Corazón esteril -
Capítulo 50
Capítulo 50:
Quita su brazo de sus ojos y me mira y ahí me rompo al mirar su rostro incrédulo, lleno de felicidad, después de años de dolor, cielos nos da la dicha de traer al mundo a estos dos pequeños ángeles que fueron tan amados y esperados incluso creyendo que era imposible.
Extiende sus brazos hacia mí y me fundo con ella en un abrazo que se siente como el cielo, ella no deja de llorar pero ahora salen pequeñas risas de su boca y yo me aferró a su cuerpo sintiendo la emoción en el pecho que no me deja hablar.
“Gemelos Izar… gemelos. ¿Qué vamos a hacer con cuatro torbellinos?”, me dice en una risa llorosa y me despegó de ella para mirar sus verdes ojos enmarcados por el rojo de sus párpados que están hinchados de tanto llorar.
“Amarlos mi amor, amarlos y darles tanta felicidad como ellos han traído a nuestras vidas… Gracias mi amor, gracias por darme este milagro de vida”, digo con la voz entrecortada
Y vuelvo a abrazarla sintiendo mi amor por ella saliendo por mis poros.
Pov Isabella
Vamos de vuelta a casa y yo no puedo quitar la mirada de esa imagen que nos dieron en el hospital, es una foto de la ecografía dónde se puede apreciar claramente los dos.
Dos pequeños que laten dentro de mí, los escuché… los escuché latir como un innegable milagro y estoy segura que es y será uno de los sonidos más hermosos que escuche en toda mi vida.
Izar está a mi lado sin emitir palabra, solo acaricia mi pierna de ida y vuelta. Sé que me está dejando digerir la noticia, aunque estoy segura que no será nada fácil.
Por tanto tiempo me mentalicé a qué no sucedería que hoy me parece un sueño, siento que en cualquier momento voy a abrir los ojos y esto será solo producto de mi ferviente anhelo.
“Hemos llegado mi amor”, dice Izar sacándome de mis pensamientos.
Miro a la casa y luego regreso mi mirada a él y sonrió. Lo veo rodear la camioneta para abrirme la puerta y me ayuda a bajar.
Camino de su brazo despacio, absorbiendo la belleza de la noche sintiendo como esta noticia lo cambio todo, incluso siento que yo no soy la misma de hace un par de horas.
“Buenas noches Hanna ¿los niños?”, pregunta Izar al entrar y ver a Hanna en el recibidor.
“Quisieron esperarlos pero llegó su hora de dormir y los acosté señor. Ya están dormidos”.
“Muy bien, vamos a subir a la recámara. Manda algo de cenar para ambos por favor”.
“Si, señor Izar. Señorita Isabella que gusto que esté mejor”, me dice con esa calidez que la caracteriza.
“Gracias por preocuparte Hanna”, le contesto sonriendo.
Subimos a la habitación y una vez ahí. Yo me adentró e Izar se queda recargado en la madera de la puerta y me ve con esos ojos que pareciera me descubren cada día.
Le sonrió y él me devuelve la sonrisa. Mi sonrisa se ensancha y se vuelve una risa ante los ojos del amor de mi vida.
“No lo puedo creer”, digo eufórica, sintiendo que en cualquier momento puedo salir flotando”.
“Quiero correr, saltar y gritar… gritarle al mundo que soy la mujer más dichosa del mundo”.
“Hazlo amor…”, se acerca a mí
“Corre, salta y grita, hazlo mi amor yo estaré corriendo detrás de ti, brincando a tu lado y gritando que soy el hombre más afortunado del universo”.
“Abrázame, tú eres el responsable de que mi corazón se ensanche de tanta felicidad”.
Me abraza… y escondo mi rostro en su pecho mientras rodeo su cintura y el cubre mi espalda con sus fuertes brazos.
“Yo ya era feliz contigo, con los niños, compartiendo en medio de todo lo que hemos tenido que vivir, lo valía ya totalmente porque ustedes tres son mi mundo pero hoy…”, cierro los ojos sintiendo cada palabra salir de mi alma
“Hoy siento que cielos te mando a mí como el mejor pago, la mejor recompensa a todo lo que en mi vida me hizo mal, hoy creo que pague por adelantado por el tesoro más grande del mundo… eres el amor de mi vida”, le digo.
