Corazón esteril -
Capítulo 51
Capítulo 51:
“Todo empieza a acomodarse amor”, le digo aferrada a su cuello
“Lo sé, solo falta que ese par de infelices estén tras las rejas. Pero pronto muy pronto”.
“No pienses en eso en este momento”.
“Tienes razón hay algo muy importante que hacer hoy”.
Salimos de la casa dispuestos a disfrutar la celebración. Estamos pasándola bien entre la gente que nos quiere y que comparte estos momentos en familia. Ha llegado el momento del pastel y aparecen dos pasteles para los festejados uno con treinta y tres velas y el otro con ocho.
Estamos los cuatro a punto de apagar las velas yo tengo a Logan sobre una silla frente a mí y Amelie frente a Izar y se siente como un déjà vu que me da un escalofrío, cuando hicimos esto con Logan se desató una desgracia. Me sacudo esa sensación y me centro en lo que está pasando en este momento.
Soplamos y los aplausos de nuestros seres queridos y amigos nos acompañan.
“Familia y amigos, queremos agradecerles que nos acompañen en este festejo tan especial. Los ocho años de vida de uno de mis amores”, toma la palabra Izar.
Amelie lo abraza por el cuello y pega sus mejillas tan felices.
“El cumpleaños de un servidor y queremos hacerles partícipes de más motivos de felicidad para nosotros…”
Me cede la palabra.
“Hace algún tiempo Izar me propuso matrimonio y por supuesto dije que si inmediatamente”, los presentes de sonríen.
“Pero por razones ajenas a nosotros, no podíamos poner una fecha… hoy, ese impedimento ha desaparecido y es oficial estamos comprometidos para casarnos muy pronto”.
Las ovaciones y aplausos no se hacen esperar, gritos de júbilo de todos los presentes y de mis pequeños torbellinos que no entienden mucho pero igual se emocionan,
“Papito”, llama Logan la atención de Izar.
“Dime campeón”, contesta Izar acercándose a él.
“¿Entonces ya le podemos llamar mamá a Isabella?”, pregunta.
Mis ojos y los de Izar conectan al escucharlo y un revoltijo de sentimientos se agolpan en mí, felicidad, sorpresa, emoción y hasta miedo.
“¿Tú quieres llamarle mamá?”, le pregunta Izar sin dejar de mirarlo con ternura.
“Si, tendríamos dos mamás, mami Renata que está en el cielo y también Isabella que nos cuida aquí. ¿Verdad Amelie?”, pregunta.
Casi quiero llorar, ‘benditas hormonas’. Amelie nos escucha en silencio y sonríe cuando la miramos asintiendo a lo que dijo Logan.
“Ustedes pueden llamarme como quieran, yo los amo inmensamente y los voy a cuidar en nombre de su mami Renata”.
Nos abrazamos y siento todo su cariño desbordar en ese abrazo. Se escuchan los murmullos de nuestros invitados que comentan la noticia pero aún falta más.
“Aún no se acaban las sorpresas”, dice Izar mientras me guiña el ojo.
“Tenemos un regalo que hacerle a nuestros hijos”.
El oírlo decir ‘nuestros’ hace que mi estómago sienta un hueco de emoción. Le hace una seña al personal y le traen una pequeña cajita que preparamos.
La pantalla que está detrás de nosotros quita las imágenes de los videos musicales que están amenizando la fiesta preparándose para nuestra sorpresa.
Sentamos a nuestros hijos en las sillas que fueron colocadas frente a la pantalla la cual todos miran e Izar le entrega la cajita a Amelie.
“Ábrela mi amor”, le dice Izar a Amelie.
Ella toma la cajita entre sus pequeñas pero hábiles manos y saca el papel que se encuentra dentro y se dispone a leer y lo hace en voz alta.
“Amelie y Logan, ustedes son nuestra felicidad y agradecemos a cielos tenerlos con nosotros, hoy queremos darles un regalo para toda la vida… miren la pantalla”.
Siento mi corazón que quiere salir por mi boca, quisiera ver la reacción de todos pero ciertamente solo miro a mis pequeños torbellinos.
