Corazón esteril -
Capítulo 47
Capítulo 47:
“Ponle al canal seis de inmediato”, dice con esa voz mandona que la caracteriza.
Prendo el aparato y busco el canal.
“Santo Cristo”, digo casi en un susurro cubriendo mi boca con la mano al ver el noticiero donde está el rostro de Aarón y una trasmisión en vivo con los reporteros fuera de su hospital y el titular de la noticia:
[El prestigiado Doctor Aarón Marshall a un paso de la prisión acusado de vi%lador]
“¿Cómo pudieron saberlo? Apenas ayer fuimos al juzgado”, digo completamente impactada.
“No lo sé pero ahora sí ese malnacido va a empezar a sentir un poco de todo lo que ha hecho.
Entra una llamada de Izar, miro al teléfono.
“Tengo que colgar me está llamando Izar, te marco más tarde”.
“Ok, te quiero”, me dice.
“Yo más”, le respondo.
“Hola Izar ¿Cómo estás mi amor?”, contesto lo más tranquila que puedo.
“Hola mi amor… necesito decirte algo”, noto la tensión en su voz
“¿Que sucede?”, pregunto pero siento que es referente a lo que estoy viendo en el televisor en este momento.
“No sé de qué manera se filtró lo de Aarón, es una locura mediática…”.
“Lo estoy viendo en las noticias en este momento”, le respondo.
“No sé qué paso pero tenemos que estar pendientes de lo que sale en los medios, por hoy por favor no salgas de casa hasta ver qué tanto más se filtró y ver si tu nombre sale a relucir”, me dice preocupado.
“Está bien No te preocupes aquí estaré”, le respondo.
“Te amo Isabella”, me dice.
“Yo también con todo mi corazón”, le respondo
Colgamos y me quedo pensado en todo lo sucedido.
“No pensé que fueras tan estúpida. Hoy vas a conocer, mis verdaderos alcances ojo por ojo y diente por diente. Tú me quitas lo que yo más quiero, yo te quito lo que tú más quieres”, decía un mensaje entrante de un desconocido que me saca de mis pensamientos.
Mi corazón late frenéticamente.
Quisiera decir que no me da miedo, quisiera decir que no me causa nada su amenaza pero lo cierto es que hoy que conozco que es un asesino el temor hace estragos en mí.
Y una sola cosa pasa por mi mente, “mi familia”.
Esta camioneta se ha vuelto como mi segunda casa, ya no puedo salir a ningún lado si no es montada aquí.
Desde la estúpida amenaza del come m!erda de Aarón hace tres semanas, Izar enloqueció quería ir a buscarlo para matarlo, incluso me ha dicho que no descarta la idea de, mandarlo a “comer tierra” sus palabras no las mías.
Y heme aquí sentada en esta camioneta con dos corpulentos hombres que se han vuelto mi sombra.
Hoy fui a comer con mi papá y mis hermanos. Es muy gratificante ver cómo poco a poco a pasos pequeños pero estamos retomando eso que por derecho nos correspondía y es la relación sana con mi papá.
Aunque Leonardo es mucho más duro y está un poco negado, sé que por mí lo hace y estoy segura de que poco a poco mi papá irá llegando a él, mi hermano es bueno pero tiene un carácter de m!erda pero sé que ama a mi papá y cuando logré vencer el dolor y el rencor podrá tener una maravillosa relación con él,
Leonel es otro cuento, él es puro corazón y desde el principio acogió a mi papá y se está dando la oportunidad de conocerlo y de estrechar los lazos con él.
Mis hermanos ya saben la verdad sobre mí y a pesar de que fue difícil decirles al menos para mí, me siento feliz de que ellos lo hayan tomado tan bien. Seguimos siendo los mismos haya sido la situación que sea antes de que naciéramos.
Me han demostrado su amor y lealtad en todo momento en esta situación, incluso sobre su propia madre, que ha doblegado su orgullo por ellos y ha cooperado en toda esta situación.
Es difícil decir lo que siento por ella, hoy no podría decir más de tres palabras de ella. Sé que también llevo su sangre pero hoy me siento tan ajena a ella, tan lejana de aquel tiempo donde era tan importante para mí que me diera un poco de amor.