Él no habla solo escucho su corazón latiendo para mí. Cuando levanto la vista lo veo con lágrimas retenidas en sus ojos.
“Le diste sentido a mi vida de nuevo Isabella, bendita la casualidad que te puso en mi camino mi amor. Te amo”.
Lo beso con todo el amor que siento en este momento. Nada puede arruinar el sentimiento que me embarga en este momento,
“¿Cómo vamos a decirle a los niños y a toda la familia?”, pregunta al separarse de mí.
“Me temo que si les decimos a los niños primero no podremos guardar por mucho tiempo el secreto”, le digo y asiente con una sonrisa.
“Viene mi cumpleaños y el de Amelie, no es el mismo día pero como la diferencia es solo de unos días, siempre lo celebramos juntos, es una tradición que le encanta a Amelie”, dice y se para dónde va.
“Ahí podemos decirle a todos nuestros familiares y amigos”.
“Me encanta la idea, creo que será una maravillosa ocasión, hay que organizar algo muy especial para Amelie, para ti y para darles la sorpresa”.
Miro a Amelie feliz corriendo por el patio, toda la decoración es especial para ella Harry Potter decidió…
Todos los invitados tuvieron que portar su capa según la casa que les tocó.
Por supuesto Izar, Amelie, Logan y yo somos Gryffindor la casa favorita de la festejada. Veo a mi papá conversar un poco con los padres de Izar y eso me trae una sonrisa a los labios, creo que los abuelos enloquecerán con la sorpresa.
Mis hermanos también están aquí participando en el juego de quidditch dónde más bien parece americano con escobas.
Lily, Albert, Aiken y Lisa están en la barra que fue implementada para los invitados adultos que beben pociones mágicas. Estaba tan desconectada del mundo que hace poco me enteré que esos cuatro se han enganchado. ¡Suerte con eso!
Hanna, Joel y todo el personal de la casa están también como invitados, son parte de la familia y hoy queremos que todos compartan nuestra felicidad.
Veo a mi hermoso hombre enfundado en su capa platicando con algunos de sus socios más allegados y sonrió cuando siente mi mirada y voltea para mandarme un beso. Los abuelos de Amelie y Logan también están aquí, gracias a cielos la víbora no salió de su madriguera.
Las cosas con la demanda en contra de Aarón se han alargado pero confiamos que pronto tengamos las pruebas suficientes para abrir el caso de Renata. ¡Ella merece justicia!
Hoy me dieron una gran noticia que sé qué hará aún mayor la felicidad de Izar. Camino un poco y encuentro a Amelie entre varias niñas que son sus invitadas.
“Hola princesa hermosa”, le digo cuando su mirada se encuentra con la mía.
“Hoy soy maga, Isa”, me dice mostrándome su sonrisa donde ya faltan algunos dientes.
“Tienes razón maga Amelie”, le doy un beso en la frente y la dejo seguir jugando con las varitas mágicas.
Me acerco a Izar y me recibe en un abrazo.
“¿Que pasa mi amor?”, me dice sin importar que esté frente a sus socios.
“Puedo robarte un par de minutos”, le digo bajito.
“Claro que sí, señores me disculpan un momento”.
Camina de mi mano a la casa, dónde solo entran y salen los empleados de catering que contratamos.
“¿Que sucede amor? ¿Te sientes bien?”, me pregunta sin dejar de inspeccionar mi rostro,
“Muy bien, excelente diría yo”.
Eso ensancha su sonrisa.
“Me alegra saberlo, entonces ¿Qué sucede?”.
“Quiero darte una noticia que será un pre regalo de cumpleaños”, su rostro cambia a total intriga.
Me quedo en silencio.
“¡Dime ya! ¿Que no ves mi angustia?”, dice de manera dramática.
“Ayer me habló Alexander… el juez por fin falló a mi favor…”, su cara de empieza a ¡iluminar.
“Estoy oficialmente divorciada”.
Levanta entre sus brazos.
“¡¡Por fin!! Es el mejor regalo de todos, mi amor, pensar que podré por fin hacerte mi esposa”.
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