Corazón esteril -
Capítulo 56
Capítulo 56:
“Los que quieras mi niña hermosa, todos los que quieras”, contesta Hanna limpiando sus lágrimas de emoción.
Entramos y la felicidad se percibe en el ambiente, fueron dos días sumidos en el infierno y tenerlos aquí es una bendición. Intento subir a Logan a su habitación pero se remueve un poco y tallando sus ojos mira a todos alrededor.
“¡Ya estamos en casa!”, grita casi brincando de mis brazos para ir a abrazar a Isabella y a mis padres.
Entre apachos a mis pequeños torbellinos, Hanna nos invita a pasar al comedor para cenar como la gran familia que somos.
Todos se han marchado y ha llegado el momento de ir a descansar. Tengo el cansancio rezagado de días y empieza a pasar la factura. Veo a Amelie y Logan acostados en mi cama a lado de Isabella y sonrió.
El argumento de Logan para dormir con nosotros es que ‘sus hermanitos los extrañaron’ así que aquí estamos cuatro a punto de dormir y aunque sé que es posible que termine en el piso por un empujón de Logan, no cambiaría este momento de paz por absolutamente nada.
Pov Aarón.
Sentado en el sofá de este cuarto de hotel mirando a un rincón sin mover un solo músculo repaso una y otra vez lo sucedido. Levanto mi brazo y le doy un trago al vaso de whisky que pende de mi mano.
Maté a Carol y aunque lo merecía no me siento satisfecho.
Esta no es la vida que yo quería, todo por lo que he luchado toda mi vida fue por ser un hombre poderoso, con prestigio, demostrarle al mundo entero mi valía, que soy alguien que tiene las riendas de su vida bien tomadas.
Pero desde el principio estoy jodido, desde el principio pudrieron mis raíces y eso es algo que ni con todo el dinero del mundo he podido cambiar.
Cierro fuerte los ojos y lo veo ahí justo frente a mí con la barba bien recortada, y sus ojos marrones mirándome con asco y aunque odio sentirme así, inevitablemente los recuerdos me invaden y las lágrimas corren por mis mejillas.
Lo miro levantarse y mientras acomoda su cabello su rostro inamovible sin presentar ni un arrepentimiento cuando la vara aún está en su mano.
Mi cuerpo duele, duele cada vez más, pero lo que más me doblega es el dolor del alma. ¿Será que todos los padres sean así?
Lo miro y sus ojos se posan en mí que aún no puedo contener las lágrimas aunque sé que eso lo enfurece, ¡No puedo! No puedo dejar de llorar.
“Deja de llorar niñita ¡Deja de llorar! ¡Eres un hombre carajo!”, me escupe sacudiendo la vara en mi rostro y eso me hace temblar.
Miro hacia el rincón donde mi madre ensangrentada me mira sin parar de llorar, quisiera tanto ir a consolarla pero mis piernas duelen igual que mi espalda y sé que debo tener sangre en el cuerpo, hoy me pego más fuerte que nunca, no puedo consolarla cuando yo no puedo ni consolarme a mí mismo.
“No entiendo porque me hacen que haga esto. Yo solo quiero que seamos la familia perfecta, si tan solo ustedes no cometieran tantos errores yo no haría esto”.
Toma otro trago del aguardiente y señala a mi madre con esa maldita vara
“Tú… tú tienes la culpa que mi hijo sea un amanerado de m!erda, siempre sobre protegiéndolo… ¿Qué dirán mis amistades del intachable doctor Jeremy Marshall con un hijo amanerado? ¡Parece una niña! Ni una tunda puede aguantar sin llorar como una maldita mujercita.”, dice y puedo ver su quijada temblando.
Yo no soy ninguna mujercita, soy un hombre así que me pongo de pie aunque el dolor lacerante de mi cuerpo quiera doblarme.
“Tendrás hermosas hembras para ti que no te quedará duda de lo que es ser un hombre y por fin podrás ser mi orgullo, mi sucesor”, dice poniendo la mano en mi hombro y siento el olor del aguardiente en su aliento.
“Solo tiene trece años Jeremy no lo lleves a ese lugar”, dice mi madre en un susurro.