Prefiero no pensar en eso, no me hace bien. Me centro en lo que sí tengo y de sobra, el amor de mi familia que ha crecido exponencialmente. Mi papa y hermanos.
Izar que ciertamente se volvió un eje para mí y ha llenado tanto en mí, trayendo una luz arrasadora dónde antes solo alumbraba una vela, me ayudó a derrotar a mis monstruos, a darle cara a mis fantasmas y a ser libre.
Hoy estoy plena a su lado, por elección sin que nada me haga falta, porque entendí que todo lo que necesito para ser feliz ya está en mí, no necesito más.
Y por si fuera poco me regaló la hermosa relación que estoy forjando con Amelie, con Logan que son dos seres que le han dado luz a mi vida.
Los amo con todo mi corazón, son dos seres que me están enseñando tanto cada día, estoy aprendiendo más de ellos, que ellos de mí y me siento tan afortunada que no hay día que no tenga algo nuevo que agradecerle a cielos.
Incluso con los padres de Izar ha sido toda una experiencia conocerlos, convivir con ellos y sentir toda la calidez que me brindan.
A veces perdiendo se gana y yo perdí un esposo y con eso gané un hogar, el amor de mi vida y una maravillosa familia. Mis pensamientos son interrumpidos cuando Bernard abre la puerta ya estacionados frente a la mansión.
“Gracias, Bernard”, digo tomando su mano para bajar de la camioneta.
Es un hombre imponente que a simple vista da miedo, pero él y Joel son un par de ángeles guardianes que hacen extensiva la protección de Izar hacia mí aunque no esté conmigo.
Toda la familia tenemos seguridad, incluso quiso ponerle seguridad a mi papá y hermanos pero por supuesto que no aceptaron, aun así les pido siempre sean cuidadosos.
“Á sus órdenes señora Messina”, remuevo la cabeza porque sé que ese nombre se los impuso Izar y ya no quise desmentirlo ante su gente.
Camino a paso lento a la casa mandándole mensaje a mi papá avisando que ya estoy en la mansión. Entro a la casa y escucho la vocecita chocosa de Logan, esa que solo sale a relucir cuando quiere hacer berrinche.
“Pero yo no quiero meter la camiseta a mi pantaloooon, me siento apretado”, dice él con clara molestia en la voz.
“A ver Logan, esas fachas no van contigo, ven, deja acomodarte eso que pareces vagabundo”.
“Tía Carol, papá le permite usarlo así aquí en casa”, dice Amelie.
“Su papá es un…”
“Buenas noches”, digo interrumpiendo lo que sea que haya querido escupir.
Me mira con odio y creo que la miro igual.
“¡Isabella!”, gritan los niños al unísono y corren a saludarme como siempre.
Los abrazo y los beso sin prestarle atención a la víbora de m!erda que tengo en frente. Me es chocante verla junto a los niños pero yo aún no puedo decir más para no ponerla en aviso de lo que le viene encima.
“Pero mira quién llegó, la ama y señora de la casa”, me pongo en alerta al escuchar sus ponzoñosas palabras.
Sin siquiera mirarla me dirijo a Amelie que mira con extrañeza a Carol ante lo que dijo.
“Princesa”, le digo llamando su atención y haciendo que regrese su vista a mí.
“Dile a Hanna que por favor les prepare el jacuzzi, van a darse un pequeño chapuzón antes de cenar”.
“¡Siiii!”, exclaman ambos y salen corriendo a dónde Hanna para decirle mis indicaciones.
Una vez que los niños salen de mi campo de visión, regreso la vista a la maldita mujer que tengo aquí para enfrentar el veneno que seguro va a destilar.
“¡Vaya! Mira que has subido como espuma, pasar de ser la esposa de un médico promiscuo de m!erda a ser la amante de un multimillonario es una avance para una arribista cómo tú”.
No me ofenden sus palabras, en cambio le regaló una sonrisa.
“Y tengo que agradecerte que me hayas enseñado quien era Aarón porque gracias a eso pude encontrarme con Izar”.
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