Alzan la vista y se escuchan unos latidos de corazón mientras poco a poco aparecen las imágenes de la ecografía de sus hermanos, todo se queda en absoluto silencio hasta que las imágenes aparecen claramente y las palabras: [Van a tener dos nuevos hermanitos. Serán los mejores hermanos mayores del mundo].
El silencio se rompe y estruendosos gritos, aplausos y ovaciones llenan el ambiente.
“¡¡¡Nos vas a dar hermanitos!!!”, dice Amelie brincando al igual que Logan.
Pronto siento a mi padre sobre mí que llora mientras mis hermanos me abrazan junto a él y los cuatro nos volvemos un desastre lloroso.
“¡No deje de orar por este milagro mi corazón! No deje de orar pidiendo un milagro que hoy llegó”, dice mi papá entre lágrimas y yo siento mi corazón rebosante de amor hacia él.
“¿Gemelos? No lo puedo creer”.
“Ojala sean niños y se parezcan a mí”, dice Leonel.
“Ojala y no saquen tu torpeza”, dice Leonardo entre risas llorosas.
Todos se acercan a felicitarnos y los más allegados, los que saben la historia detrás de este acontecimiento, lloran o simplemente no pueden creerlo. Los padres de Izar me abrazan entre lágrimas y besos agradeciendo el estar en la vida de su hijo.
Lily se acerca con Albert y no puede hablar de las lágrimas y la conmoción, no deja de acariciar mi cara. Niega y me vuelve a abrazar.
Los abuelos de los niños se acercan a Izar y veo que hay lágrimas en ellos pero felicitan a Izar y aunque no sé qué le dice por la cara de ternura de él sé que son cosas maravillosas.
Es la locura, todos festejan, nos abrazan y felicitan sin dejar de hacer preguntas ¿De verdad gemelos? ¿Para cuándo nacen? ¿Son niños o niñas?
Miro todo a mí alrededor y no puedo más que sentirme agradecida.
La fiesta continuó de manera fenomenal, ahora nos encontramos solo adultos, hace un rato mis pequeños fueron acostados totalmente cansados después de despedir a todos los invitados de Amelie.
“No puedo creerlo aún Isa”, dice Lily con su mano en mi v!entre
“¿Cómo es que por años nada y hoy dos de sopetón?”.
Me río por su elección de palabras al igual que Albert.
“No sé exactamente qué pasó, pero de lo que estoy segura es que es obra de Aarón… “, dice mientras frunce el ceño.
“Creemos que por alguna razón quiso que yo tuviera esa idea, Eso me hacía sentir culpable y en deuda con él siempre… yo creía ciegamente y todos los tratamientos eran con sus colegas y amigos, nunca vi necesidad de una tercera o cuarta opinión, así que me quedé con ese diagnóstico”.
“Tal vez esa bestia del infierno no solo tiene el corazón estéril si no también todo lo demás”, comenta Lily y me hace sonreír.
“No lo sé pero realmente no me importa en este momento. Estoy disfrutando de esta oportunidad que me dio cielos”, miro a Izar dándome su perfil mientras comparte con Hanna y Joel.
“Hoy agradezco que todo sucedió tal como lo hizo porque me llevo a este momento que es una felicidad indescriptible”.
“Salud por eso”, dice Albert y yo levanto mi vaso de limonada para brindar con ellos.
Se acerca un mesero a mí y llama mi atención.
“Señora, perdone que le interrumpa, una invitada dejo esta nota hace un rato para usted.
Tomo el papel en mis manos y al leerlo el terror hace presa de mí.
‘Si quieres que regresen a lado de su padre te vas a largar de sus vidas con todo y tus desgraciados’.
“¿Quién le dio esto?”, pregunto en un susurro de voz sintiendo cómo el cuerpo se me entumece.
“Una señorita que me abordo en el recibidor”.
Busco con la mirada a Izar y mis ojos conectan con los suyos. No digo más, él lo ve en mis ojos.
Sin esperar más corro a la casa sintiendo un miedo que invade cada célula de mi ser. Siento a Izar detrás de mí, pero no me detengo, necesito verlos. Llegó con el corazón desbocado a la recamara de Amelie y la puerta está entreabierta.
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