Capítulo 15:

Ella le contaba que se había casado con un hombre frío y déspota.

“¿Te casaste con el príncipe azul?”, suena una vocecita.

Las tres mujeres no habían notado la presencia de tres niñas escuchando la conversación.

“Que les he dicho de no escuchar a escondidas conversaciones de adultos”, las regañó Jimena.

Las niñas avergonzadas bajaron la cabeza.

“¡No, Lucia! No es el príncipe azul, parece más bien el príncipe de las tinieblas que me quiere tener encerrada en su castillo”, bromeó con una voz graciosa.

Las niñas se disculparon y salieron corriendo a contarles a los otros niños que Lin estaba casada con un príncipe.

Janna al ver la desesperación en la cara de su amiga interviene.

“Chicos vamos a comer galletas y tomar refrescos, ¡Luan y Stefany! ¿Ordenan a los niños para que entren al comedor?”

Kyle le echó un vistazo a Lindsey quien estaba colorada e inquieta, eso hizo crecer su curiosidad, con voz relajada y divertida miró al niño que le hablo, se agachó a su altura y le preguntó.

“¿Cómo te llamas?”

“Liam, señor”, dijo tembloroso un niño rubio uniendo sus manitas.

“Desde hoy somos amigos, así que llámame, Kyle”

Le revolvió el cabello con una media sonrisa.

Los demás niños al ver la escena salieron de la fila y se acercaron a él.

“Yo soy Lucia, ¿También te puedo decir Kyle?” dijo una trigueña de 5 años.

“Si princesa, todos pueden llamarme Kyle”

Los niños empezaron a reír.

“Ahora sí cuéntame, ¿Por qué soy el príncipe de las tinieblas?”

“Porque Lin es la princesa blanca nieves y nosotros somos sus enanos, un día la escuche que se casó, yo pensé que era con el príncipe azul, pero nos contó que fue con el príncipe de tinieblas que la quiere tener encerrada en su castillo”, contó Lucia con inocencia.

“¿Por qué no quieres que salga del castillo?”, preguntó esta vez Liam.

Jimena se entretiene por las ocurrencias de sus pequeños.

Al comprender a Kyle como interactúa con los niños, supo que debajo de ese rostro duro hay un noble corazón.

Al ver a su amada Lin que estaba roja como un tomate y emanaba vergüenza, decidió intervenir. Dio unas palmadas con las manos para llamar la atención de los niños.

“¡Niños al comedor! La merienda los está esperando”

Freed se moría de la risa, estaba seguro de que esa jovencita ha despertado un interés en su amigo.

Ya comprendió por qué investigo el mismo y no buscó un investigador privado.

“Es un tonto, si la deja escapar de sus garras a esa jovencita”, susurró.

Es amigo de Kyle desde hace seis años cuando trabajaba de vigilante en un restaurante. Kyle estaba saliendo del lugar con dos guardaespaldas cuando fue interceptado por una camioneta negra.

Salieron cinco hombres y le dispararon a sus guardaespaldas quedando tirados en el piso, uno apuntó a Kyle para que subiera a la camioneta.

Freed se percató de lo que estaba sucediendo y sigilosamente se posicionó por detrás de la camioneta, desarmando a uno de los hombres, le quitó el arma y le torció el cuello, con otro luchó cuerpo a cuerpo, sabe de artes marciales y defensa personal.

Los otros tres empezaron a dispararle y Freed corrió detrás de la camioneta y de allí les disparó matando a dos.

El tercero al ver la situación corrió a montarse en el carro y arrancó impactando con otro carro que estaba pasando por el lugar en ese momento.

Freed fue ágil y antes de que lograra escapar el hombre a pie, logró inmovilizarlo.

Kyle vio como ese joven le salvó la vida, poco después le propuso ser su guardaespaldas, desde ese instante nació la amistad entre ambos. Ahora es su asistente y mano derecha.

Kyle quería soltar una carcajada, no estaba acostumbrado a compartir con niños.

Lindsey, jamás pensó que él se fuera a enterar de sus tonterías por la boca de esos bribones, respiro hondo y se les acercó a los niños, agarro a dos por las manos.

“¡Vamos niños! Nana Julia nos está esperando con la merienda”

Todos empezaron a caminar hacia el interior de la casa donde había una señora esperándolos en el comedor.

Kyle y Freed se quedaron parados viendo como todos entran a la casa.

Jimena, a unos pasos de entrar a la casa, se volvió y vociferó.

“Ustedes dos no se queden allí parados, vamos acompáñennos a merendar”

“Es una joyita tu esposa y ya veo porque estás enamorado”

Le da dos palmaditas en la espalda y caminó con una sonrisa victoriosa,

“Deja de decir tonterías”

“¡Mucho gusto señores! Yo soy Julia, la cocinera”

Se presentó una señora de avanzada edad y le tendió la mano a cada uno con amabilidad.

Kyle buscaba con la mirada a su esposa que estaba con Luan sentando a los niños en las sillas.

Luan siente que lo traspasaron con la mirada.

Al levantar la vista hacia la entrada ve unos ojos amenazadores y una seriedad que hace que estremecer el cuerpo, le susurró al oído a su amiga.

“Me voy a ayudar a Stefany porque si me quedo a tu lado me sacan muerto de acá y no puedo dejar viudo a Eber”

Se marchó hacia la cocina.

“Tranquilo amigo, creo que no te has fijado, tu oponente es g$y y mira lo atemorizado que está al ver tu cara malhumorada. Ve donde te sientas porque yo voy a acompañar a esas dos señoritas”

Se alejó en dirección a la cocina y acerca a Janna y Stefany que están ordenando las galletas.

“Señoritas, ¿Les puedo ayudar?”

“¡Sí! Lleva esta bandeja hacia la mesa y colócales a los niños galletas en sus platos, mientras nosotras servimos los refrescos ¿Te parece guapo?”

Stefany lo miró con una sonrisa coqueta.

El hombre jovial agarra la bandeja y dando la espalda a las chicas desapareció.

“Verdad que está guapo el rubio, lástima que ame a Eber, porque no perdería el tiempo en coquetearle”, expresó Luan colocándose al lado de las chicas.

“Habías tardado en echarle el ojo”, soltó Stefany levantando una ceja.

“¡Stefany! Kyle lo tiene nervioso, no ves que está muerto de miedo”, afirmó Janna.

Luan siguió con la mirada a Kyle que se estaba aproximando a Lindsey, suspiro colocando las manos en el mesón.

“Kyle con ese cuerpazo y esos ojos azulados es deseable para cualquiera, pero parece que me quiere matar con esa frialdad en la mirada”

“¡Sí, un descarado! Acabas de decir que amas a Eber y ahora que deseas otro hombre, se salva porque le tienes recelo”

Las chicas soltaron unas carcajadas y caminaron a la mesa con los refrescos mientras lo escuchan decir.

“Hay amiga, yo solo expreso lo que veo, está guapo el hombre, pero ese semblante se me quita las ganas de mirarlo, pobre de Lin que se lo tiene que aguantar”

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