“¡Cállate!”, grita golpeando la encimera con la vara,
“Papá…”, llamo su atención y en cuanto sus ojos se posan en mí, siento tanto miedo que podría orinarme en los pantalones.
“Ya no le pegue por favor, yo haré todo lo que me diga y seré su orgullo pero ya no le pegue por favor”.
“Ve a bañarte y nos iremos ahora mismo”.
Doy la vuelta y como puedo camino hacia el baño y me prometo a mi mismo que jamás volverá a pegarnos aunque tenga que hacer lo que sea para lograrlo.
Me siento la mitad del hombre que fui, amo a Isabella y por culpa de la malnacida de Carol la perdí.
Era lo único puro y real que tenía en mi vida y ahora está con el hijo de p$rra ese…
Y no solo eso, está embarazada. Ese pensamiento me hace sentir malestar físico, cuánto anhele un hijo. Años intentando y resulta que una enfermedad de trasmisión s%xual me dejó imposibilitado para ser padre.
¿Cómo podía decirle a Isabella? No tuve el valor, no podía ver en sus ojos el asco que una vez vi en los ojos de mi padre, simplemente no podía.
Así que determine que pensara que era su culpa y fue más fácil consolarla y ver siempre ese amor que me tenía en los ojos. Ella es a la única mujer que he amado, su alma era tan parecida a la mía, con un padre hijo de p%ta que la abandono.
Éramos el uno para el otro y hoy todo se fue a la m!erda.
‘Va a tener gemelos’
Es una p$rra traidora, me juro que me amaba y al primer problema salió huyendo y se fue a revolcar con otro como una ramera.
Ella no merece ser feliz mientras mi vida se cae a pedazos.
No puede ser que por lo que tanto luche se vea opacado, mi prestigio, mi poder. ¡Me rehúso! Esos gemelos debieron ser míos, ¡No de él!
Meto la mano a mi bolsillo y saco el USB que contiene esos malditos videos que Carol tenía para chantajearme.
¡Ella no comprendía nada! No entendía lo que estos videos contienen. Es una estúpida que me ha hundido más. ¡Maldita la hora que la conocí!
Pronto sabrán que el chalet es mío, y supondrán que yo la ultime, los engendros de ese hijo de p%ta no me vieron así que si me invento una coartada o podré decir que ella tenía llave pero que no sabía nada.
Yo no soy ningún estúpido como ella que era una compulsiva, caprichosa de m!erda. Así que tomo el móvil y marco al teléfono de quién me servirá de coartada.
Pero Isabella no me conoce si piensa que ha terminado conmigo.
Pov Isabella
Han pasado dos semanas desde lo sucedido con Carol, siento que mi vida últimamente es como una montaña rusa de emociones. He pasado de grandes tristezas a enormes momentos de felicidad y este es uno de ellos.
Me encuentro sentada en el parque mirando a mis pequeños hermosos torbellinos jugar. Tomo algunas fotos de sus graciosos juegos cada que me llaman para que vea lo que hacen. A mi lado se encuentra Lisa y en otra banca está Joel y Bernard.
Antes de lo acontecido pensaba que Izar exageraba un poco con poner seguridad pero ahora creo que es la mejor decisión del mundo.
Aunque Carol este postrada en una cama, operación tras operación aún queda Aarón y mientras él no esté tras de las rejas yo no podré estar cien por ciento tranquila.
Mi móvil suena y al mirar veo el nombre de Izar y me hace sonreír.
“Hola mi amor ¿Cómo estás?”, digo con alegría en la voz sin quitarle la vista de encima a mis pequeños.
“¿Cómo está la mujer más hermosa de todo el planeta tierra?”, dibujo una sonrisa sonrojada.
“Pues la mujer más hermosa de todo el planeta tierra no lo sé… pero yo estoy bien”, oigo su carcajada del otro lado de la línea y eso me hace ensanchar mi sonrisa.
Me encanta lo bobos que podemos llegar a ser, cómo fluimos cuando no hay tanto problema. Soy romántica, melosa, juguetona con él y me fascina saber que no soy juzgada, que puedo ser yo sin temor a críticas.
‘Simplemente lo amo’
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