Corazón esteril
Capítulo 59

Capítulo 59:

Albert entra y veo algo extraño en él, un ceño diferente, solo espero que no sea nada más por lo cual preocuparnos.

“Hola Izar ¿Cómo estás hermano?”, dice mientras nos abrazamos para saludarnos.

“Bien ¿Está pasando algo? Te veo raro”, le digo profundizando mi mirada en él y efectivamente se ve un poco ojeroso, cansado.

“¿Eh? No, no es nada”, contesta pero realmente no le creo nada, lo conozco.

“Ya se hizo la denuncia formal contra Marshall presentando las pruebas que tenemos del caso de Renata Izar, pero hay algo más…”, me dice.

“¿Que sucede?”, pregunto alarmado.

“La casa donde estaban tus hijos, esa propiedad es de Aarón Marshall”, dice luego de un suspiro.

“¿Qué? ¿Cómo… dices?”, pregunto.

“Si, es propiedad de Aarón Marshall así que es el principal sospechoso del ataque a Carol y posiblemente cómplice del secuestro de tus hijos”.

Sonrío, pero no es una risa de alegría, es una risa de incredulidad ante todo lo que este hombre se ha cruzado por mi camino destruyendo todo a su paso.

“Lo quiero hundido Albert, lo quiero por el resto de su vida en una cárcel donde no vuelva a sentir ni siquiera la luz del día”.

“Si lo hayan culpable le van a dar la pena de muerte”.

Asiento creyendo dentro de mí que no sería suficiente castigo para él.

Respiro profundo y me tranquilizó porque he decidido que ese par de ratas no pueden robarme más la calma y la felicidad que puedo vivir con mi familia.

“¿Has organizado lo que les pedí a ti y a Lily?”, pregunto cambiando abruptamente de tema.

Y ahí veo esa mirada, la que tenía al llegar ¡Bingo! Es por Lily.

“Si está todo listo, Lily se encargará de Isabella y en tu casa están todos sobre aviso y preparados”.

“¿Pasa algo con Lily, Albert?”, pregunto y noto como la pregunta lo descoloca.

“Emmm no, ya tengo que irme, te veo está noche”.

Y sale como alma que lleva el diablo de mi oficina mientras yo sonrió de medio lado. Temo que Albert se encontró con la horma de su zapato.

Me encuentro rodeado de familia y amigos, obviamente de mis hijos en espera de que mi hermosa ojiverde llegue.

Espero que sea una sorpresa grata lo que he preparado para ella. Lily se la llevó para que fuese sorpresa para ella y aquí estamos ansiosos por su llegada.

Lo único desagradable es la presencia de Leonora Archer pero Leonel abogó por invitarla para que empezará a limar asperezas con Isabella y tratar de que puedan formar una relación.

No estoy de acuerdo pero también comprendo que sus hermanos quieran ayudar a su madre y a Isabella misma. Entonces lo permití pero se siente como si ella fuera ajena a esta felicidad.

Escucho la camioneta llegar y a mi mujer taconeando hacia la casa riendo de algo con Lily, sus voces se escuchan en el silencio de la sala de estar.

Miro a Albert y veo de nuevo esa mirada.

Creo que mi amigo se encontró con la horma de su zapato. Acomodo mi traje mientras escucho como entran y aún parlotea algo en el recibidor.

Entran a la sala y un ¡¡Sorpresa!! Las recibe. Mi hermosa mujer mira a todos lados y su sonrisa se ensancha.

Me acerco hacia ella y me recibe con los brazos a mi cuello aún subida en el escalón quedando a la altura de mi cara.

“¿Qué es esto amor?”, pregunta sonriendo y mirando a todo mundo para regresar a mis ojos de nuevo.

“Es solo un pequeño festejo porque soy el más afortunado de tenerte conmigo”.

Me da un beso dulce acariciando mi cabello,

“A veces me haces sentir que en cualquier momento saldré flotando”, sonrió ante su declaración.

“¡Como están mis pequeños amores!”, pregunto posando la mano en su ya un poco abultado v!entre,

“Portándose bien”.

