llamo constantemente, pero no atendió sus llamadas.
Ese día no fue al trabajo, se quedó esperándolo.
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