Derribando las barreras de mi CEO
Capítulo 14

Capítulo 14:

Lindsey enganchó su cartera, bajo las escaleras en silencio, rogando no encontrarlo en el camino.

Apresuró el paso, se montó en un autobús hasta un terminal de pasajeros, de allí tomó otro transporte público, viajó una hora hasta llegar a su destino, se bajó y saludó a un grupo de tres personas.

“Por fin llegaste amiga”, saludó Janna.

“Felicitaciones Lin, perdona por no poder acompañarte ayer en tu gran día, es que tenía un compromiso con mi solecito”

Con una sonrisa de oreja a oreja Luan le da un beso en la mejilla y la abrazó estrujándola de lado a lado.

“Apártate meloso” dijo Stefany mientras lo jalaba y con una cara divertida la abrazó.

Entre risas los cuatro chicos entraron por una puerta para llegar al exterior de una casa.

Kyle echaba chispas a ver como el chico moceaba a Lindsey.

“¿Ahora qué hacemos?”

Sin responder se bajó del carro y de pisadas anchas llegó a la entrada de un muro, lee un pequeño letrero que está en el lado derecho de la puerta.

[Un granito de arena hace la diferencia]

“Vamos, entremos”, murmuró a Freed que ya se encontraba a su lado.

La puerta principal estaba entreabierta, él la empujó y al asomarse se quedó extrañado.

Era un lugar humilde como una especie de casa dúplex algo antigua, a primera vista vio un pasillo, dando pasos acelerados se internó por el corredor, al salir distinguió un amplio patio envuelto de naturaleza.

Su esposa se carcajeaba de la risa rodando una pelota junto a unos niños, la imagen es lo más tierno que no había visto en mucho tiempo.

Decidió permanecer en las sombras y dando saltos alargados se posicionó a un lateral de casa donde hay una columna grande, allí permanecieron los dos amigos sin ser visto.

“Pásame la pelota Lin”, gritó Luan de frente rodeado de unos niños.

“Mejor a mí, a Luan lo están acorralando”, dice Stefani mientras corre de un lado a otro esperando la pelota.

“Sí pásaselo a ellos porque a mí ya me atraparon”, dijo Janna mientras se carcajeaba de la risa con dos niños agarrados de las manos.

Lin al verse también perseguida por unos cinco niños entre 5 a 8 años le lanzó la pelota a Stefany, así continuaron el juego.

Minutos antes, los jóvenes, al ingresar a la parte trasera de la casa, se encontraron con un grupo de niños con una pelota esperándolos para jugar, alegres salieron corriendo a su encuentro.

“Señores ¿Los puedo ayudar en algo?”

Los hombres se sobresaltaron al ver a una señora de media edad frente a ellos con una mirada recia.

Freed se siente avergonzado, por estar escondidos como unos pervertidos. Con voz insegura iba a responder cuando Kyle se adelantó.

“¡Buenos días!, sería tan amable de indicarme ¿Qué hacen esos jóvenes aquí?”

El semblante de la mujer refleja desconfianza, al ver dos hombres bien vestidos en sus instalaciones, pensó en los pequeños, volvió a preguntar con recelo.

“¿Quiénes son ustedes?”

“Mucho gusto señora yo soy Freed Gregen y este señor acá presente es mi amigo Kyle Pratt, estamos aquí para conocer el lugar, vimos entrar a unos jóvenes y decidimos visitarlo, ¿Nos podría indicar que es este lugar?

“Yo soy Jimena Hoston, la directora de este albergue para niños sin hogar, soy custodia de aproximadamente 20 niños de diferentes edades”

“¿Qué hacen esos jóvenes aquí?”, Kyle preguntó curioso.

“Ellos prestan apoyo a los niños, el lugar no cuenta con mucho personal y recursos. Esos cuatro jóvenes son sus ángeles protectores, los fines de semana nos apoyan con la recreación y enseñanza”, dice señalando con el dedo y continuó.

“Ese joven es Luan y aquella jovencita es Stefany, ellos crearon una fundación en nombre de esos pequeños para recoger fondos para la alimentación y esas otras dos jovencitas Lindsey y Janna nos apoyan con sus diseños en las vestimentas de cada niño, en ocasiones los recursos que manda la entidad pública llegan tarde o solo alcanza para cubrir una parte de los gastos, esos ángeles han llegado para apoyarme con esos pequeños, ¿Ahora si me van a decir que hacen acá?”

“Yo soy el esposo de Lindsey”, soltó Kyle sin apartar la mirada de aquella joven que lo tiene distraído.

Su corazón late frenéticamente y estaba avergonzado por actuar de esa manera.

Jimena se suavizó, sus temores han desaparecido, ha notado cómo ese hombre no apartaba su mirada de esa rubia.

Sin saber cuál es la reacción de los hombres se acercó y con una enorme sonrisa, se aferró a cada uno por el brazo y los jaló hacia el patio.

“Vamos para que compartan con nosotros este día tan hermoso”

Freed y Kyle se miraron avergonzados por verse descubiertos.

“No se preocupe por nosotros, ¡No retiramos!”

“Ya que están aquí deberían de compartir con esos pequeños”

La señora no los dejó salir de su agarre y los alentó a caminar.

Los hombres resignados se dejaron guiar.

“¡Niños! Miren quienes vinieron a visitarnos. Son unos nuevos amigos”

Lindsey, al mirar a su esposo, palideció, sintió como si le faltara el aire, estaba molesta.

“¿Qué haces aquí?”, logró articular con un hilo de voz.

Luan y Stefany la miraron a la cara, con la incógnita de saber quién es.

Janna lo conoce a través de fotos que miro por internet que le ha mostrado la misma Lindsey.

Kyle no sabe qué excusa decir, fue sorprendido vigilando.

“¿Lin lo conoces?, ¿Quién es él?”, dice una pequeña de 6 años.

“Soy su esposo”, escupió Kyle sin anestesia.

Lindsey trago saliva, muy pocos conocen que está casada, solo Jimena y Janna.

“Lin ¿Cuándo me pensabas decir que eras casada?”, expresó con confusión Luan.

“¿Quién eres tú? ¿Por qué le hablas así a mi esposa?”, se escuchó con voz gruesa.

Luan se atraganta con su propia saliva, ese hombre lo intimida.

“Yo soy amigo de Lin”

Freed al ver el terror en los ojos del chico y para salir de la tensión intervino.

“No le temas a este grandulón”

Stefany y Janna se miraron las caras y esbozaron una sonrisa.

Notaron que su amigo estaba en pánico y no comiéndose con la mirada a ese hombre, como hacía cuando salían y se cruzaban a un hombre de la misma apariencia.

“¿Usted es el príncipe de las tinieblas?”, dice uno de los niños.

Kyle desconcertado suavizó su tono de voz.

“¡No! ¿Por qué lo dices?”

“Si es el esposo de Lin, entonces si eres príncipe de las tinieblas”, salto a decir otro pequeño.

Lindsey estaba roja como un tomate.

Se acordó que hace un mes, Luan y Stefany se marcharon temprano.

Entonces Janna y ella se quedaron conversando con Jimena.

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