Sonrió y la llevo dentro donde saluda a todos los invitados iniciando con su padre ante la mirada desdeñosa de Leonora, pero se mantiene a raya y eso me da gusto.

Convivimos un poco más con todos mientras mis hijos corren de aquí allá esperando su turno para participar en esto. Isabella se encuentra platicando con Aiken y Lisa cuando miro a Lily darme una señal.

Tomo mi copa y la hago sonar llamado la atención de todos los presentes incluida Isabella.

“Un momento de su atención por favor… hace ya algunos meses tuve la fortuna de que la vida pusiera frente a mis ojos a la mujer que vino a cambiar mi vida que hizo pasar mi corazón de trágico a mágico, Literalmente cayó a mis pies en cuanto nos conocimos”.

Los presentes sonríen incluida Isabella que lo hace negando, le extiendo la mano para que venga a mi lado.

“Cuando la conocí, encontré una mujer fuerte, amorosa, inteligente, leal, entregada y muchas pero muchas cosas más. Era mucho más de lo que llegue a imaginar y no solo eso, me hizo el honor de poner sus hermosos verdes ojos en mí. Y hoy meses después, esperando la bendición y el milagro de nuestros gemelos quiero decirte…”, trago grueso cuando veo sus hermosos ojos llenos de lágrimas que retiene.

Hago una seña a Albert y dos segundos después entran mis hijos. Logan carga un ramo de rosas rojas que lo cubre casi completamente pero que trae con inmensa alegría.

Amelie una pequeña cajita y su sonrisa es algo excepcional. Logan le entrega el ramo e Isabella lo toma dando un beso a su regordeta mejilla. Amelie me da la cajita y me pongo sobre una rodilla. Isabella sonríe y me dice agachando la cara hacia mí altura.

“¿Recuerdas que ya me habías pedido matrimonio y te dije que sí?

“¡Shhh! Déjame, está es la mejor parte”, digo y ella sonríe.

“Hace un tiempo te pedí que fueses mi esposa, mi compañera, hoy reitero mi solicitud delante de nuestros amigos y familiares pero de una manera muy especial”.

Abro la pequeña caja que contiene un corazón de oro que está partido en seis y cada pieza tiene una cadena, cada piensa a excepción de dos tienen nuestros nombres, Isabella, Amelie, Logan e Izar, Isabella mira la pieza sonriendo y es Amelie quién poniéndose a mi lado le dice.

“¿Quieres ser parte de nuestro equipo mamá?”, veo como los rostros de algunos invitados se llenan de ternura al escuchar las palabras de mi hija.

Isabella se hinca y mirándonos de uno a otro dice.

“Por supuesto que sí, somos y seremos el mejor equipo juntos.

“¿Nos casamos en un mes?”, suelto yo sin esperar más.

“¡¿Un mes Izar?! ¿No crees que te estás apresurando?”, pregunta.

“Si por mi fuera nos estaríamos casando hoy, ya no quiero esperar, ya no más”, respondo.

Nos abraza y dice en medio del abrazo.

“En un mes será”, y yo sonrió como idiota, cómo el idiota más afortunado.

Los presentes nos aplauden y se acercan para felicitarnos.

Después de un rato seguimos conviviendo con los invitados, me encuentro conversando con mi madre sobre los mil preparativos que ya está haciendo desde ahora para la boda.

Veo con el rabillo del ojo que Leonora se acerca a Isabella y me pongo en alerta pero no me acerco, mi mujer sabe pelear sus propias batallas.

“Rentare un salón para quinientas personas”, dice mi mamá entusiasmada,

De pronto, cómo en cámara lenta veo la mano de Isabella impactar en la mejilla de Leonora.

¡Demonios! ¿Que acaba de suceder?

Pov Isabella

Me posó en uno de los escalones que bajan del recibidor a la sala de estar.

Miro a todos los presentes uno a uno y mi corazón siente una inexplicable paz, siento agradecimiento y por primera vez ese agradecimiento se extiende a Aarón.

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